EL MERCURIO VALPARAÍSO – Urbes equilibradas en su desarrollo económico. social y ambiental, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Urbes “inteligentes” cuando suman apoyo de la tecnología. ¿Aparecieron ya en el paisaje de nuestra región?
Las ciudades son organismos vivos: allí residen, trabajan, estudian y circulan desde decenas de miles a millones de personas, lo que lleva a la producción masiva de bienes y servicios, a la expansión urbana y el crecimiento inmobiliario permanente, a la generación de desechos, y a cada vez más crecientes requerimientos y gastos energéticos.
“Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y con la predicción que maneja la ONU, el 70% de las personas van a habitar los centros urbanos al año 2050”, explica Margarita Ducci, directora ejecutiva de Red Pacto Global Chile, ligada a la Organización de Naciones Unidas. “Si seguimos viviendo de la manera que lo estamos haciendo, la verdad es que (el planeta) va a ser inhabitable, porque se genera un montón de problemas cuando convive de forma concentrada mucha gente, por el uso intensivo de los recursos que conforman una ciudad”.
Se estima que más de 7.500 millones de personas viven hoy en el mundo, y según cifras de la Unesco unos 3.900 millones son habitantes de ciudades, número que se ha quintuplicado desde 1950. Es necesario repensar entonces la idea de los centros urbanos, y ahí es donde entra el concepto de ‘ciudades sostenibles’: ciudades que crecen y funcionan de manera armónica. Es un concepto amplio, al cruzar variables económicas, sociales y ambientales, y por lo mismo las opiniones y líneas de acción para ‘construirlas’ son diversas.
“Una ciudad es sostenible cuando logra un equilibrio de ciertos aparatos productivos y que están en directa relación con la calidad de vida de sus habitantes (…) Este índice de calidad de vida involucra una serie de indicadores: la calidad y cantidad de espacio público de una ciudad, en cuanto a cantidad de áreas verdes por habitante es un factor relevante. La proximidad de servicio, la conectividad, la movilidad también son elementos que hoy hacen sostenibles y eficientes a las ciudades”, afirma Osvaldo Bizama, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso.
Ducci: “La planificación es muy importante, porque en la medida que una ciudad define bien cómo se construyen diferentes obras, edificios, de cuánta altura y qué densidad, es algo fundamental para que surja una ciudad mucho más armónica, funcional y estética, con una manera multidisciplinaria de ver el tema (…) El transporte urbano cumple también un rol fundamental, porque en la medida que hay un buen transporte público hay una mejor ciudad, con menos contaminación, todo se simplifica y ahí el Estado debe otorgar una inversión potente en la materia”.
Para otros, el acento está en la reconversión energética para asegurar, por ejemplo, el suministro eléctrico en las grandes urbes. “Es ahí donde entran centrales a gas natural, el mismo que se utiliza en los domicilios, con tecnología de última generación y altamente eficientes, iguales a las que se construyen en países como Alemania, Japón y Estados Unidos, y se transforman en socias perfectas con las energías renovables”, opina Hugo Lecaros, gerente de Asuntos Corporativos y Comunitarios de Inkia Energy, la empresa detrás del proyecto Central Los Rulos.
Pasos regionales
“Existen también las llamadas ‘smart cities’, ‘ciudades inteligentes’ que combinan la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, reducen el consumo de energía, y mitigan sus impactos ambientales”, agrega la directora ejecutiva de Red Pacto Global Chile. Nuestro país está lejos de esos ejemplos y de casos latinoamericanos como Medellín, “que en los últimos 15 años ha hecho un trabajo muy fuerte con sistemas de transporte a través de teleféricos de los cerros hasta el centro de la ciudad, instalando centros culturales en los puntos de llegada, de manera de acercar a la gente de los cerros al Plan”, dice Pedro Serrano, director de la Unidad de Arquitectura Extrema de la Universidad Federico Santa María.
Pese a ello, el académico habla de un ejemplo a nivel local: “Concón es una ciudad de vida interesante”. Y sus palabras están avaladas por el último ranking ICVU (ver infografía), donde la localidad costera lidera en temas de conectividad y movilidad, y de vivienda y entorno. “Concón va en el camino hacia la sustentabilidad porque es una población pequeña e integrada, en donde se mezcla gente de todos los estratos sociales. Hay buena movilización, hay cuatro supermercados grandes, acceso a agua y energía, un interés de parte de las autoridades municipales por cuidar los humedales y áreas verdes, y los centros de trabajo están a poca distancia”.
Para Asiva, un elemento clave es el de cercanía. “Para que exista una ciudad sostenible, la comunidad es el referente más importante. Como la comunidad es el referente de los aspectos sociales, de medioambiente y economía, y entendemos que las empresas somos parte de ese contexto, estamos trabajando para que nuestras relaciones sean equilibrados”, dice Ricardo Guerra, presidente de la gremial.
Lo anterior explica parte del trabajo de ENAP Refinería Aconcagua en la zona de Concón: “Nuestro punto de partida fue la instalación de la participación y el diálogo ciudadano como eje de nuestro trabajo. En diciembre del año 2016 implementamos el Consejo Ciudadano ERA, instancia de participación inédita que tuvo como objetivo estrechar el vínculo con la comunidad a través de la entrega de información oportuna y transparente a distintos líderes sociales “, explica Edmundo Piraino, gerente. “Nos hemos hecho parte del proceso de pensar la ciudad que queremos y construirla colaborativamente. Por ello, también acabamos de terminar la remodelación de la Plaza Carlos Pezoa Véliz, donde se encuentra Casa Abierta ENAP y el Punto Limpio de Eco Ruta, además de avanzar en iniciativas en la Plaza Los Troncos-Villa Primavera”.
Aportar al desarrollo humano y urbano del lugar donde se opera es la línea en la que se inscribe también Quintero Vive, plataforma de proyectos creada entre el municipio local y GNL Quintero. “Con un grupo de urbanistas se generó un portafolio de más de 20 proyectos urbanos que fue presentado a la comunidad de Quintero y a distintos actores de la zona”, explica Felipe Manríquez, subgerente de Asuntos Corporativos de la compañía. El programa se ha traducido en mejoras en el borde costero Quintero-Loncura, la instalación de basureros y señalética, entre otros temas.
En la misma zona, AES Gener colabora con la recuperación de espacios públicos: “Hace pocos días inauguramos en Quintero la remodelación del parque municipal María Luisa Sebiré de Cousiño, donde en una alianza pública-privada con el municipio y el Consejo Regional realizamos el diseño y la construcción de cuatro hectáreas que estaban abandonadas, recuperando este espacio no sólo para la comunidad de Quintero, sino que para todo el país”, indica Karin Niklander, gerente de Comunicaciones de la compañía.
Valparaíso a gran escala
¿Cómo hacer de Valparaíso, capital regional, una ciudad más sostenible? Para el Terminal Pacífico Sur, el tema incluye desde cuidados ambientales hasta el mentado involucramiento con la comunidad. “El énfasis lo hemos puesto en tres grandes líneas de trabajo: educación, cultura y deporte”, señala Camilo Jobet, subgerente comercial de TPS. Y ejemplifica: “la Media Maratón TPS es una experiencia que lleva más de una década y en que cada año podemos abrir el terminal a 4.000 personas que corren dentro de las instalaciones portuarias”.
“Hay que entender que la infraestructura de borde y portuaria en la comuna debe ser repensada en términos de sus destinos y no sólo en un área en particular”, dice Osvaldo Bizama. La observación apunta al cambio de mirada a gran escala y se complementa con los esfuerzos que hoy desarrollan sus colegas de las cuatro universidades tradicionales de Valparaíso, con un proyecto presentado al MOP con miras a que el Puerto Principal de un paso decisivo hacia la sostenibilidad. “Nuestra motivación en el Consejo de Rectores es que Valparaíso es esencialmente una ciudad universitaria, y la idea es convertirla en una ciudad universitaria internacional. Anualmente Valparaíso recibe entre 1.000 y 4.000 estudiantes extranjeros; si tuviera un sistema que acoja a los universitarios, sería una potencia mundial”, explica Pedro Serrano.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso, Martes 17 de julio de 2018