CLA – En diciembre pasado se realizó de manera virtual el III Foro Latinoamericano de Infraestructura 20-21, evento organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC) y que se centró en la “Recuperación económica y empleo en la post pandemia: experiencias comparadas en América Latina y el rol de la infraestructura”.
El foro -que fue seguido por más de 280 personas- contó con la participación de Eduardo Frei, presidente del Consejo de Política de Infraestructura de Chile; Yolanda Martínez, representante del BID en Chile; Carlos Cruz, director ejecutivo del CPI; José Agustín Aguerre, gerente, sector de infraestructura y energía del BID; Arnoldo Wiens, ministro de obras públicas y comunicaciones de Paraguay; Ángela María Orozco, ministra de transporte de Colombia; Paolo Mauro, subdirector de finanzas públicas del Fondo Monetario Internacional; Alfredo Moreno, ministro de obras públicas de Chile; Sergio Torretti, presidente de FIIC; Mauro Alem, sector lead – infraestructura, BID; y Antonio Silveira, vicepresidente de CAF.
El presidente del CPI y ex presidente de Chile, Eduardo Frei, destacó la necesidad de replicar en América Latina acuerdos de cooperación, como los que existen en Asia y Europa. Según el ejecutivo un factor fundamental para salir de la crisis de manera competitiva es la unión y el compartir información, destacando en este sentido, la importancia de la integración Latinoamericana en el desarrollo y la reactivación económica. “Podemos partir realizando proyectos conjuntos en áreas como la infraestructura y la energía, entre otros”, comentó, “necesitamos tener una integración física para la infraestructura y la logística si queremos ser competitivos”, añadió.
Uno de los puntos destacados por el ex mandatario es el acceso a la infraestructura de salud de la región. “Si estuvieran construidos los hospitales necesarios, quizás se habría mitigado de mejor forma la pandemia”, señaló.
De acuerdo con Frei es fundamental que la infraestructura se defina como una política de Estado, más allá de los gobiernos de turno, y que la inversión se complemente con el sector privado. “El sector privado debe estar aliado con el sector público”, enfatizó.
DESAFÍO EN LO SOCIAL
Los desafíos de la infraestructura son también desafíos del desarrollo, señaló Yolanda Martínez, representante del BID en Chile. “Nuestra región necesita adelantar esfuerzos para mejorar la cobertura, calidad y resiliencia de servicios básicos de infraestructura, y las brechas son significativamente amplias en la región. Por ejemplo, somos la región que más gasta en servicios de infraestructura y la calidad de ella, si bien ha mejorado en la última década, está a la par de algunos países del norte de África y mira de lejos a las economías más avanzadas”, comentó la representante del BID en Chile, Yolanda Martínez.
Las brechas son significativas entre lo urbano y lo rural y también entre distintos servicios. Mientras que en agua potable y electricidad hay cerca de un 90% de cobertura, el alcantarillado cubre solamente un 60%. Y en estos tiempos de pandemia, donde el mundo digital se ha hecho cada vez más fuerte, Martínez destacó que en el Cono Sur la cobertura de internet es del 73%, en Centroamérica es de un 63% y de apenas un 51% en el Caribe. “Adicionalmente a la brecha de cobertura, está la brecha de uso, la brecha de ciber seguridad y la brecha de la gobernanza de millones de datos que generamos cuando estamos conectados en internet”, detalló, y explicó que de los 26 países con los que trabaja el BID, sólo 16 tienen una agenda digital como política de estado, 12 tienen una política de ciber seguridad, seis están trabajando estrategias nacionales de inteligencia artificial, y sólo tres han establecido planes de consulta sobre despliegue de tecnología 5G.
Sostuvo que es necesario pasar a una fase de recuperación más sostenible y acelerar la transición a economías sustentables, poniendo énfasis en el empleo. Asimismo, afirmó que la infraestructura debe estar más centrada en los servicios que presta a las personas, más que en cualquier otro aspecto.
VISIÓN DIMENSIONAL
Del mismo modo, José Agustín Aguerre, gerente de infraestructura y energía del BID, comentó que la infraestructura no debe ser observada como un fin, sino como un medio de servicio a la población. Este enfoque de la infraestructura como servicio -explicó- debería contemplar tres dimensiones:
Acceso: aunque América latina ha logrado avances importantes, aún quedan unos 20 millones de latinoamericanos sin luz; unos 25 millones de personas sin acceso a agua potable y cientos de millones sin saneamiento, por tanto, sigue existiendo un importante déficit.
Calidad: el ejecutivo explicó que existen países con 20% o 30% de su red vial en mal estado, o países con cerca de 20 días de apagones al año, por ejemplo.
Asequibilidad: es decir, que la gente pueda pagar por los servicios que se le ofrecen. Según Aguerre en la región se gasta más que en otros lados en electricidad, agua, transportes y comunicaciones. “Aquí la mitad más pobre de la población gasta alrededor del 15% del sueldo en infraestructura; en Asia Central, el 12% y en el África Subsahariana, el 10%”, indicó.
De acuerdo con el ejecutivo, estás tres dimensiones están produciendo una infinidad de cambios en cómo se entregan estos servicios y recordó como, por ejemplo, el alza en el precio del transporte -en un contexto en que esos servicios ya eran considerados caros y deficientes- detonó las protestas de malestar social en Brasil en 2013 y recientemente en Ecuador y Chile.
“Este escenario obliga a invertir más en servicios básicos e infraestructura; estimular la competencia de innovación, priorizando calidad del servicio y no precios más bajos a la hora de adjudicar; y finalmente, instalar reformas regulatorias concretas que serán la clave para modernizar los servicios en cada sector”, enfatizó.
OPORTUNIDAD GUBERNAMENTAL
Paolo Mauro, subdirector de finanzas públicas del FMI, mencionó que estamos frente a una oportunidad para que los gobiernos pueden desempeñar un papel importante. “Hemos visto que los países de bajos ingresos han disminuido sus gastos de inversión pública siendo que en estos casos debería convertirse en una prioridad absoluta. Mejorando su práctica, lograrían un aumento muy fuerte en la eficiencia y esa proporción es similar a la que tienen las economías emergentes de todo el mundo. Es una oportunidad mayor a la que tienen los países de economías más avanzadas”, afirmó.
En esta misma línea, el presidente de la FIIC, Sergio Torretti, resaltó que la infraestructura es de un gran valor social. “Constructores y gobiernos, conjuntamente, debemos resaltar para enamorar a la población de las bondades que otorga en su día a día, mejorando la calidad de vida de las personas y sus entornos”, afirmó.
PRÓXIMOS EVENTOS
El Foro se prolongará durante marzo y agosto del próximo año, con sesiones similares, con el objetivo de transformarse en el principal espacio de convocatoria de la región para intercambiar experiencias y colaboración acerca de estas materias.
Fuente: CLA, Lunes 08 de Febrero de 2021