EL SUR – Aunque falta el reglamento, el Fondo de Infraestructura S.A., que fue promulgado por la Presidenta Michelle Bachelet pocos días antes del cambio de mando, apunta a financiar, invertir y elaborar los estudios pertinentes que permitan la creación de proyectos vinculados a la infraestructura.
Este tema ha sido discutido por muchos actores, entre ellos la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc). Una voz autorizada en el tema también es la del ex ministro de Obras Públicas y director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la PUC, Hernán de Solminihac, quien participó con una exposición durante la llegada a la presidencia de Felipe Schlack en la CCHC Concepción.
El ejecutivo comentó que el gobierno actual está viendo cómo implementa la ley y por dónde va a acentuar los puntos que quiere fomentar esta iniciativa. pero es un instrumento que bien focalizado puede ser un gran aporte al desarrollo del país, fundamentalmente en áreas que Chile requiere.
“Creo que ese fondo, una vez en operación definitiva, puede ser un real gatillador a ciertas inversiones que necesita el país y que nos lleve al desarrollo”, apuntó.
VARIABLE
Agregó que en general, la infraestructura es una variable importante para que los países crezcan. En ese sentido, destacó que es necesario tener caminos, por ejemplo, para el impulso del turismo, redes eléctricas para transmitir la energía necesaria para las distintas comunas, aeropuertos, canales de regadío, entre otras cosas. Por ende, estimó que buscar mecanismos distintos a los tradicionales, como en este caso el fondo, es realmente una iniciativa interesante, que una vez implementada está seguro que habrá desarrollo en todo aspecto.
Otro tema es el de las concesiones, algo que también ha sido de alguna manera reclamado para avanzar en obras, sobre el cual De Solminihac dijo que cuando parte una iniciativa y se empieza a implementar, hay una carencia importante de obras, algunas de las cuales se ejecutan con rapidez, pero en otras hay que ser creativos para lograr rentabilidad a proyectos más lejanos a las formas tradicionales. Sin embargo, las concesiones deben seguir aportando al desarrollo y la combinación público privada son fundamentales para sacar adelante las obras, sobre todo hoy que las restricciones presupuestarias son más acotadas.
En general, afirmó que las iniciativas son muy lentas en desarrollar. Desde que nace la idea, llamar a licitación y se construyen, pasa mucho tiempo. “Ahí hay elementos que mejorar. Se deben buscar mecanismos para acelerar los procesos, lo cual tiene que ver con reglamentaciones, evaluaciones ambientales y distintos elementos dentro de los permisos. Como son obras de Estado y toman años en madurar, hay que tener una focalización para contar con una institucionalidad para mirar a largo plazo el desarrollo de las obras públicas”, analizó.
En ese aspecto, como viene la ejecución del proyecto Mapa de Arauco y aún, por ejemplo, no hay fecha para construir el Puente Industrial, el ex secretario de Estado señaló que es difícil pensar que con un concepto se van a resolver los problemas, sino más bien se debe apuntar a un cambio cultural de cómo enfrentar los desafíos para el desarrollo del país.
MIRADA
Por eso, afirmó que todos deben tener la mirada sobre lo importante que debe ser el progreso de la infraestructura y, por ende, trabajar en esa línea es parte de la modificación, porque hallar un solo instrumento de la noche a la mañana en que seremos más productivos es poco realista.
En este plano, para avanzar en infraestructura, cree que se han ido mejorando los instrumentos y la legalidad para que distintas entidades puedan participar en estos procesos y es así que actualmente está la posibilidad de que las AFP puedan entrar en los fondos sobre la materia. “Los mecanismos existen y se deben seguir perfeccionado, pero están los caminos como para que fondos privados puedan aportar al desarrollo. Además, las AFP son inversiones de largo plazo al igual que las obras de infraestructura y, por ende, habría un alineamiento entre ambas partes’, planteó.
Sobre la Región del Biobío, en general indicó que se ha levantado en su historia y que tiene mucho potencial, para lo cual debe trabajar con fuerza. Tiene desafíos en productividad y en ciertos elementos, como el capital humano.
CARBÓN
El ex secretario de Estado, quien también lideró la cartera de Minería, indicó que para potenciar a la gente de la zona trae beneficios en innovación, productividad y ser un centro de desarrollo sobre el cual Chile puede avanzar aún más.
En ese contexto, pese a que los tiempos de gloria del carbón quedaron en el pasado, cree que es interesante analizar las potencialidades que tiene cada región y ver si ese mineral sigue siendo comercializable y en general es una industria que puede seguir dando si se tienen las tecnologías para procesarlo adecuadamente.
“Siempre hay que explorar y evaluar si las características del carbón que existen acá, sumado a la industria que la usa, creo que es interesante analizarla”, expuso.
Además, a firmó que de acuerdo a lo que leyó en algún medio, aún hay unos 20 años más de sus uso hasta que se transforme todo a energías mucho más renovables y menos contaminantes, pero la tecnología que han ido avanzando ayudan a la transición o proceso de descarbonización.
Fuente: El Sur, Martes 07 de agosto de 2018