PULSO – Las reducciones de emisiones contaminantes en Santiago con el inicio de la operación de la Línea 7 (que fue anunciada hace más de tres meses por el gobierno), serán equivalentes a 131.791 vehículos particulares menos al año en el caso de contaminantes NOX (Óxidos de nitrógeno). En tanto, los ahorros de emisiones de CO2, llegarán a 32.862 toneladas, correspondientes a las emisiones que generan cerca de 6.287 vehículos particulares al año. Proyectados al 2035 llegarán a 42.705 toneladas, equivalentes a la contaminación que provocan 8.170 autos particulares.
Estos resultados son parte de un estudio realizado por el Ministerio de Transportes, que hizo una proyección de este tramo entre los años 2026 y 2035. Así, aplicando el mismo criterio para establecer las reducciones anuales de emisiones de los contaminantes atmosféricos en ese período, la investigación revela que los beneficios monetarios de salud y de las emisiones de CO2, generarán un ahorro anual promedio de MM$1.247 para la capital de Chile.
Además, esta nueva ruta del tren subterráneo, aportaría en la disminución de ausentismo escolar y laboral. Según la investigación, su inicio de operación disminuiría cerca de 244 días de escuelas perdidos y 1.135 de los denominados Work Loss Days (días perdidos de trabajo).
Por ejemplo, con la Línea 7, un trabajador de Cerro Navia que se desplace hasta Las Condes lo podrá hacer en 30 minutos, lo que significará una reducción en sus tiempos de viaje de cerca de un 67%, pues actualmente el tiempo de traslado es de por lo menos 1 hora y media. Esto significa que ahorrará más de dos horas de viaje diarios, es decir, 500 horas en un año, equivalente a 21 días libres.
Cabe recordar que, con una inversión de más de US$ 2.528 millones, el nuevo tramo conectará por primera vez al tren subterráneo a las comunas de Renca, Cerro Navia y Vitacura (ver recuadro). “La extensión de la red de Metro, además de generar un cambio en la calidad de vida de millones de chilenos que verán disminuidos sus tiempos de traslados, nos permitirá disfrutar de una ciudad más limpia y sana para todos sus habitantes”, comenta la ministra de Transportes, Gloria Hutt.
De hecho, se estima que un tercio del consumo energético en Chile corresponde al sector transporte y de este consumo, el 98% corresponde a derivados del petróleo, lo que se traduce en más de un 22% del total de emisiones de gases efecto invernadero (GEI), “razón por la que el aporte que podemos impulsar desde el Ministerio es estratégico y significativo.
Además, de estar avanzando en mejoras ligadas a la calidad de servicios de nuestros sistemas de transporte público, creemos importante seguir aportando en la disminución de contaminantes al fomentar la electromovilidad y modos más limpios, eficientes y amigables con el medio ambiente,” agrega Hutt.
Evaluación ambiental
El estudio “Estimación de Reducción de Emisiones de Contaminantes Atmosféricas de la Línea 7 de Metro” fue elaborado por el Programa de Vialidad y Transporte Urbano, Sectra, con la colaboración de Metro S.A., para brindar apoyo técnico en el proceso de evaluación ambiental del proyecto Línea 7 de Metro de Santiago, en el proceso del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
El cálculo de las reducciones de emisiones de contaminantes atmosféricos, consistió en estimar las diferencias de las emisiones en el Gran Santiago al considerar la operación de la Línea 7 de Metro, contrastándolas con las emisiones de la ciudad sin la operación de la nueva línea.
Los contaminantes considerados son aquellos identificados como perjudiciales para la salud de las personas, razón por la cual cuentan con normas para su control (límites aceptables de concentración sobre la base de los efectos en la salud): PM10, PM2.5, NOX, HC y CO y también las emisiones responsables del cambio climático, como el CO2.
Fuente: Pulso, Viernes 21 de septiembre de 2018