Martes, Noviembre 26, 2024

Corredor vial Bioceánico: un gran paso integrador

BIOBÍO CHILE – La conexión entre los Océanos Pacífico y el Atlántico ha tenido diversos ciclos de desarrollo, alcanzando una especial dimensión con la Declaración de Asunción de los Presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay del 21 de diciembre del 2015, la cual estableció, como prioridad, la construcción del Corredor Puerto Murtinho – Puertos del Norte de Chile.
Dicha Declaración fue complementada por la Declaración de Brasilia de los gobernantes de los cuatro países, de fecha 21.12.2017, que reiteró el objetivo común de “concretar una conexión vial bioceánica que se distinga por una gestión fronteriza moderna, eficiente y ágil, que permita viabilizar proyectos de integración productiva, generar nuevos flujos de comercio e inversiones, crear más empleos y promover una mayor integración a lo largo de los territorios”.
Agregó que el referido Corredor debería permitir el desarrollo multidimensional en el ámbito subregional e integrarse con el resto del mundo a partir de la complementariedad de los aspectos territoriales.
Para dimensionar la iniciativa, cabe considerar que su implementación requiere la pavimentación de dos tramos, uno de 255 kms. y otro de 354 kms. en territorio paraguayo, por un valor aproximado de 596 millones de dólares.
El Ministerio de Obras Públicas de Chile comprometió una activa cooperación en la construcción de “caminos básicos”, cuyo objetivo es la alimentación de las redes del tramo central.
Estructurar ese trabajo obliga a un esfuerzo intersectorial bajo la coordinación de las respectivas cancillerías.
En efecto, se ha requerido un esfuerzo de formulación de estudios técnicos para la ejecución de diversos tramos, bajo la responsabilidad de cada país suscritor de la iniciativa: corredor Campo Grande – Puerto Murtinho (Brasil); Carmelo Peralta – Mariscal Estigarribia – Pozo Hondo (Paraguay); Misión La Paz – Tartagal – Jujuy – Salta (Argentina); Sico – Jama – puertos de Norte de Chile.
Un punto de partida ineludible es la agilización de los procedimientos de frontera, para avanzar en eficiencia, sistematización y homogenización de los mecanismos de inspección y control.
Los gobiernos participantes remarcaron, a partir de la Declaración de Brasilia, que sus objetivos requieren la aplicación de tecnologías modernas y una coordinación con las agencias nacionales responsables, lo que supone procedimientos y estandarizaciones que permitan la coordinación de los servicios nacionales de frontera, en materia de seguridad, control zoo y fitosanitario y movimiento de carga y personas. A ese efecto se acordó, entre otras medidas, la implementación del Sistema Informático de Tránsito Internacional Aduanero.
El corredor bioceánico se inscribe en los objetivos de política exterior de Chile, en cuanto fortalece la integración de la región y tiene por objetivo unir al Atlántico (Brasil y Argentina) con los mercados y puertos del Pacífico, proyectando la acción hacia el Asia Pacífico. Chile cumpliría, así, un rol de país puerto y puente entre ambas regiones y contribuiría a una forma de colaboración entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur.
En resumen, el corredor bioceánico se proyecta como un gran paso hacia la integración.
Ver artículo
Fuente: Biobío Chile, Lunes 11 de Noviembre de 2019

BIOBÍO CHILE – La conexión entre los Océanos Pacífico y el Atlántico ha tenido diversos ciclos de desarrollo, alcanzando una especial dimensión con la Declaración de Asunción de los Presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay del 21 de diciembre del 2015, la cual estableció, como prioridad, la construcción del Corredor Puerto Murtinho – Puertos del Norte de Chile.
Dicha Declaración fue complementada por la Declaración de Brasilia de los gobernantes de los cuatro países, de fecha 21.12.2017, que reiteró el objetivo común de “concretar una conexión vial bioceánica que se distinga por una gestión fronteriza moderna, eficiente y ágil, que permita viabilizar proyectos de integración productiva, generar nuevos flujos de comercio e inversiones, crear más empleos y promover una mayor integración a lo largo de los territorios”.
Agregó que el referido Corredor debería permitir el desarrollo multidimensional en el ámbito subregional e integrarse con el resto del mundo a partir de la complementariedad de los aspectos territoriales.
Para dimensionar la iniciativa, cabe considerar que su implementación requiere la pavimentación de dos tramos, uno de 255 kms. y otro de 354 kms. en territorio paraguayo, por un valor aproximado de 596 millones de dólares.
El Ministerio de Obras Públicas de Chile comprometió una activa cooperación en la construcción de “caminos básicos”, cuyo objetivo es la alimentación de las redes del tramo central.
Estructurar ese trabajo obliga a un esfuerzo intersectorial bajo la coordinación de las respectivas cancillerías.
En efecto, se ha requerido un esfuerzo de formulación de estudios técnicos para la ejecución de diversos tramos, bajo la responsabilidad de cada país suscritor de la iniciativa: corredor Campo Grande – Puerto Murtinho (Brasil); Carmelo Peralta – Mariscal Estigarribia – Pozo Hondo (Paraguay); Misión La Paz – Tartagal – Jujuy – Salta (Argentina); Sico – Jama – puertos de Norte de Chile.
Un punto de partida ineludible es la agilización de los procedimientos de frontera, para avanzar en eficiencia, sistematización y homogenización de los mecanismos de inspección y control.
Los gobiernos participantes remarcaron, a partir de la Declaración de Brasilia, que sus objetivos requieren la aplicación de tecnologías modernas y una coordinación con las agencias nacionales responsables, lo que supone procedimientos y estandarizaciones que permitan la coordinación de los servicios nacionales de frontera, en materia de seguridad, control zoo y fitosanitario y movimiento de carga y personas. A ese efecto se acordó, entre otras medidas, la implementación del Sistema Informático de Tránsito Internacional Aduanero.
El corredor bioceánico se inscribe en los objetivos de política exterior de Chile, en cuanto fortalece la integración de la región y tiene por objetivo unir al Atlántico (Brasil y Argentina) con los mercados y puertos del Pacífico, proyectando la acción hacia el Asia Pacífico. Chile cumpliría, así, un rol de país puerto y puente entre ambas regiones y contribuiría a una forma de colaboración entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur.
En resumen, el corredor bioceánico se proyecta como un gran paso hacia la integración.
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Fuente: Biobío Chile, Lunes 11 de Noviembre de 2019

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