DIARIO CONCEPCIÓN – Hoy la nueva región del Biobío debe enfrentar con éxito los desafíos que impone la revolución digital, para ello requiere la voluntad y la acción del Estado, el ámbito privado y académico. Debemos abordar la “desigualdad digital” y evitar dividirnos entre los digitalmente desarrollados y subdesarrollados, brecha de acceso que, de seguir, mantendrá a los ricos haciéndose más ricos y los pobres más pobres, con el consecuente efecto a nuestros territorios más excluidos que mantendrían menor capacidad de acceso a las tecnologías de la Información y conectividad.
Los estudios reportan que al año 2020 en la región del Biobío el 62.3% de los hogares contaba con acceso a Banda Ancha Fija (BAF), un poco sobre el 60,4% que es la media nacional, persistiendo las diferencias intrarregionales: Quilleco sólo un 4,3%, Cañete un 25,2%, Mulchen un 34,4% y Los Ángeles un 52,6% versus el 91,9% de penetración a Internet fijo en San Pedro de la Paz y 97% de Talcahuano. Visibilizando la inequidad territorial que existe, no sólo en estos ámbitos.
Estas diferencias son inaceptables. Estar conectado significa una ventaja estratégica en el ámbito económico, social y educativo con respecto a quienes no lo están.
Si queremos una región integrada debemos “abrir la mente”, -como se dice- respecto a cómo resolvemos estas brechas, hacerlo es urgente y debe ser parte estructural de una Estrategia Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Como base tenemos ya, por ejemplo, en inversión e infraestructura para el Desarrollo Digital el proyecto de “última milla” que fue aprobado por el Consejo Regional del Biobío por 15 mil millones para mejorar la conectividad troncal de fibra óptica a 116 localidades aisladas y que deberíamos observar su avance con atención, considerar también la entrada de soluciones de conectividad de satélites de nueva generación: Starlink proyecto de la compañía SpaceX, de Elon Musk, que busca dar conectividad en zonas aisladas del planeta convirtió a la localidad de Somotó, en la comuna de Cochamó, región de Los Lagos, en la primera de latinoamérica en estar conectada. Es una solución de conectividad efectiva para Isla Mocha e Isla Santa Maria. La Universidad de Concepción es pionera en la investigación y puesta en marcha de la nueva tecnología 5G, también es una oportunidad de valor a considerar para los desafíos regionales, en la inclusión de zonas apartadas.
El nuevo próximo Gobierno considera modernizar la regulación de los operadores de telecomunicaciones, definiendo las telecomunicaciones como servicio básico, -materia que se discute ya en el congreso- lo que obligará a mejorar cobertura y estándares de calidad del servicio, y crear una empresa estatal de redes de telecomunicaciones orientada a la ejecución de proyectos de infraestructura troncal pública y a la operación de fibra óptica., entre otros, temas que abordarán sin duda la brecha histórica en inequidades territoriales, en este ámbito.
Nuestra nueva región del Biobío debe estar a la altura de estos desafíos.
Fuente: Diario Concepción, Martes 11 de Enero de 2022