Jueves, Diciembre 26, 2024

Covid en la ciudad: ¿Cómo será la vuelta a los espacios públicos?

PULSO – Áreas para deportes individuales, calles abiertas a peatones y lavamanos de emergencia son algunas de las ideas que ya rondan entre autoridades y urbanistas en todo el mundo. Todo bajo una regla clara: el distanciamiento social.
Ya sea en el corto, mediano o largo plazo, la gente volverá a las calles, a las plazas, a las ciclovías y a los sectores comerciales. O sea, a los espacios públicos de la vida urbana. Pero con el Covid-19 aún rondando.
Para hacerse una idea, a fines de marzo, cuando comenzó a regir la cuarentena obligatoria en siete comunas de la capital chilena, más de 1.300.000 personas tuvieron que (en teoría) quedarse en sus casas. ¿Cuáles son las propuestas e ideas que están manejando las autoridades y los urbanistas para esta nueva planificación y recuperación de las áreas públicas de las ciudades?
Ferias libres con sentido unidireccional; ocupación de espacios abiertos aislados, como azoteas; demarcación para el distanciamiento social por medio de cintas o pintura en el suelo; áreas para hacer deportes que sean individuales, distanciadas y acotadas; ciclovías temporales y calles abiertas a peatones y vehículos no motorizados; y lavamanos de emergencias, son algunos de los proyectos que se han aplicado en el mundo para volver al espacio público y que han sido recopilados por Ciudad de Bolsillo para ser presentadas como ejemplos de acciones a tomar.
“El placemaking (intervenir un barrio reflejando el “espíritu” de sus habitantes) y el urbanismo táctico son herramientas que permiten experimentar futuras soluciones urbanas post Covid-19, a bajo costo y con una rápida velocidad”, dice el socio fundador de Ciudad de Bolsillo, Pablo Fuentes. Además, agrega que, “al mismo tiempo, es un urbanismo práctico el que se posiciona en el quehacer urbano: pensar la ciudad desde las nuevas prácticas y en modos de alta adaptabilidad a la transformación social. Ahora es el momento para experimentar, evaluar y escalar”.
Por su parte, Fundación Mi Parque también plantea que el espacio público se debe pensar con los cuidados correspondientes y cuando la pandemia disminuya su intensidad. “Uno se da cuenta de lo brutalmente indispensable que es el espacio público, ya sea caminar por la calle, ir a la plaza, a un parque o lo que sea. Se releva la importancia del espacio público y lo que hay que empezar a considerar es cómo diseñar o pensar ciudades que no sean hiperdensas y para que exista un rol de todos los actores, estatales y privados, para recuperar espacios públicos desaprovechados”, dice la directora de investigación y desarrollo de la organización, Trinidad Vial.
Mientras que, desde Urbanismo Social plantean que “sin duda hay espacios que se pueden mejorar, pero en el corto plazo es complejo. Lo que es muy importante es reactivar la economía local del barrio y que ojalá cada uno de los beneficios que se estén pensando entregar para el espacio público y sea pensado desde el barrio”, dice la directora ejecutiva de Urbanismo Social, Pilar Goycoolea, quien destaca cómo ha visto a la gente utilizar el espacio público para hacer frente a los problemas derivados del hacinamiento y de la restricción de desplazamiento, como el desempleo, violencia de género y de tener a los niños en las casas con poco espacio para jugar. Casos por ejemplo, como el de la comuna de Santiago, con 404.495 habitantes (según el último censo) y un fuerte componente de inmigrantes, no es algo fácil de resolver, si además, le sumamos la gran cantidad de población flotante que trabaja en esa comuna.
Además, el decano de la facultad de Arquitectura y Arte de la UDD, Pablo Allard, comenta que un buen ejemplo de reinvención del espacio público es la propuesta de la alcaldía de París (Francia) y otros para hacer que una persona pueda acceder a todos los servicios y equipamientos necesarios en cerca de 15 minutos. “Reduciría en gran parte la necesidad de grandes desplazamientos, bajando los viajes en transporte privado y la demanda de transporte público. También reduciría las grandes aglomeraciones en centros urbanos y servicios, reduciendo la exposición al contagio”.
Fuente: Pulso, Jueves 23 de Abril de 2020

PULSO – Áreas para deportes individuales, calles abiertas a peatones y lavamanos de emergencia son algunas de las ideas que ya rondan entre autoridades y urbanistas en todo el mundo. Todo bajo una regla clara: el distanciamiento social.
Ya sea en el corto, mediano o largo plazo, la gente volverá a las calles, a las plazas, a las ciclovías y a los sectores comerciales. O sea, a los espacios públicos de la vida urbana. Pero con el Covid-19 aún rondando.
Para hacerse una idea, a fines de marzo, cuando comenzó a regir la cuarentena obligatoria en siete comunas de la capital chilena, más de 1.300.000 personas tuvieron que (en teoría) quedarse en sus casas. ¿Cuáles son las propuestas e ideas que están manejando las autoridades y los urbanistas para esta nueva planificación y recuperación de las áreas públicas de las ciudades?
Ferias libres con sentido unidireccional; ocupación de espacios abiertos aislados, como azoteas; demarcación para el distanciamiento social por medio de cintas o pintura en el suelo; áreas para hacer deportes que sean individuales, distanciadas y acotadas; ciclovías temporales y calles abiertas a peatones y vehículos no motorizados; y lavamanos de emergencias, son algunos de los proyectos que se han aplicado en el mundo para volver al espacio público y que han sido recopilados por Ciudad de Bolsillo para ser presentadas como ejemplos de acciones a tomar.
“El placemaking (intervenir un barrio reflejando el “espíritu” de sus habitantes) y el urbanismo táctico son herramientas que permiten experimentar futuras soluciones urbanas post Covid-19, a bajo costo y con una rápida velocidad”, dice el socio fundador de Ciudad de Bolsillo, Pablo Fuentes. Además, agrega que, “al mismo tiempo, es un urbanismo práctico el que se posiciona en el quehacer urbano: pensar la ciudad desde las nuevas prácticas y en modos de alta adaptabilidad a la transformación social. Ahora es el momento para experimentar, evaluar y escalar”.
Por su parte, Fundación Mi Parque también plantea que el espacio público se debe pensar con los cuidados correspondientes y cuando la pandemia disminuya su intensidad. “Uno se da cuenta de lo brutalmente indispensable que es el espacio público, ya sea caminar por la calle, ir a la plaza, a un parque o lo que sea. Se releva la importancia del espacio público y lo que hay que empezar a considerar es cómo diseñar o pensar ciudades que no sean hiperdensas y para que exista un rol de todos los actores, estatales y privados, para recuperar espacios públicos desaprovechados”, dice la directora de investigación y desarrollo de la organización, Trinidad Vial.
Mientras que, desde Urbanismo Social plantean que “sin duda hay espacios que se pueden mejorar, pero en el corto plazo es complejo. Lo que es muy importante es reactivar la economía local del barrio y que ojalá cada uno de los beneficios que se estén pensando entregar para el espacio público y sea pensado desde el barrio”, dice la directora ejecutiva de Urbanismo Social, Pilar Goycoolea, quien destaca cómo ha visto a la gente utilizar el espacio público para hacer frente a los problemas derivados del hacinamiento y de la restricción de desplazamiento, como el desempleo, violencia de género y de tener a los niños en las casas con poco espacio para jugar. Casos por ejemplo, como el de la comuna de Santiago, con 404.495 habitantes (según el último censo) y un fuerte componente de inmigrantes, no es algo fácil de resolver, si además, le sumamos la gran cantidad de población flotante que trabaja en esa comuna.
Además, el decano de la facultad de Arquitectura y Arte de la UDD, Pablo Allard, comenta que un buen ejemplo de reinvención del espacio público es la propuesta de la alcaldía de París (Francia) y otros para hacer que una persona pueda acceder a todos los servicios y equipamientos necesarios en cerca de 15 minutos. “Reduciría en gran parte la necesidad de grandes desplazamientos, bajando los viajes en transporte privado y la demanda de transporte público. También reduciría las grandes aglomeraciones en centros urbanos y servicios, reduciendo la exposición al contagio”.
Fuente: Pulso, Jueves 23 de Abril de 2020

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