LA REPÚBLICA – Sudamérica está a punto de presenciar la culminación de uno de sus proyectos más ambiciosos y transformadores. Un país de este subcontinente, alberga las obras del Puente Chacao, el cual avanzan a paso firme, que busca permitir la conectividad regional, fortalecer la economía local y el turismo. Este puente, que será el más largo de su tipo dentro de América Latina, simboliza un hito en la ingeniería y la infraestructura regional.
Situado sobre el canal de Chacao, este puente colgante se extiende por 2.7 kilómetros, conectando la isla de Chiloé con el resto del país sudamericano. La construcción de esta obra monumental no solo representa un desafío técnico, sino también un compromiso con el desarrollo sostenible, buscando minimizar el impacto ambiental en una de las zonas más prístinas y biodiversas del país.
El país de Sudamérica que viene construyendo el Puente Chacao
En el sur de Chile, el desarrollo del Puente Chacao avanza significativamente, con una finalización prevista entre finales de 2025 y principios de 2026. Este coloso de la ingeniería, al alcanzar el 44% de progreso, se extenderá por 2.750 metros a través del Canal de Chacao, conectando el continente con la Isla Grande de Chiloé. La estructura contará con tres imponentes pilares de hormigón armado y dos vanos principales, reduciendo el tiempo de cruce de 30 minutos a solo tres.
El viaducto, además de su funcionalidad, promete ser una obra icónica por su capacidad para manejar más de 12,000 vehículos diarios en sus cuatro pistas. Destacará por su diseño robusto con una altura superior a los 50 metros, garantizando su operatividad durante todo el año sin la necesidad de ferries. Con un diseño previsto para durar 100 años, este puente ofrece también un área de servicios y accesos completos de 13.8 kilómetros.
Una inversión de más de CLP$ 714 mil millones
El puente, ubicado sobre el canal de Chacao, se convertirá en el más largo de América Latina con 2.750 metros, uniendo las zonas de Punta Coronel y Punta Gallán. Esta conexión es crucial para la movilidad, además de la cohesión social y económica entre las regiones conectadas. La ubicación de las pilas del puente, incluida una central en la “Roca Remolinos”, es testimonio del desafío ingenieril y de adaptación al clima adverso de la zona.
Además de reducir drásticamente los tiempos de viaje de hasta 50 minutos a solo tres, el puente facilitará una movilidad constante a lo largo de todo el año gracias a sus cuatro pistas dedicadas al tráfico vehicular. Esta mejora en la infraestructura es esperada ansiosamente por los habitantes y visitantes de la región, prometiendo transformar la dinámica de transporte local.
La inversión de más de CLP$ 714 mil millones refleja la magnitud del compromiso del gobierno con el desarrollo y la integración nacional. Una vez se complete, el Puente Chacao servirá como un vínculo vital en la Ruta 5, conectando de Arica a Quellón y consolidando la infraestructura vial de Chile de manera continua y permanente. Este proyecto no solo es una hazaña de ingeniería, sino también un pilar en la visión de un Chile más conectado y accesible.
¿Cuál es la importancia del Puente Chacao en América Latina?
El Puente Chacao, al sur de Chile, es crucial en América Latina por su escala y los beneficios que aportará. Según el subsecretario de Obras Públicas en 2015, el puente facilitará un mayor desarrollo en diversas áreas críticas para la Isla Grande de Chiloé, incluyendo la economía, la educación, la salud, y el turismo, mejorando significativamente la calidad de vida de sus habitantes.
Con una inversión de 772 millones de dólares y el empleo de un millar de personas, el puente no solo es un proyecto de infraestructura masiva, sino también un catalizador económico significativo para la región. Además, su diseño y construcción destacan por una alta complejidad técnica y el uso de avanzadas tecnologías, lo que refuerza su posición como una estructura icónica en la ingeniería latinoamericana.
Fuente: La República, Martes 02 de Julio de 2024