PAUTA – Polémica ha generado en Canadá, España y Gran Bretaña la idea de la “ciudad de los 15 minutos”, proyecto acusado por grupos políticos de ser un plan para encerrar a la población en su barrio, un intento de fraccionar las ciudades en guetos identitarios, cerrar las calles al tráfico y quitar la libertad de los vecinos.
El gran impulsor de esta iniciativa ha sido el arquitecto y urbanista francocolombiano Carlos Moreno, quien propuso un modelo de reorganización para las ciudades, de modo de que sean fácilmente abordables en bicicleta o a pie. El modelo ha sido ampliamente acogido por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, a quien Moreno asesora hace unos años.
Desmitificando la “ciudad de los 15 minutos”: la columna de Pablo Allard
En su columna en Plaza Pauta, de Radio Pauta, el arquitecto, urbanista y decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo (UDD), Pablo Allard, planteó que “todas estas teorías de conspiración y los ataques a este concepto son parte del trauma post cuarentena, porque se masificó y se puso de moda durante la pandemia”.
“El gran mérito de Carlos Moreno fue, primero, conceptualizar en una idea que es muy fácil de entender desde el ciudadano de a pie hasta el político o el empresario más influyente. Porque cuando te dicen ‘ciudad de 15 minutos’, uno se imagina que en 15 minutos puede satisfacer todas sus necesidades”, comentó.
Sin embargo, a juicio de Allard, “esto no es un invento, ni volver a inventar la rueda. Es volver a reconocer y recuperar el carácter que tenían los barrios y las ciudades hasta mediados del siglo XX”.
“Lo que hace Moreno es decir, para las grandes metrópolis, para las grandes ciudades, donde empezamos a ver dinámicas de segregación y el acceso a los bienes y servicios no es el mismo para todos, y hay grandes barrios que tienen tremendas carencias de bienestar territorial. Por qué no promover la idea de inyectar equipamiento, infraestructura y comercio en esos barrios que están postergados en las periferias, de manera de que la gente pueda resolver la mayor cantidad de acciones diarias sin tener que salir del barrio”, afirmó.
Según el arquitecto, esto no es “una exacerbación del gueto”, sino que “apunta a generar barrios más diversos, no más homogéneos. Además, gran parte de los servicios, comercios y actividades que faltan en esos barrios van a traer a nuevos vecinos y visitantes. Aquí hay un poco de trauma postpandemia”.
Para el decano de Arquitectura de la UDD, las críticas se explican por razones políticas y técnicas. En relación a lo político, “la fuerte vinculación que tiene Moreno con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, politizó el término, asociado mucho con el socialismo progresivo, lo que en cierta medida ha alimentado todas estas teorías de conspiración. Eso es lo peor que le puede pasar a un concepto urbano que uno quiere que sea de consenso”.
Desde el punto de vista técnico, “cuando se dice que se propone la prohibición del auto, el cierre de calles, y forzar a todos a usar bicicleta, también es una distorsión, porque eso sólo se da en centros urbanos con alta congestión, donde existen alternativas de transporte público de calidad. Un ejemplo de eso es el centro de París”.
“Pero prohibir el ingreso de vehículos no es recomendable en zonas periféricas, que es donde es más valioso este concepto. La ciudad de los 15 minutos no es un dogma, no pretende reemplazar las dinámicas a escala metropolitana. Siempre va a haber servicios que no van a estar en cada barrio, la idea es que los barrios se complementen y coexistan dichos programas con la vida de cada barrio. Más que prohibir el uso de los automóviles, hay que promover el uso racional del vehículo particular y darle prioridad al transporte público masivo y a la movilidad activa”, sostuvo.
Pablo Allard explicó que el origen de este concepto está “en la ciudad medieval. La ciudad surge desde el principio de la proximidad, como el lugar donde convergen el intercambio de ideas, bienes y servicios. Eso requiere proximidad”.
En esa línea, expresó que “Moreno está dejando atrás la idea de los 15 minutos, y ahora habla de la ciudad de las proximidades. La idea es que ojalá las oportunidades de la ciudad estén más accesibles para todos de la manera más próxima posible”.
¿Cómo aplicar esta propuesta en Chile? Para Allard, es necesario, primero, “mejorar la oferta de transporte público de calidad en las localidades periféricas. El mejor ejemplo de eso es el Metro, que también genera subcentralidades a su alrededor”.
“Luego, está la idea de inyectar equipamiento en esas zonas que no tienen acceso a bienes y servicios de calidad”, agregó.
El arquitecto y urbanista destacó que “la ciudad de los 15 minutos promueve la diversidad funcional, cultural y social en los barrios, precisamente con la idea de terminar con los guetos. La idea es que cada barrio potencie y visibilice su propia identidad”.
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Fuente: Pauta, Martes 7 de Marzo de 2023