Domingo, Diciembre 22, 2024

Fracasan acuerdos con regantes del Aconcagua: DGA a un paso de activar intervención para asegurar consumo humano

DIARIO FINANCIERO – La Dirección General de Aguas y los regantes del Aconcagua fracasaron en su intento de alcanzar un acuerdo sobre las aguas del río, por lo que la entidad quedó a un paso de intervenir la administración para priorizar el llenado del Embalse Los Aromos y así garantizar el consumo humano.

En una carta enviada a Cristián Núñez, director (s) de la cartera sectorial, la Junta de Vigilancia del Río Aconcagua manifestó que, pese a “nuestra disposición a asegurar el abastecimiento al consumo humano, no podemos aceptar la redistribución en los términos impuestos por la tercera sección por las graves consecuencias que traería a nuestros usuarios”, explica la misiva.

Además, agregaron que “el sobre otorgamiento de derechos, la sobre explotación del acuífero, la falta de planificación, el inexistente avance en obras de infraestructura hídrica, la no reutilización y generación de nuevas fuentes de agua por parte de la autoridad, hace muy difícil la adaptación a la situación hídrica extrema que vivimos en toda la cuenca”.

Y es en este contexto que desde aquella sección dieron “por terminadas las conversaciones” con las otras juntas de vigilancia.

Desencuentros entre las secciones

El objetivo de estos diálogos era alcanzar un acuerdo que permita acumular en el embalse de Los Aromos cerca de 22 millones de m3. Y para esto existían dos alternativas: o los regantes entregan parte de los recursos destinados a uso agrícola de manera voluntaria o la DGA interviene el río.

Originalmente el tema iba a ser zanjado el 31 de mayo, pero las conversaciones se extendieron hasta estos últimos días, luego de que a inicios de junio la Junta entregó a la autoridad una propuesta. En simple, esta consistía en regular las compuertas de sus canales durante 132 horas a la semana, comenzando con los regantes en la Primera Sección, los días domingo a las 19:00 hrs. y hasta las 07:00 hrs. de los días sábado, de manera de contribuir con 665.280 m3 por semana. Esto, mientras que los de la Segunda Sección -al igual que la primera- cesarían el flujo de agua durante 132 horas a la semana, comenzando los domingos a las 22:00 hrs. y hasta las 10:00 hrs. de los sábados.

El punto de desencuentro se habría dado con la Tercera Sección, ya que -según explicaron a la autoridad- “pone condiciones que no corresponden en un contexto de emergencia (…) hace una interpretación conveniente a sus intereses del dictamen de Contraloría General de la República y está sacando provecho de la situación, sin considerar que está entorpeciendo y retardando el proceso de llenado”.

Los regantes aseguraron a la DGA que sus ánimos siguen en modo “cooperación” para empujar lo que describen como una “solución de fondo” del problema hídrico. Sin embargo, indicaron que “damos por terminadas las conversaciones”.

Segunda Sección se suma al cese del diálogo

Frente a esta situación, la Junta de Vigilancia de Segunda Sección del río Aconcagua presentó una carta -firmada por su presidente, Mirko Yakasovic- que los regantes habrían enviado como respuesta a la DGA. Y en ella se señala que la propuesta de la Tercera Sección “contiene información técnica que requiere de mayor tiempo de análisis y discusión, tiempo que no existe ahora”.

Además, la segunda sección explicó que “desde la autoridad, y en especial durante esta última década, no ha realizado las acciones necesarias (…) para hacer frente a la situación extrema en la que nos encontramos”. Y apuntó a las cuantiosas pérdidas de agua reportadas en 2020 por parte de Esval, la sanitaria que provee a gran parte de la población de Valparaíso, y cuyo volumen habría alcanzado para llenar el embalse al menos dos veces, según cuentan.

“Finalmente, destacar que los más perjudicados en esta temporada será la pequeña agricultura del valle, que nuevamente perderán parte de sus cosechas. Mientras Esval, con el agua del uso de la agricultura traspasada, generará utilidades”, sostiene el documento. Y finaliza dejando claro que frente a este contexto la junta se ve obligada “a no seguir avanzando en las conversaciones”.

Pese al cese al diálogo por parte de las dos primeras secciones del Aconcagua, desde la tercera junta de vigilancia creen que aún pueden llegar a un acuerdo en lo que resta del día. Así lo expresó Alfonso Rozas, director de dicha sección, quien criticó el actuar del resto de los regantes por no haberse ajustado a la “normativa vigente”.

“Lo que la 1° sección llama “exigencias” no las impone nuestra sección, sino que las fija la ley (…) Si todos hubieren cumplido sus respectivos deberes ajustándose a lo dispuesto por la normativa vigente, el Embalse Los Aromos estaría llenandose desde hace un mes” sostiene Rozas. Y explica que mientras la tercera sección “presentó su propuesta de acuerdo a las otras secciones el 19 de mayo, ellas guardaron silencio durante 10 días, esperando el límite del plazo para presentar unilateralmente otro borrador de acuerdo, que no cumple con la ley y los requisitos reglamentarios establecido por la DGA”.

Asimismo, el director de la tercera junto se mostró sorprendido después de que la DGA otorgara un plazo adicional para llegar a un acuerdo, “especialmente, porque según todos los antecedentes que hemos revisado, ninguna sección solicito expresamente una extensión del plazo”, dijo.

En este sentido, expresó que les preocupa “de sobre manera esta situación que se repite todos los años y consiste en poner trabas de cualquier tipo para impedir una distribución equitativa del agua a lo largo de la cuenca perjudicando la entrega a nuestra sección, en especial la parte baja del río”.

Y aseguró que desde la sección que dirige no pierden “la esperanza de que prime la cordura entre las juntas de vigilancia y podamos lograr un acuerdo en beneficio de todos”.

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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 8 de Junio de 2022

DIARIO FINANCIERO – La Dirección General de Aguas y los regantes del Aconcagua fracasaron en su intento de alcanzar un acuerdo sobre las aguas del río, por lo que la entidad quedó a un paso de intervenir la administración para priorizar el llenado del Embalse Los Aromos y así garantizar el consumo humano.

En una carta enviada a Cristián Núñez, director (s) de la cartera sectorial, la Junta de Vigilancia del Río Aconcagua manifestó que, pese a “nuestra disposición a asegurar el abastecimiento al consumo humano, no podemos aceptar la redistribución en los términos impuestos por la tercera sección por las graves consecuencias que traería a nuestros usuarios”, explica la misiva.

Además, agregaron que “el sobre otorgamiento de derechos, la sobre explotación del acuífero, la falta de planificación, el inexistente avance en obras de infraestructura hídrica, la no reutilización y generación de nuevas fuentes de agua por parte de la autoridad, hace muy difícil la adaptación a la situación hídrica extrema que vivimos en toda la cuenca”.

Y es en este contexto que desde aquella sección dieron “por terminadas las conversaciones” con las otras juntas de vigilancia.

Desencuentros entre las secciones

El objetivo de estos diálogos era alcanzar un acuerdo que permita acumular en el embalse de Los Aromos cerca de 22 millones de m3. Y para esto existían dos alternativas: o los regantes entregan parte de los recursos destinados a uso agrícola de manera voluntaria o la DGA interviene el río.

Originalmente el tema iba a ser zanjado el 31 de mayo, pero las conversaciones se extendieron hasta estos últimos días, luego de que a inicios de junio la Junta entregó a la autoridad una propuesta. En simple, esta consistía en regular las compuertas de sus canales durante 132 horas a la semana, comenzando con los regantes en la Primera Sección, los días domingo a las 19:00 hrs. y hasta las 07:00 hrs. de los días sábado, de manera de contribuir con 665.280 m3 por semana. Esto, mientras que los de la Segunda Sección -al igual que la primera- cesarían el flujo de agua durante 132 horas a la semana, comenzando los domingos a las 22:00 hrs. y hasta las 10:00 hrs. de los sábados.

El punto de desencuentro se habría dado con la Tercera Sección, ya que -según explicaron a la autoridad- “pone condiciones que no corresponden en un contexto de emergencia (…) hace una interpretación conveniente a sus intereses del dictamen de Contraloría General de la República y está sacando provecho de la situación, sin considerar que está entorpeciendo y retardando el proceso de llenado”.

Los regantes aseguraron a la DGA que sus ánimos siguen en modo “cooperación” para empujar lo que describen como una “solución de fondo” del problema hídrico. Sin embargo, indicaron que “damos por terminadas las conversaciones”.

Segunda Sección se suma al cese del diálogo

Frente a esta situación, la Junta de Vigilancia de Segunda Sección del río Aconcagua presentó una carta -firmada por su presidente, Mirko Yakasovic- que los regantes habrían enviado como respuesta a la DGA. Y en ella se señala que la propuesta de la Tercera Sección “contiene información técnica que requiere de mayor tiempo de análisis y discusión, tiempo que no existe ahora”.

Además, la segunda sección explicó que “desde la autoridad, y en especial durante esta última década, no ha realizado las acciones necesarias (…) para hacer frente a la situación extrema en la que nos encontramos”. Y apuntó a las cuantiosas pérdidas de agua reportadas en 2020 por parte de Esval, la sanitaria que provee a gran parte de la población de Valparaíso, y cuyo volumen habría alcanzado para llenar el embalse al menos dos veces, según cuentan.

“Finalmente, destacar que los más perjudicados en esta temporada será la pequeña agricultura del valle, que nuevamente perderán parte de sus cosechas. Mientras Esval, con el agua del uso de la agricultura traspasada, generará utilidades”, sostiene el documento. Y finaliza dejando claro que frente a este contexto la junta se ve obligada “a no seguir avanzando en las conversaciones”.

Pese al cese al diálogo por parte de las dos primeras secciones del Aconcagua, desde la tercera junta de vigilancia creen que aún pueden llegar a un acuerdo en lo que resta del día. Así lo expresó Alfonso Rozas, director de dicha sección, quien criticó el actuar del resto de los regantes por no haberse ajustado a la “normativa vigente”.

“Lo que la 1° sección llama “exigencias” no las impone nuestra sección, sino que las fija la ley (…) Si todos hubieren cumplido sus respectivos deberes ajustándose a lo dispuesto por la normativa vigente, el Embalse Los Aromos estaría llenandose desde hace un mes” sostiene Rozas. Y explica que mientras la tercera sección “presentó su propuesta de acuerdo a las otras secciones el 19 de mayo, ellas guardaron silencio durante 10 días, esperando el límite del plazo para presentar unilateralmente otro borrador de acuerdo, que no cumple con la ley y los requisitos reglamentarios establecido por la DGA”.

Asimismo, el director de la tercera junto se mostró sorprendido después de que la DGA otorgara un plazo adicional para llegar a un acuerdo, “especialmente, porque según todos los antecedentes que hemos revisado, ninguna sección solicito expresamente una extensión del plazo”, dijo.

En este sentido, expresó que les preocupa “de sobre manera esta situación que se repite todos los años y consiste en poner trabas de cualquier tipo para impedir una distribución equitativa del agua a lo largo de la cuenca perjudicando la entrega a nuestra sección, en especial la parte baja del río”.

Y aseguró que desde la sección que dirige no pierden “la esperanza de que prime la cordura entre las juntas de vigilancia y podamos lograr un acuerdo en beneficio de todos”.

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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 8 de Junio de 2022

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