DIARIO FINANCIERO – Decisiones relevantes ha tomado RWE Renewables a poco más de tres años de aterrizar en suelo chileno. La rama de energía renovable de la gigante alemana, abrió oficinas en Chile en mayo de 2019 y ya tiene 17 personas, esperando llegar el próximo año a 25. En el crecimiento de la compañía a nivel global, Chile será destino de iniciativas por unos 2 mil MW a 2030 en proyectos renovables, el que ya está tomando forma.
Pese al período desafiante que le tocó a la firma, con una crisis social y la pandemia, el country manager de RWE Renewables Chile, Alfredo Zañartu, tiene una evaluación positiva: “Hoy miramos atrás y creo que dentro de lo extraño que fueron estos tres años estamos súper contentos de lo que hemos hecho en términos de portafolio y de equipo”.
Zañartu asegura que ya cuentan con una carpeta de proyectos eólicos y solares con almacenamiento por 2,8 GW a lo largo de Chile. Son tres iniciativas que están más avanzadas. En concreto, tienen dos obras solares fotovoltaicas con almacenamiento. Una se llama “Esmeralda” de 375 MWac, ubicada en la comuna de Pica, en la Región de Tarapacá, la que se encuentra en etapa inicial de levantamientos de líneas base y sociabilización con autoridades y comunidades. La otra es “Estación Pan de Azúcar” de 214 MWac en la comuna de Antofagasta, en la región del mismo nombre. Esta iniciativa está en etapa inicial de desarrollo.
El tercero es el proyecto eólico “Mata de Caña” de aproximadamente 50 MW, ubicado en la comuna de Paillaco, en la Región de Los Ríos. Este ya lleva un año de medición del recurso eólico del terreno, iniciaron las líneas bases y llevan más de un año de relacionamiento temprano con la comunidad y la autoridad.
La firma espera que los tres proyectos o algunos de ellos entren en operación el 2026.
Sin embargo, aunque aún no están definidos con “nombre y apellido”, están trabajando un portafolio de proyectos eólicos por más de 1,8 GW ubicados entre las regiones del Maule y Los Ríos, que están en etapas de prefactibilidad y algunos iniciarán su desarrollo en el primer semestre de 2023.
Hidrógeno verde
A los tres proyectos más avanzados, se suma una nueva incursión: el hidrógeno verde. Se trata del proyecto “Vientos Magallánicos” que estará ubicado en la comuna de Laguna Blanca, a 90 kilómetros aproximadamente de la ciudad de Punta Arenas, en la Región de Magallanes, cuya inversión es cercana a los US$ 3.000 millones.
Zañartu detalla que empezaron a mirar el hidrógeno verde como una alternativa el 2020 y tras un estudio se convencieron. Pensaron en Magallanes y que les interesaba como producto final el amoniaco. Luego, buscaron un terreno y llegaron a uno que no está cerca de la costa. Así, acaban de cerrar con dos propietarios contratos de arrendamiento de terrenos que suman 12.000 hectáreas para poder instalar alrededor de 1 GW para una proyección aproximada de 475 mil ton/a de producción de NH3 anual estimada. Otras características de la iniciativa es que tendrá aproximadamente 1.170 MW de capacidad de generación eólica y 835 MW de capacidad de electrólisis.
“El hidrógeno verde es un mercado que está en crecimiento, es una apuesta y eso también es interesante verlo en ese contexto. Hoy no existe un mercado de hidrógeno verde con sus derivados. Vemos el amoniaco verde como el producto final que queremos exportar hacia el 2030. Esa es la proyección que estamos haciendo y por eso nos vamos a tomar nuestro tiempo”, recalca.
El cronograma contempla dos años al menos en preparar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de cara a entrar en operación el 2030.
– Sobre el hidrógeno verde, ¿ve en lo inmediato una regulación o señal del gobierno que sea necesaria?
– Chile es de los países más avanzados en términos de estrategia. Siempre se puede hacer más. Más allá de hidrógeno verde propiamente tal como país, tenemos que mirar la industria de las renovables, qué es lo que puede hacer el gobierno para mejorar o incentivar la energía renovable y ahí vamos a los problemas que tienen un diagnóstico en común. Por ejemplo, la permisología, el mismo caso de Faro del Sur. Lo que se necesita hoy para fomentar la energía renovable como suministro, tanto para hidrógeno verde como para descarbonizar nuestra matriz, es darle certidumbre a todas las partes.
– ¿Cómo están mirando el sector, considerando los conflictos con renovables?
– Las energías renovables han avanzado más rápido que lo que el sistema ha podido avanzar. No voy a meterme en juzgar los criterios económicos y comerciales de las empresas. Los ingresos que están recibiendo las empresas no son los costos que tuvieron al momento de invertir, porque el sistema de transmisión no creció acorde a lo que se esperaba o a lo que penetraron las energías renovables. Se suman factores que se tienen que revisar y ojalá ver cómo mejorar. Chile es una tremenda oportunidad. Vemos que es un problema cíclico y que hemos visto en otros mercados. Sabemos que tiene solución.
– ¿Por dónde pasa la solución más relevante?
– Certidumbre y esta viene dada por los permisos ambientales. Tener claridad y certeza de que las líneas van a estar construidas en los plazos que son comprometidos en los decretos y que haya espacio para las conexiones. Una medida buena es la ley de almacenamiento, quizás seguir fomentando el almacenamiento. Por ahí ya se pueden dar pasos importantes en el mediano plazo. en el corto plazo es re difícil. Los dados están súper tirados.
Fuente: Diario Financiero, Viernes 23 de Diciembre de 2022