AGENDA MARÍTIMA – Las ciudades-puerto tienen complejidades que son muy particulares, que las hacen únicas y que tienen directa relación con la importancia que tiene el comercio marítimo para un país pero, por sobre todo, lo que implica la transferencia de carga y descarga en un terminal portuario de grandes dimensiones como San Antonio. El constante transitar de camiones por la ruta de ingreso y por la misma ciudad, y el permanente movimiento de personas pueden hacer compleja la convivencia.
En entrevista con Agenda Marítima, la alcaldesa de San Antonio, Constanza Lizana, enfrenta esta problemática habitual pero que esperan pueda cambiar en el mediano plazo. No es fácil vivir en una ciudad de estas características y menos estar a cargo, como es su caso. “Si bien, en mi punto de vista, es un tremendo beneficio tener un puerto como el que tenemos, que nos permite tener contacto directo con el mundo, también debe tener los resguardos que corresponden”, señaló.
¿Cómo es ser alcaldesa y liderar una ciudad-puerto tan importante como San Antonio?
Un puerto es una tremenda industria y San Antonio alberga el puerto más grande e importante del país, por lo tanto, en ese sentido, nosotros albergamos una de las industrias más importantes del comercio exterior chileno. Como ciudad nos toca tener estas ventajas pero a la vez todas las externalidades que implica tener un puerto. Ahora, si me preguntas, en el suma y resta, me parece que estar a cargo de una ciudad que alberga el puerto más importante del país es una tremenda ventaja y que genera muchas proyecciones. Esto es algo que lo hemos comentado con otras ciudades puerto. Por la asociación me ha tocado viajar a distintas ciudades portuarias y nos toca compartir los problemas, pero a la vez, si estos son llevados de buena manera significan tremendos beneficios.
¿Cómo ha sido la relación entre la ciudadanía, la alcaldía y la empresa portuaria?
San Antonio es la ciudad con el puerto más importante pero hay una sensación y un sentimiento, extendido y de larga data, de abandono muy importante. El puerto crece, se desarrolla y es la puerta de entrada de Chile con el mundo, sin embargo la ciudad no ve reflejada en su diario vivir esa conexión. En ese sentido, lo que nosotros hemos buscado es generar un diálogo pero también una posición en que San Antonio, si bien es el puerto más importante, también debemos centrarnos en en el desarrollo de la ciudad y de las personas apalancadas por el puerto pero a la vez también vinculados con él. Somos una ciudad portuaria y eso es parte de nuestra identidad.
Cómo visualiza el futuro, sobre todo pensando en lo que se logró, por ejemplo, con el Acuerdo por Valparaíso.
El presente es de buscar y exigir equilibrios. Necesitamos que exista un desarrollo de la ciudad acorde al puerto. Cuando decimos desarrollo nos referimos a otras industrias vinculadas, por ejemplo, al turismo o al borde costero. También, el desarrollo de actividades vinculadas a la actividad portuaria sobre todo en materia logística pero con condiciones precisamente de desarrollo de inversión en la comuna y la generación de otras industrias como la agrícola que es muy importante en las zonas rurales de San Antonio.
También es importante que una parte de lo que se genera con la transferencia de carga quede en la ciudad. Acá creo que es importante que la misma empresa portuaria, las concesionarias y el Estado en general se hagan cargo de las externalidades negativas que se generan y con eso me refiero al tránsito de camiones, a la contaminación y los daños que genera la transferencia de carga.
Todo esto pensando en una coexistencia positiva con una sinergia para el desarrollo de la ciudad. Esos son los elementos base para pensar en el futuro y cuando uno piensa en el futuro piensa que el desarrollo de la actividad portuaria tiene que apalancar el desarrollo de la ciudad de San Antonio con el desarrollo de distintas industrias productivas, obviamente sostenibles y sustentables, generando recursos para el desarrollo de la economía local y pero también generando un vínculo de diálogo y de visión común desde la actividad portuaria. Efectivamente, hay que generar una alianza, un acuerdo, un compromiso que se haga efectivo en acciones concretas. Es un camino que creemos hay que seguir, nosotros hemos sido bastante majaderos porque vemos inversiones importantes del Estado pero que están vinculadas al desarrollo de la actividad portuaria y con esto me refiero a la carretera de la fruta, nuevo acceso de la ruta 78 o el acceso norte.
Somos la ciudad que tiene hoy día la mayor inversión en la provincia por parte del Estado y una de las más importantes de la región, pero todas vinculadas a la actividad portuaria y ninguna vinculada a las condiciones y calidad de vida de los vecinos y vecinas. Creemos que los acuerdos y los diálogos tienen que partir en acciones concretas de parte de la empresa portuaria, de las concesionarias y del Estado en general, para ver que la ciudad de San Antonio es más que solo el desarrollo portuario.
¿Una forma de no repetir lo que pasó con las lagunas Ojos de Mar?
En la medida que la ciudad se va desarrollando claramente va a generar un vínculo propositivo con el desarrollo de la actividad portuaria, y que la actividad portuaria de cuenta de las necesidades de la ciudadanía. Me refiero a lo que sucedió con las lagunas Ojos de Mar porque hoy se está buscando desarrollar un proyecto de expansión portuaria que en su origen buscaba erradicarlos, moverlos a otro lado señalando que ese era el lugar donde se debía construir un estacionamiento para camiones.
Eso fue algo que resintió mucho a la comunidad porque iba a perder parte de su patrimonio natural en vista de un proyecto de expansión sin haber sido consultados, y sobre todo sin poner en valor lo que ese espacio natural significaba para la ciudad. Esto terminó finalmente en que se resguardarán y se declararán humedal urbano pero solamente después de un proceso que significó la declaración de no humedal por parte del Ministerio de Medio Ambiente en su momento y una alegación en el Tribunal de Medio Ambiente. Un proceso que se tuvo que judicializar para llegar al encuentro.
Eso da cuenta de la miopía que se ha tenido con San Antonio donde lamentablemente desde el Estado, a nivel central, y desde las empresas solo se veía como un lugar que alberga un puerto y no como este espacio donde también hay una ciudadanía que merece no tan solo ser escuchada y atendida sino que merece una ciudad sostenible, sustentable y con una proyección de desarrollo al igual que el puerto.
Muchos municipios de ciudades-puerto han señalado la necesidad de replicar lo que se hizo en Valparaíso. Acá por ejemplo, ya están trabajando para lograr un Acuerdo por San Antonio.
Hay ganas y hay acciones concretas donde nosotros hemos puesto como elemento esencial para aquello que las acciones que estén destinadas a la ciudad no estén condicionadas a ningún proyecto sino que digan relación con el hoy, con el presente. Hoy día somos el puerto más importante del país, hoy día somos el puerto con más transferencia de carga, hoy día necesitamos equilibrar la balanza y entregar mejores condiciones de vida a los habitantes de la ciudad de San Antonio. En ese sentido me parece que hay que generar diálogo y participación de la ciudadanía porque es esencial que ésta participe, opine, de cuenta y señale cuáles son sus necesidades, cómo ven el desarrollo de San Antonio y las acciones concretas se pueden llevar adelante con un acuerdo de estas características.
Pero insisto, acá tienen que haber acciones concretas y con eso me refiero a la posibilidad de mejorar el hospital, tener una universidad, tener desarrollos de vivienda que es sumamente importante. El mejoramiento de las calles porque, por ejemplo, San Antonio en pleno siglo 21 tiene más de diez kilómetros de calles sin pavimentar. Estamos desarrollando el proyecto de alcantarillado en comunidades que están a metros del centro de la ciudad, entonces es ahí donde se experimentan estas desigualdades que tenemos que superar.
A raíz de eso hemos propuesto también que en esto sea la ciudadanía quien lo defina a través de una consulta. Estamos convencidos que ese es el camino para generar este círculo virtuoso que debería haber desde una industria que tiene que proyectarse de forma sostenida en el tiempo con la comunidad. Somos vecinos, tenemos que ser buenos vecinos y esto no puede seguir siendo como el Vaticano donde tenemos un territorio pequeño pero profundamente rico con una ciudad que no goza de la misma situación.
Fuente: Agenda Marítima, Martes 17 de Septiembre de 2024