LA DISCUSIÓN – En enero del próximo año se iniciarán los estudios para mejorar la infraestructura ferroviaria en las que se incluyen nuevos trenes para el tramo Chillán-Santiago, para aumentar a cinco veces la frecuencia del transporte de pasajeros que actualmente cuenta con sólo dos.
La baja de usuarios desde 2009 hasta 2017 llega a un 37% debido a la disminución de frecuencias. El seremi de transportes de la Región de Ñuble, Cristóbal Jardúa, estima que las decisiones para este cambio dependerán de tal estudio a realizar en 2019, el cual debiera entregar sus resultados en marzo de ese año.
“Nos corresponde ahora analizar el estudio de demanda. Con la información que salga de éste se hará un próximo estudio en enero de 2019. Una vez teniendo esa información se podrían determinar los siguientes pasos a seguir, ya que se debe considerar el alto índice de viajes que se realizan a través de los buses en el tramo Chillán-Santiago”, explicó el seremi Jardúa.
Para el presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, Jorge Sabag, es imperioso el mejoramiento de lo que considera un elemento de desarrollo vital para nuestro país, a lo que agrega que las carreteras están colapsadas.
“Una política pública de largo plazo que debe mantener ferrocarriles es un transporte estratégico porque fue la columna vertebral del desarrollo del país durante el Siglo XIX. Actualmente las carreteras están saturadas , incluso se transportan cargas peligrosas. Las personas por mucho tiempo han solicitado que se mejore la vía férrea en el tramo Chillán-Santiago, además de tener mejor frecuencia”, afirmó Sabag.
El académico de la Universidad del Bío Bío, Benito Umaña, proyecta que el uso del tren no sólo apunta al uso de pasajeros, sino también al de carga.
“La ubicación de Ñuble es estratégica. El tren sería un medio de transporte altamente efectivo. Además, hay experiencias importantes en Europa. El tiempo de viaje que hay para ir a Santiago podría reducirse mucho a través del uso del tren. Esto implica lógicamente que se deba hacer una gran inversión en un mediano plazo ojalá”, manifestó Umaña.
El ex presidente de Ferrocarriles, Jorge Inostroza, quien antecedió al actual Pedro Pablo Errázuriz, dio cuenta que los tiempos desde Chillán hacia Santiago y viceversa, no debieran demorar más allá de dos horas 45 minutos con un tren rápido.
“La situación ideal es que desde Santiago a Chillán uno demorara dos horas 45 minutos, esto enmarcado en un proyecto de tren rápido con un costo estimado entre 500 y 600 millones de dólares. Eso le ganaría a los buses por lejos”, enfatizó Inostroza.
La carga especial proveniente de los puertos de la Región del Bío Bío es otra de las grandes posibilidades que tiene este sistema.
“La postura de ellos en general de los puertos es que se tiene que resolver la logística de los trenes. El tren es indispensable para sacar ciertas cargas. En el caso de la Región de Ñuble que está naciendo como tal, deberían ser autónomos y hacer el esfuerzo para tener liderazgo para que pasen estas cosas”, agregó Jorge Inostroza.
La macrozona central y centro-sur merecen un sistema moderno de transportes, dijo el expresidente de EFE.
“Si uno quiere construir un país sólo de lucro a partir de eso, hay un problema serio porque el tramo Santiago-Chillán es muy importante para la economía del país. El tren es el gran articulador de las dos macrozonas que más a portan al Producto Interno Bruto del país”, cerró Inostroza.
El primer semestre del próximo año podría determinar qué hacer con el tren, tanto el de pasajeros como el de carga en el tramo de Chillán-Santiago y viceversa.
Fuente: La Discusión, Lunes 24 de septiembre de 2018