Jueves, Enero 9, 2025

El desafío logístico de la industria del hidrógeno verde y sus derivados en la zona austral del país

AGENDA MARÍTIMA – Una de las grandes apuestas de Chile es la implementación de la industria del hidrógeno verde y sus derivados H2V, y en Chile existen tres regiones del país en las que actualmente se están desarrollando iniciativas: Antofagasta, Valparaíso y Magallanes. Se estima que en los próximos años serán, al menos, cinco proyectos los que se albergarán en la zona austral, de ahí la importancia de generar un plan que permita contar con la infraestructura habilitante necesaria para un proyecto de grandes dimensiones.

En diciembre de 2024 se presentó el Plan de Desarrollo Logístico para la Región de Magallanes, diseñado para fomentar la infraestructura logística, portuaria y de uso público en la zona. Este plan busca responder a los desafíos asociados al crecimiento potencial de la industria del hidrógeno verde y sus derivados, además de guiar las decisiones del Estado en relación con la infraestructura habilitante necesaria para esta industria en la región.

Destaca la colaboración interministerial entre el Ministerio de Energía, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones y el Ministerio de Obras Públicas, junto con el apoyo del Gobierno Regional de Magallanes. También participan actores clave como las empresas públicas ENAP y Empresa Portuaria Austral, así como el rol de la academia para el desarrollo del Plan, liderada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en coordinación con la Universidad de Magallanes (UMAG). El objetivo es desarrollar una cartera de proyectos que incluyen plataformas portuarias, rutas, sistemas de información, iniciativas de sostenibilidad y mecanismos de gobernanza eficientes.

“Con miras a que las iniciativas proyectadas alcanzan unos 60 mil millones de dólares para una potencia eólica de 19 GW y un total de producto exportado (hidrogeno verde y derivados) que ascenderá a 8,5 millones de toneladas al año, equivale a una inversión a 20 años de PIB regional”, explicaron Álvaro Peña Fritz y Alex Paz Becerra, académicos de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV y consejeros del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).

Álvaro Peña, consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI). Foto: PressNet

De acuerdo a los expertos, el análisis indica que las capacidades actuales en los diversos ámbitos logísticos de la región son bajas respecto a la demanda que requerirá la industria del H2V y se plantea que deben existir ampliaciones en los terminales de la Empresa Portuaria Austral y de ENAP. “Al mismo tiempo se debe incorporar capacidad a través de puertos de iniciativas privadas entre las que se destacan, en las bahías San Gregorio, Posesión, Seno Otway, Cabo Negro, Clarencia y Bahía Grande”.

“El objetivo es que la región de Magallanes cuente con plataformas marítimas de calidad no solo para exportar el producto, sino que para ampliar su capacidad logística actual e importar además los insumos que se requieren para la construcción de instalaciones que produzcan hidrógeno y sus derivados. Al mismo tiempo, se deben implementar y ampliar rutas para las zonas generación de energía, incorporar segundas calzadas y obras anexas en la Ruta 9, ampliaciones de rutas en las áreas circundantes a terminales marítimos y aeropuertos, con estándares de calidad y niveles de seguridad, dado el alto tráfico que tendrán esas vías”, señalaron los consejeros del CPI.

En cuanto a la gobernanza, los académicos de la PUCV señalaron que este plan debe tener una coordinación adecuada entre quienes toman las decisiones con el fin de actualizar y llevar adelante las obras requeridas, además indican que el Estado debe ser un facilitador para contar con infraestructura eficiente y oportuna. “Que la región priorice iniciativas de este tipo -por la vía de las concesiones o bien inversión directa- sería deseable en el corto plazo, dado que algunos de los proyectos ya están siendo tramitados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, sostuvieron.

La logística es fundamental en la construcción de las estructuras. Foto: Plan de Acción del Hidrógeno

Un proyecto de grandes dimensiones en Magallanes

Pero, ¿qué significa construir y operar por ejemplo 10GW en materias como la laboral? Álvaro Peña explicó que una de las grandes ventajas de este tipo de proyectos es la generación de empleo para la región de Magallanes hasta donde, de acuerdo a los cálculos, podrían llegar más de 10 mil trabajadores durante el peak de la construcción de las obras requeridas.

En el detalle, para construir y operar 10GW se necesitan 1.500 turbinas eólicas, más de 500 kilómetros de líneas AT/MT, más de 500 ductos H2O/H2/NH3, módulos prefabricados, trenes de Haber-Bosch, transformadores, estanques de agua/H2/NH3, electrolizadores y plantas desaladoras. Además, puertos, muelles, rampas, rutas, caminos que se deben construir o adaptar, máquinas a operar como excavadoras, camiones tolvas, betoneras, camionetas, buses, grúas y perforadoras.

Todo esto podría generar un movimiento que implica la presencia de más de mil barcos que desembarcarán materiales en los puertos, sin contar los más de 15 mil camiones que se deberán mover entre los puertos y los proyectos. Sin duda, una industria de grandes dimensiones que necesita de una planificación y un plan de desarrollo logístico que permita llevar adelante un proyecto como el desarrollo de la industria del desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados, en la Región de Magallanes.

La fuerza laboral para levantar estas iniciativas también es de grandes dimensiones. Los expertos calculan que en la fase de construcción se necesitarán, al menos, 10 mil trabajadores durante el peak de los empleos. De este total un 90% deben ser técnicos calificados y el 5% mano de obra no calificada, luego, un 2,5% de ingenieros de proyectos y 2,5% de personal administrativo.

Ya en la fase de operación la cifra de trabajadores se reduce a 1.500 de los cuales el 95% deben ser técnicos calificados, mientras que el restante 5% se divide entre ingenieros de operación y mantenimiento, más el personal administrativo necesario para el desarrollo de las operaciones.

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Fuente: Agenda Marítima, Miércoles 8 de Enero de 2025

AGENDA MARÍTIMA – Una de las grandes apuestas de Chile es la implementación de la industria del hidrógeno verde y sus derivados H2V, y en Chile existen tres regiones del país en las que actualmente se están desarrollando iniciativas: Antofagasta, Valparaíso y Magallanes. Se estima que en los próximos años serán, al menos, cinco proyectos los que se albergarán en la zona austral, de ahí la importancia de generar un plan que permita contar con la infraestructura habilitante necesaria para un proyecto de grandes dimensiones.

En diciembre de 2024 se presentó el Plan de Desarrollo Logístico para la Región de Magallanes, diseñado para fomentar la infraestructura logística, portuaria y de uso público en la zona. Este plan busca responder a los desafíos asociados al crecimiento potencial de la industria del hidrógeno verde y sus derivados, además de guiar las decisiones del Estado en relación con la infraestructura habilitante necesaria para esta industria en la región.

Destaca la colaboración interministerial entre el Ministerio de Energía, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones y el Ministerio de Obras Públicas, junto con el apoyo del Gobierno Regional de Magallanes. También participan actores clave como las empresas públicas ENAP y Empresa Portuaria Austral, así como el rol de la academia para el desarrollo del Plan, liderada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en coordinación con la Universidad de Magallanes (UMAG). El objetivo es desarrollar una cartera de proyectos que incluyen plataformas portuarias, rutas, sistemas de información, iniciativas de sostenibilidad y mecanismos de gobernanza eficientes.

“Con miras a que las iniciativas proyectadas alcanzan unos 60 mil millones de dólares para una potencia eólica de 19 GW y un total de producto exportado (hidrogeno verde y derivados) que ascenderá a 8,5 millones de toneladas al año, equivale a una inversión a 20 años de PIB regional”, explicaron Álvaro Peña Fritz y Alex Paz Becerra, académicos de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV y consejeros del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).

Álvaro Peña, consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI). Foto: PressNet

De acuerdo a los expertos, el análisis indica que las capacidades actuales en los diversos ámbitos logísticos de la región son bajas respecto a la demanda que requerirá la industria del H2V y se plantea que deben existir ampliaciones en los terminales de la Empresa Portuaria Austral y de ENAP. “Al mismo tiempo se debe incorporar capacidad a través de puertos de iniciativas privadas entre las que se destacan, en las bahías San Gregorio, Posesión, Seno Otway, Cabo Negro, Clarencia y Bahía Grande”.

“El objetivo es que la región de Magallanes cuente con plataformas marítimas de calidad no solo para exportar el producto, sino que para ampliar su capacidad logística actual e importar además los insumos que se requieren para la construcción de instalaciones que produzcan hidrógeno y sus derivados. Al mismo tiempo, se deben implementar y ampliar rutas para las zonas generación de energía, incorporar segundas calzadas y obras anexas en la Ruta 9, ampliaciones de rutas en las áreas circundantes a terminales marítimos y aeropuertos, con estándares de calidad y niveles de seguridad, dado el alto tráfico que tendrán esas vías”, señalaron los consejeros del CPI.

En cuanto a la gobernanza, los académicos de la PUCV señalaron que este plan debe tener una coordinación adecuada entre quienes toman las decisiones con el fin de actualizar y llevar adelante las obras requeridas, además indican que el Estado debe ser un facilitador para contar con infraestructura eficiente y oportuna. “Que la región priorice iniciativas de este tipo -por la vía de las concesiones o bien inversión directa- sería deseable en el corto plazo, dado que algunos de los proyectos ya están siendo tramitados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, sostuvieron.

La logística es fundamental en la construcción de las estructuras. Foto: Plan de Acción del Hidrógeno

Un proyecto de grandes dimensiones en Magallanes

Pero, ¿qué significa construir y operar por ejemplo 10GW en materias como la laboral? Álvaro Peña explicó que una de las grandes ventajas de este tipo de proyectos es la generación de empleo para la región de Magallanes hasta donde, de acuerdo a los cálculos, podrían llegar más de 10 mil trabajadores durante el peak de la construcción de las obras requeridas.

En el detalle, para construir y operar 10GW se necesitan 1.500 turbinas eólicas, más de 500 kilómetros de líneas AT/MT, más de 500 ductos H2O/H2/NH3, módulos prefabricados, trenes de Haber-Bosch, transformadores, estanques de agua/H2/NH3, electrolizadores y plantas desaladoras. Además, puertos, muelles, rampas, rutas, caminos que se deben construir o adaptar, máquinas a operar como excavadoras, camiones tolvas, betoneras, camionetas, buses, grúas y perforadoras.

Todo esto podría generar un movimiento que implica la presencia de más de mil barcos que desembarcarán materiales en los puertos, sin contar los más de 15 mil camiones que se deberán mover entre los puertos y los proyectos. Sin duda, una industria de grandes dimensiones que necesita de una planificación y un plan de desarrollo logístico que permita llevar adelante un proyecto como el desarrollo de la industria del desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados, en la Región de Magallanes.

La fuerza laboral para levantar estas iniciativas también es de grandes dimensiones. Los expertos calculan que en la fase de construcción se necesitarán, al menos, 10 mil trabajadores durante el peak de los empleos. De este total un 90% deben ser técnicos calificados y el 5% mano de obra no calificada, luego, un 2,5% de ingenieros de proyectos y 2,5% de personal administrativo.

Ya en la fase de operación la cifra de trabajadores se reduce a 1.500 de los cuales el 95% deben ser técnicos calificados, mientras que el restante 5% se divide entre ingenieros de operación y mantenimiento, más el personal administrativo necesario para el desarrollo de las operaciones.

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Fuente: Agenda Marítima, Miércoles 8 de Enero de 2025

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