Sábado, Diciembre 28, 2024

Condonación de multas por tag

EL MERCURIO – El Ministerio de Obras Públicas (MOP) anunció un acuerdo con los concesionarios de autopistas urbanas y grupos de usuarios. Este contiene aspectos positivos, junto con otros más dudosos. Entre los primeros, está la eliminación de castigos excesivos e inaplicables que hacían que muchos multados se salieran del sistema, quedando sin permisos de circulación ni patentes, o que intentaran obtenerlos mediante corrupción. Ello, pues las multas por circular sin tag o con este deshabilitado se acumulaban a tal tasa que hacía imposible pagarlas. Más discutibles son los aspectos del acuerdo que reducen el costo de circulación para algunos tipos de usuarios. Su efecto será aumentar la congestión, a costa de quienes pagan la tarifa completa.
En el lado positivo, se cuenta la excelente propuesta de no aplicar más que una multa diaria por no operar con tag. Ello constituye un disuasivo que no llega a ser prohibitivo, por lo que no puede usarse como justificación moral para salirse del sistema y transitar sin placa. La medida resuelve el problema hacia adelante, pero requiere un complemento para los deudores que se han salido del sistema formal debido a la imposibilidad de pagar multas acumuladas. Para eso, el acuerdo establece que, luego de pagar las deudas con los concesionarios, el exdeudor recibirá una condonación del 80% del total de las multas; por su parte, los concesionarios eliminarán los intereses sobre la deuda y darán otras facilidades de pago.
Es una fórmula en que todas las partes se benefician. Los concesionarios, porque se les paga lo adeudado, y los antiguos deudores se transforman en pagadores futuros del tag. Los municipios, porque al menos les pagarán parte de una deuda casi totalmente incobrable, y recibirán futuros ingresos por los permisos de circulación de los exinfractores. Para los actuales deudores, el beneficio es volver a formar parte del sistema, pudiendo circular otra vez sin el riesgo de ser detenidos. Y dado que deben pagar su deuda y una parte de la multa, este beneficio no significa incentivar el no pago.
Más dudosa es la medida de eliminar las alzas reales del peaje, pues su efecto será aumentar la congestión. El acuerdo anterior al movimiento social establecía alzas anuales de 1,1% real, más concordante con el crecimiento esperado de los ingresos. Otras medidas son perjudiciales porque directamente rebajan el costo de circular por las vías concesionadas. Es el caso de la reducción del peaje a las motos, pese a que contribuyen a la congestión de modo similar al de los automóviles; o el de los nuevos pases diarios, que permiten usar las carreteras sin restricción, y las rebajas para usuarios frecuentes. Estas condiciones aumentan la congestión a costa de quienes pagan la tarifa en todos sus viajes.
Por ahora, no se conocen las compensaciones que exigieron los concesionarios a cambio de la nueva regla sobre las alzas anuales. Ellos parecen particularmente beneficiados, pese a que no han sido proactivos en el pasado para promover medidas que reduzcan la presión sobre el sistema. Tampoco parece apropiado que el MOP haya reconocido como contraparte a grupos de presión como No+Tag, cuya representatividad es dudosa, así como sus métodos de protesta, basados en entorpecer la libre circulación en las autopistas, lo que sienta un mal precedente.
 
Fuente: El Mercurio, Sábado 07 de Diciembre de 2019

EL MERCURIO – El Ministerio de Obras Públicas (MOP) anunció un acuerdo con los concesionarios de autopistas urbanas y grupos de usuarios. Este contiene aspectos positivos, junto con otros más dudosos. Entre los primeros, está la eliminación de castigos excesivos e inaplicables que hacían que muchos multados se salieran del sistema, quedando sin permisos de circulación ni patentes, o que intentaran obtenerlos mediante corrupción. Ello, pues las multas por circular sin tag o con este deshabilitado se acumulaban a tal tasa que hacía imposible pagarlas. Más discutibles son los aspectos del acuerdo que reducen el costo de circulación para algunos tipos de usuarios. Su efecto será aumentar la congestión, a costa de quienes pagan la tarifa completa.
En el lado positivo, se cuenta la excelente propuesta de no aplicar más que una multa diaria por no operar con tag. Ello constituye un disuasivo que no llega a ser prohibitivo, por lo que no puede usarse como justificación moral para salirse del sistema y transitar sin placa. La medida resuelve el problema hacia adelante, pero requiere un complemento para los deudores que se han salido del sistema formal debido a la imposibilidad de pagar multas acumuladas. Para eso, el acuerdo establece que, luego de pagar las deudas con los concesionarios, el exdeudor recibirá una condonación del 80% del total de las multas; por su parte, los concesionarios eliminarán los intereses sobre la deuda y darán otras facilidades de pago.
Es una fórmula en que todas las partes se benefician. Los concesionarios, porque se les paga lo adeudado, y los antiguos deudores se transforman en pagadores futuros del tag. Los municipios, porque al menos les pagarán parte de una deuda casi totalmente incobrable, y recibirán futuros ingresos por los permisos de circulación de los exinfractores. Para los actuales deudores, el beneficio es volver a formar parte del sistema, pudiendo circular otra vez sin el riesgo de ser detenidos. Y dado que deben pagar su deuda y una parte de la multa, este beneficio no significa incentivar el no pago.
Más dudosa es la medida de eliminar las alzas reales del peaje, pues su efecto será aumentar la congestión. El acuerdo anterior al movimiento social establecía alzas anuales de 1,1% real, más concordante con el crecimiento esperado de los ingresos. Otras medidas son perjudiciales porque directamente rebajan el costo de circular por las vías concesionadas. Es el caso de la reducción del peaje a las motos, pese a que contribuyen a la congestión de modo similar al de los automóviles; o el de los nuevos pases diarios, que permiten usar las carreteras sin restricción, y las rebajas para usuarios frecuentes. Estas condiciones aumentan la congestión a costa de quienes pagan la tarifa en todos sus viajes.
Por ahora, no se conocen las compensaciones que exigieron los concesionarios a cambio de la nueva regla sobre las alzas anuales. Ellos parecen particularmente beneficiados, pese a que no han sido proactivos en el pasado para promover medidas que reduzcan la presión sobre el sistema. Tampoco parece apropiado que el MOP haya reconocido como contraparte a grupos de presión como No+Tag, cuya representatividad es dudosa, así como sus métodos de protesta, basados en entorpecer la libre circulación en las autopistas, lo que sienta un mal precedente.
 
Fuente: El Mercurio, Sábado 07 de Diciembre de 2019

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