CPI – Así lo relevaron los ediles de Peñalolén y La Florida en diálogo organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), quienes enfatizaron que sin la participación de los privados será imposible -dada la restricción de fondos públicos- realizar proyectos que son clave para la ciudadanía.
La necesidad de aumentar la inversión pública privada para reducir las brechas urbanas que existen en el país, destacaron los alcaldes de Peñalolén, Carolina Leitao, y de La Florida, Rodolfo Carter, al participar en el diálogo “Impacto de la infraestructura en los territorios; miradas desde las comunas”, organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura.
Ambos ediles se mostraron partidarios de buscar nuevas fórmulas que permitan una mayor participación de los privados en el desarrollo de proyectos que hoy es imposible asumir dadas las restricciones presupuestarias del Estado.
“Es necesario avanzar en mecanismos que permitan ampliar, por ejemplo, el Financiamiento Urbano Compartido u otros que nos permitan disminuir brechas a través de una asociación público-privada para abordar por esa vía proyectos que jamás podremos desarrollar con fondos públicos”, afirmó Carolina Leitao.
En la misma línea, Rodolfo Carter sostuvo que “las concesiones tendrán que volver pues el Estado no tiene los recursos y es necesario incorporar a privados. Lo importante es dar valor, que una autopista tenga el mismo valor que un parque tanto en la adquisición, desarrollo y mantención de éste. Lo que se necesita es una estabilidad jurídica a través de los resultados de la Convención Constitucional y un ambiente intelectual generoso”.
El encuentro buscó analizar las principales deficiencias que se presentan en el país -y que es necesario abordar con urgencia-, en materia de infraestructura urbana. Al respecto, la coordinadora del grupo Infraestructura y Ciudad del CPI, Francisca Astaburuaga remarcó, que es indispensable focalizar la inversión en la superación de las brechas urbanas, especialmente en los sectores más vulnerables, generando estrategias coordinadas entre ministerios, gobiernos regionales y municipios, que permitan dar solución a problemas urgentes como, por ejemplo, el acceso a servicios básicos.
“Hay que priorizar -explicó- infraestructuras que construyan equidad territorial distribuida, creando bienes públicos, espacios comunitarios, equipamientos e infraestructuras sociales, avanzando en la implementación de la “ciudad de 15 minutos” como objetivo orientador, generando multifuncionalidad local a partir del mejoramiento de los barrios”.
En este concepto, detalló, caben iniciativas que van desde el mejoramiento de veredas hasta canalización de las aguas lluvia, por ejemplo. En suma, el conjunto de redes y sistemas que transforman el territorio en un espacio habitable para una comunidad urbana.
Entre las más prioritarias de abordar en las comunas del país, mencionó completar red de agua y alcantarillado; invertir en seguridad hídrica urbana; incorporar variables de cambio climático en la definición de las futuras obras de manejo de riesgos e inundaciones; fomentar la inversión en conectividad digital; y garantizar la resiliencia y seguridad del suministro energético, entre otras.
Otra área esencial para disminuir las brechas es el transporte donde Francisca Astaburuaga destacó como hitos claves, promover un mayor uso de modos de transporte sustentables; mejorar el estándar de la infraestructura de micro movilidad de los barrios; impulsar proyectos que consoliden redes de transporte público sostenibles y multimodales; mejorar la integración de la infraestructura de transporte logístico a la operación y vida diaria de las ciudades e incorporar criterios de inclusión en el diseño de toda infraestructura de movilidad y transporte.
Coincidente con estos puntos, una encuesta realizada a los asistentes al diálogo reveló que una mayoría de ellos considera urgente realizar mejoras en la experiencia del transporte público (ciclovías y el Metro) y focalizar la inversión en infraestructura pública en comunas de escasos recursos para lograr equidad territorial.
Francisca Astaburuaga dijo que para que todas estas tareas se puedan abordar, es importante “perfeccionar el gobierno regional para que tenga las atribuciones que se necesitan y podamos transformar a los municipios en gestores, como ocurre en otras partes del mundo, donde tienen mucha más capacidad de incidir en sus territorios y de convocar al mundo privado e inventar negocios conjuntos, en post del bien de las comunidades”.
Acciones comunales
La alcaldesa Leitao, comentó el trabajo que está desarrollando el municipio a través de un Plan Regulador integrado por cinco Planes Maestros, con el fin de poder abordar el diseño urbano a la escala del espacio público. Algunos de sus objetivos son: Lograr equidad en infraestructura entre los distintos macrosectores de la comuna; incorporar a la comunidad en la toma de decisiones de las intervenciones barriales; proyectar vialidades para resolver accesibilidades en los barrios e identificar necesidades de equipamiento barrial y su ubicación estratégica.
Para concretar este proyecto, es vital dijo la participación ciudadana, para lo cual la Municipalidad de Peñalolén está trabajando en diversas iniciativas que la hagan más efectiva.
“No hay que tenerle miedo a la participación, lo que hay que hacer es conducir las necesidades, las rabias y lo que la gente quiere para sus barrios y su ciudad. No hay que confundir la participación de la gente que vive en un entorno con los grupos de presión, eso hay que acogerlo también, pero es distinto a la comunidad. Hay que ir abriendo espacios de participación para que la gente opine, pero también que se comprometa”, opinó Leitao.
Complementó el alcalde de La Florida, añadiendo que “lamentablemente hoy la participación ciudadana es no vinculante y va a tener que serlo en algún minuto. La participación es la base de la legitimidad de cualquier proyecto urbano y tiene que permitir que todas las voces se expresen”.
Fuente: CPI, Miércoles 01 de Septiembre de 2021
