Jueves, Diciembre 26, 2024

Cómo lograr reducir la congestión en la Región Metropolitana

PULSO – Son las 8.00 AM del lunes. Las principales calles y autopistas urbanas del Gran Santiago se encuentran prácticamente detenidas, pero no ha ocurrido ningún accidente. Con el tiempo en contra, los conductores se apresuran para llegar a sus trabajos. Aumenta el estrés y la frustración frente al nulo avance. Y es que la congestión es quizás uno de los principales problemas que atentan contra la calidad de vida de los habitantes de las urbes.

La semana pasada, el Presidente Sebastián Piñera anunció el programa “Chile sin Barreras”, medida que busca eliminar los tradicionales pórticos para ser reemplazadas por telepeajes. Medida que podría ayudar a descongestionar el acceso a los núcleos urbanos. “Esta medida mejorará la calidad de vida de nuestros compatriotas”, señaló el jefe de Estado en un evento realizado en el sector de Piedra Roja (Colina).

Según el estudio Traffic Index Report de la empresa de soluciones telemáticas para el transporte y logística, Tom Tom, la congestión en el Gran Santiago genera pérdidas por $106 mil millones al año. Y es que el tiempo extra de viaje producto de los tacos promedió los 49 minutos por día.

Estas cifras posicionan a Santiago en el lugar 17 de las ciudades más congestionadas del mundo, según indica Tom Tom. La muestra consideró unas 390 urbes. “Para reducir la congestión, es necesario proveer de un muy buen transporte público y castigar el uso del automóvil. Es un problema complejo, porque es muy difícil hacer lo primero sin restringir los vehículos particulares.

Estos últimos son una de las causas por las cuales no se puede tener buen transporte de superficie. Estos generan congestión y traslada a pocas personas por metro cuadrado de calle”, explica Ricardo Hurtubia, académico de las escuelas de Arquitectura e Ingeniería UC (e investigador Ceceus).

Para el experto de la UC, esta es la principal estrategia para combatir la congestión. “Para lograr ese objetivo, se puede cobrar. Es decir, lo que se conoce como tarificación vial. Otra medida a considerar, podría ser un pase diario a la restricción vehicular. Este es un instrumento parecido. Si sólo se hace restricción, se puede incentivar a la compra de un segundo auto y eso no es bueno”, asegura Hurtubia.

Esto es algo que ha quedado en evidencia con el efecto que produjo sobre las ventas de la industria automotriz, la normativa que restringió la circulación de vehículos inscritos antes del 2012. Por ejemplo, el mercado de livianos y medianos logró sus mejores números en cuatro años para abril, con un incremento de 43,3%. Es decir, unas 35.470 unidades más.

Los expertos señalan que hay que tomar con prudencia esta medida. “Siempre se ha hablado que el tema de los telepeajes es una manera de reducir la congestión, pero genera problemas adicionales. Por ejemplo, quienes podrán pagar son los segmentos con más recursos. En el fondo, es una medida que también puede ser discriminatoria. Pero es algo que muchas ciudades han adoptado y mantenido por varios años, como Londres y otras urbes europeas”, manifiesta Alejandro Barros, investigador del Centro de Sistemas Públicos (CSP), Ingeniería Industrial U. Chile.

Es por este motivo que para enfrentar el desafío de la congestión es clave incorporar nuevas tecnologías. “Hay varias ciudades en Estados Unidos y Europa que están integrando mecanismos de gestión dinámica del tráfico, a través del uso de Internet de las Cosas (IoT) o la comunicación entre los vehículos y la infraestructura de monitoreo. Además, se puede incorporar inteligencia artificial o sensorización. También es importante impulsar el uso más eficiente del metro cuadrado”, dice Barros.

Ver artículo

Fuente: Pulso, Viernes 25 de mayo de 2018

PULSO – Son las 8.00 AM del lunes. Las principales calles y autopistas urbanas del Gran Santiago se encuentran prácticamente detenidas, pero no ha ocurrido ningún accidente. Con el tiempo en contra, los conductores se apresuran para llegar a sus trabajos. Aumenta el estrés y la frustración frente al nulo avance. Y es que la congestión es quizás uno de los principales problemas que atentan contra la calidad de vida de los habitantes de las urbes.

La semana pasada, el Presidente Sebastián Piñera anunció el programa “Chile sin Barreras”, medida que busca eliminar los tradicionales pórticos para ser reemplazadas por telepeajes. Medida que podría ayudar a descongestionar el acceso a los núcleos urbanos. “Esta medida mejorará la calidad de vida de nuestros compatriotas”, señaló el jefe de Estado en un evento realizado en el sector de Piedra Roja (Colina).

Según el estudio Traffic Index Report de la empresa de soluciones telemáticas para el transporte y logística, Tom Tom, la congestión en el Gran Santiago genera pérdidas por $106 mil millones al año. Y es que el tiempo extra de viaje producto de los tacos promedió los 49 minutos por día.

Estas cifras posicionan a Santiago en el lugar 17 de las ciudades más congestionadas del mundo, según indica Tom Tom. La muestra consideró unas 390 urbes. “Para reducir la congestión, es necesario proveer de un muy buen transporte público y castigar el uso del automóvil. Es un problema complejo, porque es muy difícil hacer lo primero sin restringir los vehículos particulares.

Estos últimos son una de las causas por las cuales no se puede tener buen transporte de superficie. Estos generan congestión y traslada a pocas personas por metro cuadrado de calle”, explica Ricardo Hurtubia, académico de las escuelas de Arquitectura e Ingeniería UC (e investigador Ceceus).

Para el experto de la UC, esta es la principal estrategia para combatir la congestión. “Para lograr ese objetivo, se puede cobrar. Es decir, lo que se conoce como tarificación vial. Otra medida a considerar, podría ser un pase diario a la restricción vehicular. Este es un instrumento parecido. Si sólo se hace restricción, se puede incentivar a la compra de un segundo auto y eso no es bueno”, asegura Hurtubia.

Esto es algo que ha quedado en evidencia con el efecto que produjo sobre las ventas de la industria automotriz, la normativa que restringió la circulación de vehículos inscritos antes del 2012. Por ejemplo, el mercado de livianos y medianos logró sus mejores números en cuatro años para abril, con un incremento de 43,3%. Es decir, unas 35.470 unidades más.

Los expertos señalan que hay que tomar con prudencia esta medida. “Siempre se ha hablado que el tema de los telepeajes es una manera de reducir la congestión, pero genera problemas adicionales. Por ejemplo, quienes podrán pagar son los segmentos con más recursos. En el fondo, es una medida que también puede ser discriminatoria. Pero es algo que muchas ciudades han adoptado y mantenido por varios años, como Londres y otras urbes europeas”, manifiesta Alejandro Barros, investigador del Centro de Sistemas Públicos (CSP), Ingeniería Industrial U. Chile.

Es por este motivo que para enfrentar el desafío de la congestión es clave incorporar nuevas tecnologías. “Hay varias ciudades en Estados Unidos y Europa que están integrando mecanismos de gestión dinámica del tráfico, a través del uso de Internet de las Cosas (IoT) o la comunicación entre los vehículos y la infraestructura de monitoreo. Además, se puede incorporar inteligencia artificial o sensorización. También es importante impulsar el uso más eficiente del metro cuadrado”, dice Barros.

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Fuente: Pulso, Viernes 25 de mayo de 2018

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