EL DÍA – La experta de Fundación Chile sostiene que como país estamos dentro de los 30 países más afectados a nivel mundial por la escasez hídrica y cuestiona que las obras de almacenamiento de agua sean la política que se esté utilizando para mitigar la sequía.
Claudia Galleguillos, líder de Estrategias Hídricas de Fundación Chile, analizó junto a El Día la sequía que se ha hecho sentir en los últimos años en el país y que significan grandes desafíos para adaptarse a los cambios futuros y sostener el desarrollo del país, donde las empresas juegan un rol fundamental en la gestión responsable y compartida del agua. Galleguillos sostiene que la Región de Coquimbo es uno de los lugares donde más ha impactado la escasez hídrica y que como país estamos dentro de los 30 países más afectados a nivel mundial y dentro de los cuatro que tendrá consecuencias más acelerada.
-¿Este proceso de Cambio Climático es cada más tangible?
“Es complejo porque recién estamos comenzando a dimensionar la falta de agua. No se siente aún en las zonas urbanas, porque las personas que viven en estos lugares sacan el agua de la llave que le entregan los servicios sanitarios. Sin embargo, la realidad del país en las zonas rurales se siente muy fuerte y en la agricultura igual. Sabemos que tenemos que trabajar para mitigar el cambio climático, sin embargo, Chile debe priorizar más las acciones que van hacia la adaptación ya que nuestro efecto en inversiones a la mitigación es muy bajo. Es importante avanzar en soluciones y esto requiere un cambio. Un problema que se va acentuar más porque nuestras sequías serán más prolongadas”.
-¿Las comunidades rurales y vulnerables serán las más afectadas y las que menos recursos tienen para adaptarse?
“Sobre todo las comunidades que dependen de los APR rurales o servicios sanitarios rurales y los pequeños agricultores , estos últimos deberían ser prioridad dado que generan mano de obra y una estabilidad y desarrollo local muy importante al generar el alimento. Pero estos son los más vulnerables, los que están destinados a quedarse sin agua. Uno de los problemas que puede generar es la migración del campo a la ciudad, y que está bastante estudiado, que genera más pobreza, delincuencia y otros efectos sociales. Esto sucede cuando los pequeños agricultores no pueden adaptarse a la falta de agua. En Chile el total de las zonas agrícolas está en manos del 7% de los agricultores y los pequeños son solo el 2% del territorio, pero significan un 73% de los agricultores (o mano de obra laboral agrícola) este porcentaje llevado a cantidad de agua es bien poco”.
-¿ La política país es generar grandes embalses para combatir la sequía , pero no se ve el tema social detrás?
“Nosotros en la radiografía del agua estudiamos como se movía el ciclo hídrico y cuáles eran los consumos en siete sectores productivos de todo Chile. Uno de los datos que nos llamó la atención fue el de los embalses, hicimos una modelación respecto a la evaporación que tenían estas estructuras de riego o hidroeléctricos, y lo que llama la atención es que los embalses tienen una cantidad enorme de consumo de agua a través de la evaporación del agua. Al aumentar la superficie o espejo de agua, aumenta la superficie de evaporación, sobre todo cuando están a mayor altura, mayor es la evaporación. Esta evaporación de los embalses de todo Chile alcanza al 4% del consumo nacional , estamos hablando que el agua potable en el país se consume el 6% . Entonces la pregunta es por qué no se sabe o no se ha visualizado esto, claro porque la evaporación no tiene un derecho de agua. Nosotros tenemos asociado todo el uso del agua al derecho, pero en realidad varios usos o pérdidas que no están asociadas. Por ejemplo en los embalses hidroeléctricos tienen evaporación de agua, el consumo del sector forestal también tiene un consumo que no está asociado a un derecho de agua. Entonces debemos mirar el agua dentro de su ciclo hídrico y por qué el agua está bajando en cantidades”.
-¿Se está sobre explotando las aguas subterráneas?
“Si tienes un vaso de agua y le pones diez bombillas sobre ese vaso para sacar agua, en algún momento se va a terminar. La gente no sabe que gran parte de los ciclos hídricos se están sosteniendo con aguas subterráneas y que son nuestras grandes reservas y no son eternas. En muchos países los embalses están siendo sacados porque tienen un efecto muy importante en el ciclo hídrico y como nosotros no tenemos esa cultura de mirar cómo funciona el medio ambiente, no lo vemos. En EE.UU. y Australia están sacando los embalses y es porque tienen consecuencias muy grandes aguas abajo . Es muy necesario que pase por el río porque recarga acuíferos, presta muchos servicios ecosistémicos, a la flora que es necesaria para retener sedimentos, a la fauna y la calidad del agua. Son muchos servicios que son bastantes desconocidos y muy difíciles de valorar. Las Juntas de Vigilancia están cumpliendo el rol que se les fue asignado que es repartir los derechos de agua, pero si tienes un reglamento de caudal ecológico o un código de aguas que establece un caudal al derecho de agua y no al cauce de agua, eso son los desafíos que se tienen que abordar. . Se debe hacer un cambio de paradigma y pensar ¿es realmente el embalse lo que necesitamos? Si lo que necesitamos es guardar agua, tenemos los acuíferos y porqué no se utilizan corresponde a un tema legal, no existen incentivos para usarlos, entonces estas cosas son las que se deben pensar distinto para cuidar el agua.”.
Fuente: El Día, Lunes 05 de Abril de 2021