EL MERCURIO – En una muestra de los avances que se han producido en el Ministerio de Obras Públicas, este ha implementado telepeajes en la Ruta 68, con lo que los automóviles con tag pueden pasar por los peajes sin detenerse. Inicialmente la velocidad máxima permitida es de 50 km/h, pero se espera que en el futuro esa reducción de velocidad ya no sea necesaria. En los planes se considera también que todas las concesiones en los alrededores de la Región Metropolitana adopten pórticos free flow antes de fines del próximo año. Esta fue una de las primeras promesas del ministro y su rápida concreción muestra una proactividad que, hasta ahora, parecía ausente en el Ministerio.
El no tener que detenerse no elimina la congestión en las autopistas, cuya causa es una capacidad que se ve sobrepasada cada vez más frecuentemente. Su ventaja es que elimina las molestas esperas en los peajes y las dificultades que se producen cuando los usuarios de los numerosos carriles de pago deben volver a las dos vías de la autopista. La congestión solo podrá ser eliminada cuando se amplíen las rutas o se construyan alternativas, pero de todas formas remover obstáculos al libre flujo tiene efectos positivos.
No ha sido fácil la negociación con los concesionarios, salvo en este caso particular. Dado que la concesión de la Ruta 68 fue licitada por el Mínimo Valor Presente de los Ingresos, el concesionario no tiene pérdidas si hay impagos, ya que la concesión simplemente se extiende hasta reunir los montos que la empresa solicitó en su oferta. Son los demás usuarios los perjudicados por el no pago de los demás. Por ello la compensación que recibió la empresa por instalar los telepeajes es por el valor de las instalaciones físicas (menos, presumiblemente, los menores costos de reducir el personal en los peajes).
En otras concesiones, el principal problema es que los concesionarios exigían que se los compensara no solo por las instalaciones que se requerían, sino también por los incobrables, que oscilan entre 3 y 4% de los pasos por el sistema. En el caso de esas rutas, se ha llegado a ciertas condiciones estándar. Por ejemplo, en la Radial Nororiente, que tiene un plazo fijo, se creó una cuenta especial de incobrables, que se va acumulando mensualmente y recibe una tasa de interés de 5%. Al finalizar el plazo de la concesión, el MOP restituye estas pérdidas acumuladas, o extiende la concesión en un plazo predefinido, como forma alternativa de compensación.
El aumento en la actividad del Ministerio de Obras Públicas no lo ha llevado hasta ahora a cometer errores. Por el contrario, se observa una política más disciplinada para atacar los problemas de infraestructura nacional. Especialmente, se aprecia capacidad para resolver los problemas que aquejaban a diversos proyectos, como es el caso actual de los telepeajes o del puente Cau Cau en Valdivia, y ojalá este empeño se extienda a hospitales como El Salvador, u otros construidos bajo la tutela del MOP.
Fuente: El Mercurio, miércoles 19 de diciembre de 2018