AGENDA MARÍTIMA – Las condiciones naturales de Chile lo convierten en un actor clave a nivel mundial en materia de producción de hidrógeno verde. Las extensas zonas en el norte del país para desarrollar proyectos de energía solar, y los fuertes vientos magallánicos para la generación de energía eólica nos convertían en potencia mundial en esta materia. Pero, al parecer, en esta carrera el país se está quedando atrás, pero no por falta de recursos naturales.
Los problemas de infraestructura y el eterno trámite para la entrega de los permisos hicieron que otros países se metieran de lleno en la lucha por liderar una industria que esta llamada a ser una de las más importantes del futuro. Se estima que algunas empresas que se encuentran generando proyectos para la producción de hidrógeno verde, y que están invirtiendo varias decenas de millones de dólares, llevan cerca de cuatro años a la espera de resoluciones ambientales.
El académico e investigador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable (CEDS), Rodrigo Cáceres, señaló que “estamos perdiendo terreno porque otros países están avanzando más rápido en infraestructura y permisos, aspectos clave para hacer realidad el hidrógeno verde a gran escala. Aunque Chile tiene una ventaja en recursos renovables, la falta de infraestructura habilitante y los largos tiempos en trámites frenan el desarrollo”.
Otros países están “logrando captar inversión al contar con puertos, transmisión de energía y políticas que facilitan la expansión, lo que los podría posicionar en el mercado antes que nosotros”. Por ejemplo, Australia está generando varios proyectos con una política de expansión que va mucho más allá del año 2030 e incluso con ingresos anuales que se calculan por sobre los 20 mil millones de dólares.
La pregunta es, cuáles son los factores que inciden en este retraso que evidencia nuestro país en un recurso donde hay tanto potencial. “Los factores principales son la falta de infraestructura crítica y los retrasos en los permisos. Aunque tenemos una hoja de ruta y una estrategia clara, falta infraestructura que permita convertir esa estrategia en proyectos concretos y competitivos”, señaló el investigador nacional.
Agregó que “no basta solo con tener energía renovable, necesitamos apoyo en la creación de tecnologías específicas para el hidrógeno y un capital humano capacitado que pueda sostener esta industria a largo plazo. Sin infraestructura, tecnología y personal especializado, es difícil avanzar al ritmo que el mercado demanda. Es clave que avancemos en incentivos que reduzcan estos obstáculos para realmente aprovechar el potencial que tenemos”.
Si bien Chile se encuentra en una buena posición en términos de recursos naturales, debido a que cuenta con una de las mayores capacidades de generación de energía renovable a nivel mundial, existe preocupación al momento de consolidar este posicionamiento. “Necesitamos seguir desarrollando infraestructura y políticas que faciliten inversiones y permitan reducir costos de producción, acercándonos a los líderes globales en hidrógeno verde”, sostuvo.
En los últimos años, se han evidenciado importantes avances en proyectos como la planta de Magallanes, que marca un hito en la producción de hidrógeno verde en Chile, pero que también presenta nuevos desafíos a la hora de legislar permisos. A juicio de Rodrigo Cáceres, “se han implementado pilotos que aprovechan nuestras ventajas en energía solar y eólica, pero, sin embargo, aún estamos en una etapa temprana en términos de escalabilidad e infraestructura a gran escala, lo que implica que debemos seguir invirtiendo en tecnología e investigación”.
Los esfuerzos en generar la infraestructura para el hidrógeno
Hace unos días, la empresa TotalEnergies H2 y la Empresa Portuaria Austral (EPAUSTRAL) acordaron una colaboración que permita el crecimiento de la producción de hidrógeno verde en la Región de Magallanes y el desarrollo de la infraestructura portuaria local. Ambas empresas se comprometieron a mantener una comunicación constante con miras al desarrollo de proyectos clave para ambas instituciones: el Proyecto H2 Magallanes, que producirá hidrógeno y amoníaco verde en San Gregorio; y el mejoramiento del muelle del Terminal José de los Santos Mardones en Punta Arenas.
Antoine Liane, gerente general de TotalEnergies H2, señaló que “llevamos varios años hablando con la Empresa Portuaria Austral, que en la práctica tiene el único muelle transoceánico en la región, infraestructura habilitante clave para la industria del hidrógeno y para el desarrollo de la región. Con ellos nos comprometemos a trabajar, colaborar y hacer que este muelle y su expansión sea una realidad en un futuro corto”.
El acuerdo entre ambas empresas implica colaborar activamente en la planificación y coordinación logística de las operaciones de descarga de TotalEnergies H2 en el Muelle Mardones y en impulsar el desarrollo de la infraestructura necesaria para que el Terminal Mardones preste colaboración en éste y otros proyectos similares, logrando de esta manera un estándar acorde a las exigencias de esta industria y de otras en Magallanes.
“La región tiene una infraestructura portuaria que todavía está bajo los estándares que necesita esta zona para su desarrollo y es por eso que estamos impulsando la ampliación de la infraestructura. Dependiendo de la dimensión de la industria que se instale, puede que exceda las capacidades que nosotros tenemos, pero jugamos un rol muy importante al tener puntos habilitados para las fases tempranas de instalación de esta industria”, señaló el gerente general de la Empresa Portuaria Austral, Miguel Palma.
Por su parte, el senador Kenneth Pugh indicó que la industria del hidrógeno verde en la Región de Magallanes “requiere del adecuado desarrollo portuario, tanto para el desembarque de carga sobredimensionada para instalación de nuevas fábricas y generadores, junto a terminales especializados para embarque de amoniaco”. En rigor, una infraestructura acorde a la dimensión de lo que se viene para la Región de Magallanes en materia de producción de energías renovables y que ya tiene varios proyectos en marcha.
Uno de los aspectos positivos es la definición por parte del Gobierno del Plan de Acción de Hidrógeno Verde, que consiste en definir la hoja de ruta para el despliegue de esta industria, conciliando el desarrollo económico con el respeto por el medio ambiente, el territorio y las comunidades. “Nuestro objetivo es desarrollar una industria sostenible del hidrógeno verde integrando acciones coordinadas entre distintas carteras de gobierno y organismos”, señaló la Seremi de Energía de la Región de Valparaíso, Arife Mansur.
En opinión del académico e investigador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable (CEDS), Rodrigo Cáceres, “la política de hidrógeno verde es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente por sí sola. Es fundamental fortalecer el desarrollo de capital humano especializado, fomentar la colaboración de la industria con el mundo académico para innovar y promover la creación de tecnologías. El hidrógeno en sí no es un recurso escaso, como podría ser el litio, por lo que la estrategia de desarrollo debe apuntar a ir más allá de la producción del producto. Necesitamos formar una base sólida de expertos en tecnología e ingeniería aplicada al hidrógeno, asegurando que Chile no solo dependa de inversión extranjera, sino que pueda liderar con talento local”.
Fuente: Agenda Marítima, Miércoles 13 de Noviembre de 2024