LA TERCERA – Como se esperaba, y con vítores de “Montes, amigo, el pueblo está contigo” desde las graderías del Congreso, el Ministro de Vivienda y Urbanismo Carlos Montes sorteó la acusación constitucional para luego ser confirmado en su cargo por las redes sociales del Presidente..
Pese a la gravedad del caso convenios, la acusación pecaba de errores de forma que impidieron discutir el fondo. En cuanto a las responsabilidades políticas, si hay algún lugar donde Montes juega de local es en el Parlamento, donde destacó casi dos décadas como uno de los mejores legisladores de nuestra historia. Valparaíso no era el lugar para lapidar su impecable carrera.
Sorteada la acusación, esta segunda oportunidad plantea desafíos aún mayores al ya difícil mandato original de reducir en un 40% el déficit y entregar 260 soluciones habitacionales en lo que queda de gobierno. Montes ha probado ser un gran político, con un conocimiento de la cartera y retórica que bordean la perfección; pero este nuevo tiempo demanda gestión. Pese a la convicción, -megáfono en mano- con que el Presidente y el ministro aseguran cumplirán la meta del Plan de Emergencia Habitacional, los resultados a la fecha son preocupantes.
Según el último informe de noviembre, el PEH solo lleva un 35% de avance, eso es, 92 mil de las 260 mil viviendas comprometidas. La producción del hábitat se mide por inicios de obras, obras en ejecución y obras terminadas, y en todos las cifras van a la baja. Fuentes cercanas al MINVU indican que los inicios de obras (DS19) y compras de viviendas con subsidio (DS 01) presentan los índices más bajos en décadas. Otro dato relevante, el 99% de las obras entregadas a noviembre del 2023 fueron iniciadas en el gobierno anterior. De comprobarse estas cifras, al ritmo actual, será imposible cumplir las metas.
Si bien Montes reinicia fortalecido, sus equipos se encuentran severamente debilitados y fracturados por la traición de aquellos subalternos frenteamplistas implicados en el caso convenios. El daño colateral es enorme: programas como “Construyendo Barrios”, que apunta a la promesa presidencial de radicar 300 campamentos se encuentra congelado y no hay información o reporte actualizado de su avance. La salida de grandes gestores como el ex Director de Asentamientos Precarios Ricardo Trincado, sumado al congelamiento de todos los convenios con fundaciones honestas y consecuentes proyectos de atención y ayuda a campamentos, y la entrada en vigencia de la ley de usurpaciones ha derivado en una sensación de abandono grave.
La política ha dado un voto de confianza a Montes, pero si no apura la marcha en este segundo tiempo, el perdedor no será el ministro, sino las miles de familias que confiaron en su promesa. Ojalá logre cumplir la meta, por el bien de Chile.
Por Pablo Allard, decano Fac. de Arquitectura UDD
Fuente: La Tercera, Domingo 07 de Enero de 2024