EL MOSTRADOR – La manera más constructiva de aportar hoy como expertos del urbanismo y la planificación es promoviendo soluciones realistas e innovadoras, centradas en las personas y no en discursos ideológicos. La construcción fundamentada en ideales sociales y políticos, cualquiera sean aquellos, solo es posible cuando la ciudad es pensada en el largo plazo, a través del acuerdo común y los canales que respalden la participación de las personas.
La opinión de cómo enfrentar los desafíos de la movilidad actual y el cómo hacer ciudad hoy debiera centrarse en herramientas, métodos, soluciones, propuestas. El foco, las personas. En esta línea, una alternativa es aunar los esfuerzos y recursos del MTT, a través de la gestión de tecnologías de información, big data y creación de escenarios de respuesta a contingencias y de aumento de demanda de los usuarios.
Ante las eventuales disrupciones en la red de transporte, el marco Evitar-Cambiar-Mejorar (ASIF en inglés, Avoid-Shift-Improve Framework) puede estructurar medidas basadas en indicadores, que beneficien a los distintos tipos de usuarios de la red. Primero, ‘Evitar’, por ejemplo, medidas que signifiquen que usuarios migren hacia el uso del auto, evitando subsidios a la bencina y al uso de autopistas, o cambios en las tarifas de transporte público. Una manera de mantener a los usuarios de transporte público es, por ejemplo, congelando temporalmente la tarifa valle integrada en todo horario.
Segundo, ‘Cambiar’ las estrategias actuales con medidas radicales, como entregar facilidades a ciclistas y peatones a través de implementación expedita de ciclovías anchas y seguras (que ya se ha hecho en algunas comunas céntricas). El modo fundamental de transportarse es andar a pie, por lo que la caminata debe ser asegurada con veredas de calidad, seguridad y conexión con modos de transporte público.
Mobility as a Service (MaaS) es la integración de varios modos (o servicios) de transporte en un único sistema de movilidad accesible bajo demanda de los usuarios. Hoy Chile tiene más teléfonos celulares que personas (146%), y más de un 70% de los usuarios tiene acceso a internet en su dispositivo móvil. Cualquiera de las estrategias de ‘cambio’ pueden ser facilitadas a través del actual acceso a internet móvil y la gestión de la movilidad centrada en la demanda de los usuarios de transporte.
Por último, ‘Mejorar’ la información disponible para cálculo de rutas y modos variados de transporte. Promover estrategias e incentivos al uso compartido (y no individual) de vehículos privados –por ejemplo, colectivos en sectores que hayan sido recientemente afectados por disminución de accesibilidad en transporte público–. Mejorar los canales de comunicación de rutas que han sido alteradas o modificadas. Mejorar la provisión actual de infraestructura de transporte activo (bicicletas y caminata), mejorar el acceso universal a sistemas de bicicletas compartidas, o incluso innovar con subsidios a la compra la primera bicicleta.
Varias otras medidas pueden ser sumadas al listado, el cual no está exento de complejidades y desafíos de financiamiento e implementación. Sin embargo, la consideración, discusión y priorización de estas medidas puede ser un facilitador de cambio ante el escenario actual de los desafíos de la movilidad. Si bien la planificación se debe asegurar en el largo plazo, hoy requerimos medidas urgentes que respondan a la coyuntura, que sean económicas y socialmente sustentables, y que produzcan cambios positivos si estas medidas se mantienen en el largo plazo.
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Fuente: El Mostrador, Miércoles 04 de Marzo de 2020
