Viernes, Diciembre 27, 2024

Carretera Hídrica entra en fase clave

DIARIO FINANCIERO – En julio será presentado ante la comisión de concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) el proyecto de carretera hídrica que impulsa la corporación Reguemos Chile, con el objetivo de que sea declarado de interés público.
Aunque aún no está construido, el proyecto que promete trasladar agua desde la Región del Biobío hasta Atacama, para enfrentar los efectos del cambio climático en el sector agrícola, ya ha recorrido un largo trecho. En 2015 se formó la corporación que lo promueve y recién el próximo mes ingresaría al MOP.
El empresario y presidente de Reguemos Chile, Juan Sutil, explica la relevancia de que el proyecto sea considerado de interés público: “Pasa a ser un proyecto del Estado de Chile y tiene la ventaja de que uno empieza a trabajar a requerimiento del MOP. Nos pueden entregar algunas nuevas instrucciones para profundizar algunos estudios hasta el último metro de la carretera para que el Estado pueda licitar el proyecto, así como se han licitado hospitales y carreteras interurbanas”.
Para esto van a presentar los informes del trazado, ingeniería hidráulica y agroclimático a la comisión de concesiones. El abogado Clemente Pérez, del estudio Guerrero & Olivos; está coordinando el proceso, que una vez en el MOP debiera tardar cerca de un año.
Sutil asegura que los valores de inversión en las primeras tres etapas, para regar 650 mil hectáreas entre Biobío y Salamanca, están en torno a los US$18 mil millones. Luego, las etapas cuatro y cinco consideran otros US$8 mil millones más.
El directivo enfatiza que ya terminaron todos los estudios: el primero sobre el trazado, que ya está definido desde Biobío hasta Atacama, y que no pasa por ningún Parque Nacional, reserva de la humanidad, ni reservas indígenas o cementerios. “No es fácil hacer este tipo de trazado y lo hizo una empresa chilena”, cuenta Sutil.
Destaca que tienen un estudio de ingeniería hidráulica “que determina una seguridad de un 85%, es decir, que 85 años de 100 tienen asegurado el suministro de agua, y en 15 una disminución, pero no falta de suministro. Ese estudio de disponibilidad hídrica es lo que permitió decir que sí tenemos el agua y sabemos por dónde debe ir”.
El siguiente estudio es el de impacto ambiental. “Estamos en un concepto de no sólo la mitigación, sino que también considera la reparación”, dice.
Sobre los beneficios del proyecto, afirma que han calculado que se podría duplicar la productividad y el producto interno agrícola. Eso implicaría duplicar la capacidad de empleo -que hoy llega a unos 900 mil- y duplicar las exportaciones potenciales.
En cuanto a plazos, dice que como hito esperan que tarde un año en ser declarado de interés público, y cuatro a cinco años de nuevos estudios para que se licite. “Después de eso, los avances van a depender de la madurez del país. Porque si vamos a tener a personas con pancartas parando el paso de una carretera y no se entiende el problema global, nos vamos a terminar secando como una uva que se transforma en pasa”, concluye.
Ver artículo
Fuente: Diario Financiero, Viernes 21 de Junio de 2019

DIARIO FINANCIERO – En julio será presentado ante la comisión de concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) el proyecto de carretera hídrica que impulsa la corporación Reguemos Chile, con el objetivo de que sea declarado de interés público.
Aunque aún no está construido, el proyecto que promete trasladar agua desde la Región del Biobío hasta Atacama, para enfrentar los efectos del cambio climático en el sector agrícola, ya ha recorrido un largo trecho. En 2015 se formó la corporación que lo promueve y recién el próximo mes ingresaría al MOP.
El empresario y presidente de Reguemos Chile, Juan Sutil, explica la relevancia de que el proyecto sea considerado de interés público: “Pasa a ser un proyecto del Estado de Chile y tiene la ventaja de que uno empieza a trabajar a requerimiento del MOP. Nos pueden entregar algunas nuevas instrucciones para profundizar algunos estudios hasta el último metro de la carretera para que el Estado pueda licitar el proyecto, así como se han licitado hospitales y carreteras interurbanas”.
Para esto van a presentar los informes del trazado, ingeniería hidráulica y agroclimático a la comisión de concesiones. El abogado Clemente Pérez, del estudio Guerrero & Olivos; está coordinando el proceso, que una vez en el MOP debiera tardar cerca de un año.
Sutil asegura que los valores de inversión en las primeras tres etapas, para regar 650 mil hectáreas entre Biobío y Salamanca, están en torno a los US$18 mil millones. Luego, las etapas cuatro y cinco consideran otros US$8 mil millones más.
El directivo enfatiza que ya terminaron todos los estudios: el primero sobre el trazado, que ya está definido desde Biobío hasta Atacama, y que no pasa por ningún Parque Nacional, reserva de la humanidad, ni reservas indígenas o cementerios. “No es fácil hacer este tipo de trazado y lo hizo una empresa chilena”, cuenta Sutil.
Destaca que tienen un estudio de ingeniería hidráulica “que determina una seguridad de un 85%, es decir, que 85 años de 100 tienen asegurado el suministro de agua, y en 15 una disminución, pero no falta de suministro. Ese estudio de disponibilidad hídrica es lo que permitió decir que sí tenemos el agua y sabemos por dónde debe ir”.
El siguiente estudio es el de impacto ambiental. “Estamos en un concepto de no sólo la mitigación, sino que también considera la reparación”, dice.
Sobre los beneficios del proyecto, afirma que han calculado que se podría duplicar la productividad y el producto interno agrícola. Eso implicaría duplicar la capacidad de empleo -que hoy llega a unos 900 mil- y duplicar las exportaciones potenciales.
En cuanto a plazos, dice que como hito esperan que tarde un año en ser declarado de interés público, y cuatro a cinco años de nuevos estudios para que se licite. “Después de eso, los avances van a depender de la madurez del país. Porque si vamos a tener a personas con pancartas parando el paso de una carretera y no se entiende el problema global, nos vamos a terminar secando como una uva que se transforma en pasa”, concluye.
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Fuente: Diario Financiero, Viernes 21 de Junio de 2019

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