MUNDO MARÍTIMO – El arquitecto naval Mario Sepúlveda Bühring presentó una propuesta para modernizar y abordar los desafíos actuales del sistema regional de puertos en Magallanes, Chile, reporta La Prensa Austral. El plan se centra en una infraestructura portuaria más adecuada, naves de mayor calado con tecnología de punta y el uso de e-combustibles, como el hidrógeno verde proyectado en la región.
Según Sepúlveda, se requiere una infraestructura adecuada para operar naves de mayor calado y diseño diferente, impulsadas por hidrógeno verde nacional y velas rígidas para aprovechar el viento en la zona. “(También falta) una visión más amplia de nuestra sociedad, de lo que es el uso del mar y el turismo internacional sustentable en nuestro país. No sólo en la Patagonia, también en Tierra del Fuego e isla Navarino”, comentó. Además, destaca la importancia de mejorar la conectividad bimodal para asegurar una conexión efectiva por tierra y mar a través del territorio chileno.
El arquitecto propone el uso de tecnología adecuada y ferris más modernos, rápidos y seguros para abordar las necesidades del transporte marítimo en la región. Por ejemplo, señala que el trayecto Puerto Natales-Puerto Yungay podría reducirse significativamente con la implementación de tecnología moderna, permitiendo viajes más cortos y eficientes.
Infraestructura y detalles posteriores
En cuanto a la infraestructura portuaria, Sepúlveda sugiere reemplazar las estructuras de hormigón fijas por rampas basculantes conocidas como “linkspans”, que se adaptan a las fluctuaciones del nivel del mar. Este enfoque, inspirado en modelos noruegos, podría mejorar el rendimiento de los puertos y permitir el uso de naves más eficientes.
Además, el arquitecto propone cambiar la ubicación de algunos terminales, como el de Puerto Yungay, para mejorar su protección contra los vientos. También destaca la importancia de considerar los e-combustibles como una alternativa al diésel en el transporte marítimo.
También aborda la necesidad de mejorar la conectividad en la Patagonia, proponiendo el uso de transbordadores que se adapten tanto al transporte de carga como al traslado de pasajeros.
Sepúlveda destaca que, aumentando la velocidad de los transbordadores y limitando los viajes a menos de 24 horas, se evitarían los costos asociados a la hotelería a bordo, permitiendo así una alternativa más atractiva y económica para los turistas nacionales e internacionales.
Además, resalta que una mejor conectividad marítima no solo beneficia a la economía regional, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de CO2 y ofrece una alternativa más sustentable al transporte terrestre a través de las carreteras trasandinas.
Fuente: Mundo Marítimo, Lunes 19 de Febrero de 2024