EL MERCURIO DE VALPARAÍSO – Como una muy buena noticia calificó el director ejecutivo del Consejo Políticas de Infraestructura (CPI), Carlos Cruz, la determinación del Ministerio de Obras Públicas de fijar para 2025 la licitación del tren Valparaíso-Santiago, al igual que la presentación a fines de año de los resultados del trazado por parte del Presidente Gabriel Boric, corno lo reiteró el sábado el titular de la cartera, Juan Carlos García.
A la gestión que realizan los ministerios de Transportes y Hacienda para determinar cuál sería la ruta más conveniente, Carlos Cruz “sugeriría también sumar al Ministerio de Vivienda, porque creo que la definición del trazado Santiago-Valparaíso puede ser una buena forma de incorporar territorios que hoy día está un poco alejados, para resolver los problemas de vivienda que tiene que enfrentar ese ministerio”, agregó el ejecutivo. “Creo que este trabajo interministerial, los anuncios del Presidente y el compromiso de llamar a un proceso de licitación a partir del 2025 apuntan en una dirección muy importante en términos de la integración de Santiago con Valparaíso, y a la vez de la contribución a mejores condiciones de vida a través del modo ferroviario”.
RENTABILIDAD SOCIAL
–Está en definición el trazado, que es una cuestión primordial en este proyecto, pero también está el tema de la rentabilidad social. ¿Cuál le parece que es la fase más crítica de lo que viene?
– Respecto de la rentabilidad social soy bien crítico de los criterios con los que se valora este tipo de proyectos. Por lo tanto, si a mí me dicen que el Presidente lo va a aprobar independientemente del valor de la rentabilidad social, yo me voy a poner detrás del Presidente, porque creo que es lo que hay que hacer. No podemos estar sometidos a restricciones que de repente son excesivas, para llevar adelante proyectos que a juicio de muchos tienen una importancia muy significativa. El tema de la rentabilidad social no es un problema. Lo que sí es problemático es el costo que puede tener un proyecto de esta naturaleza, fundamentalmente si es que los terrenos que se decide utilizar para este efecto son de alto valor económico. Por lo tanto, creo que hay que conjugar una ecuación razonable respecto de la importancia de este proyecto, el trazado y el costo que se está dispuesto a pagar por las expropiaciones.
– A estas alturas del desarrollo de Chile, ¿el tema del trazado es una complicación demasiado grande o no?
– Es una complicación en la medida en que atraviese por zonas que son económicamente muy productivas, porque implica expropiar a altos costos. Entonces, creo que es muy importante buscar un trazado adecuado que permita disminuir los costos de expropiaciones, pero tampoco extender el tiempo de viaje entre Santiago y Valparaíso más allá de un cierto nivel para hacerlo efectivamente atractivo. Es un tema muy complejo, me parece bien que se lo estén tomando con calma y que lo miren con detención.
– ¿Cuáles son las expectativas del CPI sobre este proyecto?
– Nosotros siempre hemos sido muy favorables a este proyecto por varias razones. Primero, porque nos parece que es una forma de integrar probablemente a las dos ciudades más importantes de Chile, el Gran Valparaíso con Santiago, sin desmerecer la importancia que tiene Concepción y todo su entorno.
Pero en términos de potencialidad, la integración de Santiago con Valparaíso -ciudad que ha tenido un importante deterioro- implica un tremendo aporte al desarrollo tanto de la calidad de vida de las personas como de las actividades productivas. En consecuencia, creemos que es un tremendo proyecto desde el punto de vista del impacto que puede tener en la comunidad y del impacto económico para efectos de asegurar un desarrollo productivo tanto de Santiago, pero principalmente, de la zona costera de Chile.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso, Lunes 26 de Septiembre de 2022