Sábado, Noviembre 23, 2024

Científicos advierten sobre veloz avance de la desertificación, que ya está llegando a Santiago

EL MERCURIO – “La desertificación está a las puertas de Santiago”, asegura el director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez. El académico explica que “si nos basamos en las precipitaciones, las condiciones climáticas van avanzando hacia el sur a una velocidad de más o menos 500 metros al año y, por eso, los niveles de lluvia que antes tenía el sur de Coquimbo, en Illapel, ahora los tiene el norte de Valparaíso, en Petorca”.
Santibáñez sostiene que el desierto antes llegaba hasta La Higuera, en la zona norte de la Región de Coquimbo, “y hoy día técnicamente la condición de desierto está llegando prácticamente a Ovalle”. Eso significa —precisa— que toda la condición que se da desde La Serena a Los Vilos se va a instalar en la Región de Valparaíso, no como desierto propiamente tal, pero sí como una zona hiperárida. “Y yo digo que está a las puertas de Santiago porque la condición más árida, más seca, de La Ligua y Petorca se desplazó hasta la Región Metropolitana”.
El doctor Roberto Chávez, profesor de la Universidad Católica de Valparaíso y miembro de la mesa técnica de la COP25 para Chile, indica que investigadores del Laboratorio de Geoinformación y Percepción Remota de la PUCV han desarrollado un sistema de monitoreo satelital que permite estudiar la desertificación y las sequías.
“Efectivamente —dice— los gráficos muestran hasta la altura de Santiago que una mayor proporción del territorio está mas seca en esta década. Y eso indica que la desertificación ha avanzado fuertemente”.
Chávez aclara que si bien la desertificación es notoria hoy en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, “los efectos de menores precipitaciones y desecamiento de la vegetación se advierten hasta la altura de Coyhaique, en la Región de Aysén”,
El doctor Andrés Moreira, profesor del Instituto de Geografía de la Universidad Católica de Valparaíso, manifiesta que “es evidente que estamos viviendo un proceso de avanzada desertificación producto de las malas prácticas de uso del agua y los suelos, históricas y actuales, que han privilegiado los intereses de algunos por sobre los intereses de los pequeños agricultores y campesinos”.
Enfatiza que la desertificación avanza varios metros al día, y afecta a toda la región central de Chile, desde Coquimbo a La Araucanía.
Basado en datos de la Corporación Nacional Forestal, Moreira señala que la desertificación afecta a un 21,7% del territorio, es decir, a unos 16,6 millones de hectáreas, con una población afectada de casi 7 millones de habitantes de 160 comunas.
Distinta es la mirada del investigador de la Universidad de La Serena José Novoa, ya que a su juicio la cuantificación del avance de la desertificación puede variar dependiendo de cómo se le mida.
Sostiene que desde un punto de vista productivo, “yo no me atrevería a decir que en la Región de Coquimbo, que es nuestra área de estudios, esté avanzando la desertificación, porque hemos aumentado la superficie de explotación agrícola y frutícola, porque existen embalses”.
A su juicio, “el efecto palpable de la desertificación, si lo asociamos a las precipitaciones, está sobre toda el área que no tiene regadío, en el secano e interfluvios donde no hay canales”.
Como los demás investigadores consultados, Novoa destaca que la desertificación no ha sido solo un efecto del cambio climático, sino también de la acción del hombre.
Recuerda que Coquimbo no tiene bosques como en el sur “y lo que había fue consumido primero por el ferrocarril, luego por la construcción de viviendas y la actividad minera”.
“Los árboles fueron talados también para dar paso a la ganadería y la agricultura, que se fueron extendiendo”, expone.
Respecto del cambio climático, el doctor Roberto Chávez comenta que es consecuencia de un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo cual ha provocado ya un calentamiento de alrededor de 1 grado respecto de la era preindustrial. “Las proyecciones que hemos realizado muestran que la región central de Chile presentará una condición de mayor aridez en el futuro, lo que se intensificará si la humanidad en conjunto no consigue la meta de detener el calentamiento global a no más de dos grados para 2100”.



Fuente: El Mercurio,  Sábado 05 de Octubre de 2019

EL MERCURIO – “La desertificación está a las puertas de Santiago”, asegura el director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez. El académico explica que “si nos basamos en las precipitaciones, las condiciones climáticas van avanzando hacia el sur a una velocidad de más o menos 500 metros al año y, por eso, los niveles de lluvia que antes tenía el sur de Coquimbo, en Illapel, ahora los tiene el norte de Valparaíso, en Petorca”.
Santibáñez sostiene que el desierto antes llegaba hasta La Higuera, en la zona norte de la Región de Coquimbo, “y hoy día técnicamente la condición de desierto está llegando prácticamente a Ovalle”. Eso significa —precisa— que toda la condición que se da desde La Serena a Los Vilos se va a instalar en la Región de Valparaíso, no como desierto propiamente tal, pero sí como una zona hiperárida. “Y yo digo que está a las puertas de Santiago porque la condición más árida, más seca, de La Ligua y Petorca se desplazó hasta la Región Metropolitana”.
El doctor Roberto Chávez, profesor de la Universidad Católica de Valparaíso y miembro de la mesa técnica de la COP25 para Chile, indica que investigadores del Laboratorio de Geoinformación y Percepción Remota de la PUCV han desarrollado un sistema de monitoreo satelital que permite estudiar la desertificación y las sequías.
“Efectivamente —dice— los gráficos muestran hasta la altura de Santiago que una mayor proporción del territorio está mas seca en esta década. Y eso indica que la desertificación ha avanzado fuertemente”.
Chávez aclara que si bien la desertificación es notoria hoy en las regiones de Coquimbo y Valparaíso, “los efectos de menores precipitaciones y desecamiento de la vegetación se advierten hasta la altura de Coyhaique, en la Región de Aysén”,
El doctor Andrés Moreira, profesor del Instituto de Geografía de la Universidad Católica de Valparaíso, manifiesta que “es evidente que estamos viviendo un proceso de avanzada desertificación producto de las malas prácticas de uso del agua y los suelos, históricas y actuales, que han privilegiado los intereses de algunos por sobre los intereses de los pequeños agricultores y campesinos”.
Enfatiza que la desertificación avanza varios metros al día, y afecta a toda la región central de Chile, desde Coquimbo a La Araucanía.
Basado en datos de la Corporación Nacional Forestal, Moreira señala que la desertificación afecta a un 21,7% del territorio, es decir, a unos 16,6 millones de hectáreas, con una población afectada de casi 7 millones de habitantes de 160 comunas.
Distinta es la mirada del investigador de la Universidad de La Serena José Novoa, ya que a su juicio la cuantificación del avance de la desertificación puede variar dependiendo de cómo se le mida.
Sostiene que desde un punto de vista productivo, “yo no me atrevería a decir que en la Región de Coquimbo, que es nuestra área de estudios, esté avanzando la desertificación, porque hemos aumentado la superficie de explotación agrícola y frutícola, porque existen embalses”.
A su juicio, “el efecto palpable de la desertificación, si lo asociamos a las precipitaciones, está sobre toda el área que no tiene regadío, en el secano e interfluvios donde no hay canales”.
Como los demás investigadores consultados, Novoa destaca que la desertificación no ha sido solo un efecto del cambio climático, sino también de la acción del hombre.
Recuerda que Coquimbo no tiene bosques como en el sur “y lo que había fue consumido primero por el ferrocarril, luego por la construcción de viviendas y la actividad minera”.
“Los árboles fueron talados también para dar paso a la ganadería y la agricultura, que se fueron extendiendo”, expone.
Respecto del cambio climático, el doctor Roberto Chávez comenta que es consecuencia de un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo cual ha provocado ya un calentamiento de alrededor de 1 grado respecto de la era preindustrial. “Las proyecciones que hemos realizado muestran que la región central de Chile presentará una condición de mayor aridez en el futuro, lo que se intensificará si la humanidad en conjunto no consigue la meta de detener el calentamiento global a no más de dos grados para 2100”.



Fuente: El Mercurio,  Sábado 05 de Octubre de 2019

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