Lunes, Noviembre 25, 2024

Un debate sobre la globalización

DIARIO FINANCIERO – En nuestra edición de ayer publicamos un estudio de académicos de una universidad israelí y otra alemana sobre los efectos que podría tener la actual pandemia en el complejo entramado que conocemos genéricamente como “globalización”. Se trata de otro aporte a un debate crítico a nivel internacional que antecede a esta emergencia, alentado por fenómenos tan diversos como las migraciones, las rivalidades comerciales, la interdependencia financiera, el auge económico asiático, los liderazgos populistas, las redes transnacionales de delito, la revolución tecnológica y otros.

En la misma edición, sin embargo, un columnista de esta página sostenía que, según “se deduce de las últimas crisis que ha experimentado el mundo, la salida siempre ha venido con un mayor comercio internacional. Esta vez no será la excepción”, aunque matizaba agregando que “potenciar la globalización, sin embargo, no es suficiente”. Días antes, otro columnista señalaba que “la misma economía que en su momento forzó la ampliación de la globalización, (traerá) de vuelta las fábricas, empleos e inversiones a sus países de origen, dejando de lado la eficiencia en los costos por la seguridad de su abastecimiento”.
¿Qué concluir? Lo cierto es que la globalización es mucho más que el flujo de bienes, personas, servicios e inversiones a nivel mundial, que es lo que más arriesga sufrir un fuerte impacto por un plazo aún imprevisible debido al Covid-19. Quizás conviene entenderla más en términos de grados crecientes de conectividad, y visto así, tiene más sentido decir que vivimos en una era de “híper globalización”. El ejemplo más visible y actual son las comunicaciones y la economía digital, que el Covid-19 ha servido para impulsar, y que dependen de infraestructura —y necesariamente de marcos institucionales— que se extienden a través de océanos y continentes.
Para un país como el nuestro es de importancia estratégica seguir reflexionando sobre la globalización, y no olvidar hasta qué punto nuestro desarrollo depende de aprovechar sus oportunidades y manejar sus desafíos.
Ver artículo
Fuente: Diario Financiero, Martes 02 de Junio de 2020

DIARIO FINANCIERO – En nuestra edición de ayer publicamos un estudio de académicos de una universidad israelí y otra alemana sobre los efectos que podría tener la actual pandemia en el complejo entramado que conocemos genéricamente como “globalización”. Se trata de otro aporte a un debate crítico a nivel internacional que antecede a esta emergencia, alentado por fenómenos tan diversos como las migraciones, las rivalidades comerciales, la interdependencia financiera, el auge económico asiático, los liderazgos populistas, las redes transnacionales de delito, la revolución tecnológica y otros.

En la misma edición, sin embargo, un columnista de esta página sostenía que, según “se deduce de las últimas crisis que ha experimentado el mundo, la salida siempre ha venido con un mayor comercio internacional. Esta vez no será la excepción”, aunque matizaba agregando que “potenciar la globalización, sin embargo, no es suficiente”. Días antes, otro columnista señalaba que “la misma economía que en su momento forzó la ampliación de la globalización, (traerá) de vuelta las fábricas, empleos e inversiones a sus países de origen, dejando de lado la eficiencia en los costos por la seguridad de su abastecimiento”.
¿Qué concluir? Lo cierto es que la globalización es mucho más que el flujo de bienes, personas, servicios e inversiones a nivel mundial, que es lo que más arriesga sufrir un fuerte impacto por un plazo aún imprevisible debido al Covid-19. Quizás conviene entenderla más en términos de grados crecientes de conectividad, y visto así, tiene más sentido decir que vivimos en una era de “híper globalización”. El ejemplo más visible y actual son las comunicaciones y la economía digital, que el Covid-19 ha servido para impulsar, y que dependen de infraestructura —y necesariamente de marcos institucionales— que se extienden a través de océanos y continentes.
Para un país como el nuestro es de importancia estratégica seguir reflexionando sobre la globalización, y no olvidar hasta qué punto nuestro desarrollo depende de aprovechar sus oportunidades y manejar sus desafíos.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 02 de Junio de 2020

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