COOPERATIVA – El Ministerio de Obras Públicas confirmó que la etapa de empalme del puente Bicentenario con la calle Chacabuco -para ingresar directamente al centro de Concepción desde San Pedro de la Paz, Hualpén, Talcahuano y Chiguayante- se concretará en dos fases.
A raíz del retraso de la obra, que debió estar lista el primer semestre de 2014, urge habilitar el puente en su totalidad, cuestión por la cual se ejecutarán obras complementarias que permitan utilizar tanto la estructura oriente como poniente (hoy solo este funciona), con dos pistas.
Daniel Escobar, seremi de Obras Públicas, explicó que “lo que viene ahora es cruzar la Costanera, ingresar al sector y construir el ramal que va a permitir que los vehículos que vengan de San Pedro de la Paz puedan conectarse a Costanera por el ramal o a Esmeralda por un acceso que va a considerar el mismo ramal”.
Al mismo tiempo los vehículos que transiten por Costanera desde Hualpén o Talcahuano van a poder incorporarse al puente y retornar haciendo un ocho. Esto permitirá dejar operativo el viaducto a mediados de 2019.
Todas las conexiones enumeradas son obras complementarias para dejarlo operativo.
(Foto: MOP)
Conexión con Chacabuco
El proyecto de puente Bicentenario de Concepción, cuando se inició la obra en 2012, tenía un presupuesto de 26.000 millones de pesos, sin embargo, las obras complementarias elevaron el costo a 33.000 millones de pesos, pero para que quedé como se pensó originalmente, es decir, conectado con Chacabuco, serán necesario 7.000 millones de pesos más, alcanzando la suma de 40.000 millones.
Esta segunda fase de conexión se licitará a una nueva empresa en 2019. “Vamos a modificar el diseño reemplazando un terraplén que divide un sector histórico en dospor una bajada y una estructura traslúcida que permite que por debajo se pueda desarrollar algún parque o área que una a la ciudad”, afirmó el seremi Escobar.
Agregó que “en paralelo a eso vamos a trabajar también con ferrocarriles, ahí hay un patio de maniobras que tiene que trasladarse, también durante el 2019 vamos a superar la estructura de terrraplén con las matrices de Essbio y en paralelo a eso estamos trabajando con el Minvu para que la faja esté completamente despejada”.
Para eso no hay plazos, pero se aseguró que los recursos están disponibles. Si todo anda bien, “el puente que valía callampa”, bautizado tristemente así por el ex ministro Jaime Ravinet, estaría listo en 2022, vale decir, la obra completa demoraría 10 años en su construcción total.
Fuente: Cooperativa, miércoles 26 de diciembre de 2018