Martes, Agosto 20, 2024

Cárcel en Santiago, por Ricardo Abuauad

LA TERCERA – Terreno disponible y ahorro de tiempo; ventajas logísticas en traslados; integración con el “Barrio judicial y penitenciario”. Podría parecer que la ubicación de la nueva cárcel (o la ampliación de la que hay) en la comuna de Santiago es la mejor opción. ¿Es así?

Es indudable que la comuna de Santiago atraviesa una crisis de seguridad, que a la vez es causa y consecuencia de muchas otras. El reciente Informe de Homicidios entregado por la autoridad responsable la señala a la cabeza de los asesinatos en 2023, con la friolera de 66. Nos hemos acostumbrado a la violencia en el Barrio Yungay o Matta, o en Meiggs. También al desborde del comercio ambulante, a la degradación de zonas que antes nos enorgullecían, a los efectos de esta crisis de seguridad en la huida de los bancos, a la caída en los valores de las propiedades. Los vecinos de este “Barrio Penitenciario” lo perciben, con razón, como una zona de sacrificio, con aglomeraciones y agresiones en su entorno.

En este escenario, ¿qué debe hacer la autoridad, considerando que es la comuna más importante del país, la que reúne sus mayores monumentos, su memoria, sus espacios notables? Sin duda, recuperarla, y es en parte lo que se ha hecho en la Alameda.

Pero aún queda mucho. ¿Cómo se recupera, entonces? Invirtiendo en ella, mejorando sus espacios, su seguridad, creando polos de cultura, encuentro, recreación, deportes, vivienda. Ese es el deber de la autoridad frente a una crisis como la que vivimos.

¿Construir en ella una cárcel de alta seguridad va en ese sentido? ¿Una cárcel alrededor de la cual -intuyendo lo que pasará- ya se está proponiendo crear un “perímetro de seguridad” para contener desbordes, sabiendo que en ese entorno hay zonas residenciales, como los barrios Pedro Montt y Yarur, que defienden su derecho a la tranquilidad? ¿Todo eso conociendo que el recinto de alta seguridad existente acaba de sufrir un motín que la puso en el centro del debate, y descubrimos que sus internos hacen videollamadas? ¿Creería usted, si fuera un vecino, que una autoridad que no ha podido controlar la situación actual lo hará mejor cuando haya más reos, y más peligrosos? ¿En un lugar de Santiago donde se han hecho inversiones mayores para su recuperación, como Chilevisión en los terrenos de Machasa, o el Parque inundable Víctor Jara? ¿Lo anterior justo en medio de la mayor crisis de vivienda que hemos experimentado en décadas, que nos obliga a proteger la que ya hay y promover la nueva?

No, una cárcel ahí no va en el sentido correcto, y no hay urgencia ni ventaja logística que pueda maquillar eso. No se trata de apoyar o no a la alcaldesa Hassler, de cuya gestión he sido crítico: decisiones como esta tendrán consecuencias mucho más allá de su administración. Es por eso que hay que mirar el largo plazo, y no dejarse enceguecer por lo que parece más simple o más práctico hoy. Aquí está en juego el destino de la comuna más importante del país, ni más ni menos. La historia de las ciudades es dura en juzgar este tipo de desaciertos.

Por Ricardo Abuauad, decano Campus Creativo UNAB y profesor UC

Fuente: La Tercera, Domingo 28 de Julio de 2024

LA TERCERA – Terreno disponible y ahorro de tiempo; ventajas logísticas en traslados; integración con el “Barrio judicial y penitenciario”. Podría parecer que la ubicación de la nueva cárcel (o la ampliación de la que hay) en la comuna de Santiago es la mejor opción. ¿Es así?

Es indudable que la comuna de Santiago atraviesa una crisis de seguridad, que a la vez es causa y consecuencia de muchas otras. El reciente Informe de Homicidios entregado por la autoridad responsable la señala a la cabeza de los asesinatos en 2023, con la friolera de 66. Nos hemos acostumbrado a la violencia en el Barrio Yungay o Matta, o en Meiggs. También al desborde del comercio ambulante, a la degradación de zonas que antes nos enorgullecían, a los efectos de esta crisis de seguridad en la huida de los bancos, a la caída en los valores de las propiedades. Los vecinos de este “Barrio Penitenciario” lo perciben, con razón, como una zona de sacrificio, con aglomeraciones y agresiones en su entorno.

En este escenario, ¿qué debe hacer la autoridad, considerando que es la comuna más importante del país, la que reúne sus mayores monumentos, su memoria, sus espacios notables? Sin duda, recuperarla, y es en parte lo que se ha hecho en la Alameda.

Pero aún queda mucho. ¿Cómo se recupera, entonces? Invirtiendo en ella, mejorando sus espacios, su seguridad, creando polos de cultura, encuentro, recreación, deportes, vivienda. Ese es el deber de la autoridad frente a una crisis como la que vivimos.

¿Construir en ella una cárcel de alta seguridad va en ese sentido? ¿Una cárcel alrededor de la cual -intuyendo lo que pasará- ya se está proponiendo crear un “perímetro de seguridad” para contener desbordes, sabiendo que en ese entorno hay zonas residenciales, como los barrios Pedro Montt y Yarur, que defienden su derecho a la tranquilidad? ¿Todo eso conociendo que el recinto de alta seguridad existente acaba de sufrir un motín que la puso en el centro del debate, y descubrimos que sus internos hacen videollamadas? ¿Creería usted, si fuera un vecino, que una autoridad que no ha podido controlar la situación actual lo hará mejor cuando haya más reos, y más peligrosos? ¿En un lugar de Santiago donde se han hecho inversiones mayores para su recuperación, como Chilevisión en los terrenos de Machasa, o el Parque inundable Víctor Jara? ¿Lo anterior justo en medio de la mayor crisis de vivienda que hemos experimentado en décadas, que nos obliga a proteger la que ya hay y promover la nueva?

No, una cárcel ahí no va en el sentido correcto, y no hay urgencia ni ventaja logística que pueda maquillar eso. No se trata de apoyar o no a la alcaldesa Hassler, de cuya gestión he sido crítico: decisiones como esta tendrán consecuencias mucho más allá de su administración. Es por eso que hay que mirar el largo plazo, y no dejarse enceguecer por lo que parece más simple o más práctico hoy. Aquí está en juego el destino de la comuna más importante del país, ni más ni menos. La historia de las ciudades es dura en juzgar este tipo de desaciertos.

Por Ricardo Abuauad, decano Campus Creativo UNAB y profesor UC

Fuente: La Tercera, Domingo 28 de Julio de 2024

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