EL MERCURIO – Con estaciones cada vez más profundas y con la inversión más alta proyectada a la fecha por parte de Metro, la Línea 7 se perfila como la iniciativa más ambiciosa de la empresa estatal.
La extensión, que partirá en Renca y terminará en Vitacura -con 19 estaciones y 26 kilómetros-, tendrá un trazado que, en gran medida irá de manera paralela a la Línea 1, ya que su objetivo es descongestionar la vía más utilizada por los santiaguinos. De hecho, por eso se espera que, desde un comienzo, tenga una alta demanda.
En Vitacura, comuna que actualmente no tiene metro, se construirán cinco estaciones -Vitacura, A. Vespucio, G. De Alderete, Padre Hurtado y el terminal Estoril- y será la zona con más paradas. Por lo mismo, se proyecta que su construcción tenga un impacto importante entre los vecinos, que hoy ya experimentan molestias con las obras de la futura autopista Américo Vespucio Oriente (AVO I).
Para adelantar lo que se viene, representantes de Metro han sostenido reuniones con residentes de las comunas por donde pasará la línea. Y el martes hubo un encuentro con vecinos de Vitacura a quienes se les informó dónde estarán las estaciones y qué profundidad tendrán.
La intención de la empresa, según expusieron en la cita, es ingresar entre abril y mayo el proyecto al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para que en 2021 comiencen las obras de piques, galerías y túneles, y operar en 2026.
Los detalles
En Américo Vespucio y Alonso de Córdova estará la estación más profunda de toda la red: tendrá 45,2 metros, porque deberá pasar por debajo de Kennedy y AVO1, que tendrá varios niveles de profundidad.
Gabriel Valenzuela, jefe de proyectos de Metro, explicó el martes a los vecinos que “si uno va a los distintos metros del mundo, estas cosas se dan, pero es la primera vez que nos vemos enfrentados a esta situación”.
Uno de los temas a resolver será que no se alarguen los tiempos de ingreso y salida hacia los andenes. “Sacar o ingresar a los pasajeros significa un tiempo de viaje importante, son una serie de niveles y ahí lo haríamos con el sistema de ascensores o elevación mecanizada que existe en algunos lugares del mundo”, adelantó Valenzuela.
Esta no es la única estación con gran profundidad. La de Isidora Goyenechea (esquina Vitacura) tendrá 33 metros. Y así igualará el récord que los próximos días conseguirá la estación Puente Cal y Canto, de la Línea 3.
Otra característica de la Línea 7 es que su entrada en operación creará puntos de triple combinación, en Cal y Canto y Baquedano.
La construcción
El martes, los ejecutivos de Metro también mostraron una serie de mapas con las zonas donde se emplazarán las estaciones y piques de construcción. Con eso, explicaron a los vecinos las medidas que se deberán tomar para construir las paradas.
“Por ejemplo, en la estación Vitacura -en la avenida homónima con calle Las Catalpas- existe una farmacia y una panadería, las que deberán ser expropiadas”, planteó Valenzuela.
Otro ejemplo es la parada de Gerónimo de Alderete -con Av. Kennedy- donde “hoy tenemos un comercio de alfombra. Tomaríamos esa esquina y nuestra estación quedaría en ese punto”, añadió.
Debido a las zonas en donde se construirá la línea y se realizarán las expropiaciones y las nuevas tecnologías que se deberán ocupar en la ejecución de la obra, este proyecto es el que ha requerido el presupuesto más alto de la historia de la empresa estatal: US$ 2.528 millones, muy por encima de la inversión de la Línea 3, que abrirá los próximos días y que costó US$ 1.743 millones.
Para Julio Nazar, urbanista y académico de la U. del Desarrollo, “ejes como Nueva Costanera, Alonso de Córdova, son más caros y significan un mayor costo, que Metro debe ya haber internalizado en el presupuesto. Por lo mismo, es muy importante la rentabilidad social, que indica que habrá una gran demanda y, probablemente se desincentivará el uso del automóvil”.
Fuente: El Mercurio, jueves 20 de diciembre de 2018