DIARIO FINANCIERO – El megaproyecto inmobiliario en la zona de Las Salinas –el mayor polo urbano impulsado en Viña del Mar con un horizonte de inversiones en torno a US$ 800 millones– entrará en una etapa decisiva para su desarrollo futuro. Su gestor, Empresas Copec, está afinando los detalles de un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) cuya presentación está prevista en las próximas semanas.
De esta forma, la compañía retoma la iniciativa para lograr la aprobación de esta iniciativa con la presentación de un tercer EIA, luego de que en mayo del año pasado la autoridad ambiental de Valparaíso puso término anticipado a su tramitación en mayo de 2017 por el impacto en el entorno que tendría el mecanismo de limpieza del terreno con residuos de hidrocarburos de las petroleras que operaron por más de 80 años en ese sector.
En ese escenario, la compañía ligada al grupo Angelini se aplicó a la búsqueda de nuevas soluciones de descontaminación del suelo, en un trabajo donde ha sido fundamental la alianza con universidades y expertos nacionales y extranjeros.
“Ya tenemos despejadas todas las variables que necesitábamos para sentirnos confiados y ya está desarrollado el corazón del Estudio de Impacto Ambiental. Sobre esta base, anticipamos el ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental a fines de noviembre o principios de diciembre”, señaló el gerente de desarrollo de Inmobiliaria Las Salinas, Eduardo Undurraga.
La nueva estrategia para avanzar en este proyecto con frente a la avenida que conecta Viña del Mar y Reñaca, entre las calles 18 y 25 Norte, demandará recursos por unos US$ 60 millones.
Plan de limpieza
La técnica elegida por Copec para limpiar el suelo de Las Salinas es la biorremediación, que opera acelerando la acción de las bacterias que degradan compuestos orgánicos como los hidrocarburos. Este método implica un cambio significativo respecto del método propuesto antes, que transportaba las arenas con trazas de combustible.
“El proyecto se hace cargo de resolver todas las complejidades e impactos asociados al terreno en forma local y una operación contenida al interior de éste”, explicó.
Una vez ingresado el EIA, se cumpla su tramitación -que habitualmente se extiende en torno a un año y medio- y se obtenga la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la inmobiliaria tiene previsto iniciar la mitigación ambiental en el paño de 8,8 hectáreas ubicado al sur de la calle 19 Norte. La labor se extendería por aproximadamente un año y medio, tras lo cual iniciarán la misma acción en el sector norte.
Posteriormente tendrá lugar el proceso de urbanización y las subdivisiones de terrenos contempladas en el Plan Regulador de Viña del Mar. “Luego de la primera etapa de la biorremediación, estaríamos en condiciones de empezar a hacer trabajos de urbanización en ese sector, pero eso está completamente supeditado a cómo nos vamos coordinando con las autoridades. Hoy. el desafío fundamental es contar con un RCA que nos permita remediar el terreno”, precisó el ejecutivo.
Tecnología de amplio uso en el mundo
La biorremediación se ha consolidado como herramienta para descontaminar terrenos de uso industrial y reconvertirlos a destino urbano en el mundo, con ejemplos en ciudades como Chesterfield y Halesowen (Inglaterra), Massy (Francia), Katowice (Polonia) y Port Hueneme (California). “En Chile, no hay mayores precedentes en cuanto a su uso. Nuestro proyecto es bastante novedoso en términos de una empresa que se hace cargo de un pasivo y devuelve un terreno en buenas condiciones a la ciudad”, indicó Undurraga, quien destacó la colaboración en el plano de investigadores de distintas casas de estudio, especialmente de la U. Federico Santa María y la Universidad Católica. “Esto nos permite sentar las bases científicas para formular un proyecto de saneamiento que recoge las complejidades de un terreno de condiciones urbanas bien particulares”, señaló Undurraga.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 19 de noviembre de 2018