ESTRATEGIA – La economía chilena, ha enfrentado diversos desafíos en la última década. Una de las áreas con mayor relevancia en este contexto es el sector de la construcción, que no solo juega un papel crucial en el desarrollo de infraestructura, sino también en la creación de empleo y en la generación de actividad económica.
El reciente Índice Mensual de Actividad Económica (IMACEC) refleja que no se ha registrado crecimiento en comparación con periodos anteriores. Este estancamiento en la actividad económica es particularmente preocupante, ya que pareciera ser un signo de problemas estructurales o cíclicos en la economía del país. Algunos datos preocupantes de la CChC indican que entre el año 2016 y el 2025, la tasa de inversión en el sector de la construcción caería drásticamente a un 0,9%. Este descenso es alarmante si se compara con el robusto aumento del 5% que se experimentó entre 2006 y 2015, un periodo que estuvo marcado por un auge en proyectos de infraestructura, un acceso más fácil al crédito y una política económica con incentivos favorables.
El sector de la construcción no solo ha sido y es un motor de crecimiento, sino también es vital en la creación de empleo. Según datos disponibles, este sector representa aproximadamente el 8% del empleo total del país, lo que resalta su significancia dentro del contexto laboral nacional. Los empleos en la construcción incluyen una diversidad de roles, desde la mano de obra en proyectos de edificación, hasta trabajadores especializados en tecnologías, ingeniería, logística y planificación urbana.
Dado el crecimiento nulo observado, la falta de inversión en infraestructura resulta en un deterioro de las condiciones de vida, ya que proyectos de construcción son fundamentales para mejorar la calidad de la vivienda, las redes de transporte y otras estructuras necesarias para la vida urbana moderna. La limitada actividad del sector de la construcción repercute en el crecimiento de otras industrias vinculadas, como la manufactura de materiales, los servicios de transporte y la logística.
Factores como la incertidumbre política, las fluctuaciones en la economía global, y los cambios en la normativa económica y ambiental están incidiendo en la confianza de inversionistas de este sector. En consecuencia, es imperativo un diálogo más fluido entre los representantes del sector y las autoridades correspondientes para idear e implementar de una vez por todas políticas públicas que fomenten la inversión en el sector, tales como la agilización de permisos de construcción y mayores incentivos fiscales para proyectos de vivienda social. Sin embargo, no basta con el concurso de autoridades gremiales y de autoridades de gobierno, en este ámbito el rol del Congreso es fundamental y creo no han estado a la altura. La inversión en infraestructura no solo generará empleo, sino que también estimulará la economía en su conjunto, creando un efecto multiplicador positivo.
Américo Ibarra Lara
Director
Observatorio en Política Pública del Territorio
Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido
Universidad de Santiago de Chile
Fuente: Estrategia, Jueves 07 de Noviembre de 2024