LA TERCERA – En medio de la peor crisis de seguridad pública en el país, la visión de la ciudadanía sobre la delincuencia es clara: se trata de la primera tarea que debe enfrentar el gobierno, según las últimas encuestas.
Por eso, la inversión en áreas que contribuyan a la seguridad como la construcción de nuevos centros penitenciarios resulta clave. El propio Ministerio de Justicia proyectó que se alcanzará la cifra de 50 mil personas privadas de libertad en 2024. A esto se suma la reciente declaración de construir una nueva cárcel de alta seguridad.
¿Hay espacios adecuados para los nuevos reclusos? La respuesta parece ser negativa y, por ello, se debería acudir al modelo de concesiones – usado en tres grupos de cárceles- para cerrar brechas.
La realidad es dispar: la próxima licitación de un penal se hará este año, en El Maule. Sin embargo, en Calama, la licitación del diseño de una nueva cárcel quedó desierta.
Acudir a la alianza público-privada es un aporte imprescindible, en tiempos en que se requieren esfuerzos conjuntos.
Paulo Muñoz
Investigador asociado del Consejo de Políticas de Infraestructura
Fuente: La Tercera, Viernes 14 de Abril de 2023
