PAÍS CIRCULAR – A diferencia de años anteriores, donde se destacaban las principales tendencias de innovación respecto a diferentes materias, esta vez la aceleradora de innovación corporativa Innspiral puso a Chile en el centro del estudio frente a los principales desafíos que deberá enfrentar para desarrollarse de forma sostenible. El Cambio climático es uno de los cuatro pilares del estudio y Camila Mohr, gerenta general del organismo, detalla por qué es clave en el devenir del país.
Mohr comenta que se debe actuar cuanto antes para enfrentar esta crisis, y detalla que del estudio se desprende que para poder hacerlo se deben aprovechar las ventajas que ofrece el territorio, innovar y observar a los países que están liderando las acciones contra el cambio climático.
Las otras tres grandes tendencias que aparecen en el estudio son la Desaceleración del crecimiento económico para Chile y la región, la Transición energética y el Teletrabajo y la fuerza laboral. Mohr explica que “en el presente, la información es poder”, por lo que es clave comprender los diferentes procesos que están ocurriendo en el país y en el mundo para poder reaccionar frente a lo que traiga el futuro.
El estudio no solo se centra en las tendencias de cada una de las áreas que conforman el documento de Innspiral, sino que además otorgan información sobre cómo y por qué ocurren ciertos procesos, así como las startups que están liderando las diferentes industrias, entre las que destacan las chilenas NotCo, Live Green Co., Protera, Done Properly, Metagenomi, Zippedi, Rocketbot, Bureo, entre muchas otras de diferentes países.
De acuerdo al estudio, ¿cuáles son los principales desafíos para Chile en cuanto al cambio climático?
Creo que lo principal es que hay diferentes pilares o frentes para Chile. Por una parte, tenemos la crisis hídrica que estamos viviendo hoy. Si solo consideramos la Región Metropolitana, ya estamos hablando que a mediados de año vamos a tener que racionar el consumo de agua, vemos cómo distintas comunas han ido cambiando áreas con pasto para hacer jardines secos y cómo las empresas también están abordando esta crisis. Por otra parte, está la transición energética y a mi parecer lo más importante es lograr el proceso de descarbonización de manera sostenible. Y otro de los desafíos de Chile frente al cambio climático tiene que ver con la economía circular y el desarrollo de productos y modelos de negocios que no generen desechos.
Centrándonos en la crisis hídrica, uno de los desafíos que plantean en el estudio de tendencias es mejorar la gestión de demanda de agua. ¿Qué tipo de acciones podrían ayudar en ese sentido?
En el país tenemos muchas industrias que requieren grandes cantidades de agua, entonces en ese aspecto este tipo de industrias tendrán que ver cómo reducir su consumo u obtener agua a través de otros métodos. Por ejemplo, algo muy importante para enfrentar la crisis es identificar cuáles son las fuentes alternativas de obtención y recuperación de agua, como los procesos de desalinización de agua. En Chile, un país que en toda su extensión tiene acceso a agua de mar sería importante ver cómo se puede utilizar para procesos industriales. Otra de las acciones a realizar consiste en investigar el tema de los condensados o cómo se puede recuperar agua de las nubes. Finalmente, otro componente es mejorar la gestión de demanda de agua, identificar cómo se puede utilizar de mejor forma y también, a nivel más particular, ver si existen fugas en la casa o en qué formas cada uno puede reducir el consumo.
Respecto a la transición energética, en el estudio explican que uno de los desafíos a nivel global es acelerar el proceso de descarbonización de forma sostenible. ¿Cómo ve a Chile en este tema?
A nivel local y mundial hay hartos propósitos para lograr la descarbonización de aquí a 20 o 25 años. Creo que en ese aspecto una gran ventaja que tenemos en Chile es que podemos ser líderes, a nivel mundial, con el hidrógeno verde, porque nos encontramos en un país donde tenemos la posibilidad de generar diversas energías renovables, como la eólica y la solar. Esto permitiría reducir de manera exponencial las emisiones de CO2. Además, si todo lo ligamos a la electromovilidad, tenemos muchos desafíos, algunos de los cuales no se habla mucho, como el caso del cobre verde, que se relaciona a cómo hago minería de una forma más limpia.
La economía circular es un tema del que se habla mucho y a veces existe la creencia de que es solo reciclar o reutilizar. En el caso de Chile, ¿cuánto es el avance de este nuevo modelo de economía y cómo lo abordan las empresas?
Efectivamente existe entre los consumidores la tendencia a la reutilización y a la compra de ropa, por ejemplo, de segunda o tercera mano, pero también está relacionado a cómo se resignifica un producto, a cómo se le puede hacer más duradero. En el mercado tenemos el caso de Green Glass, donde reutilizan botellas para hacerlas vasos y se le da una segunda vida útil a un producto. Otro aspecto que también destaca es que hay una disminución de todo lo que tiene que ver con las compras masivas y ahora se ve un consumo más local, es decir, de producto nacional, que tenga un desarrollo más sostenible. Asimismo, relacionado con la transición energética y el uso de las tecnologías, también tenemos casos que fomentan la sustentabilidad, como el de Good Meal, que está trabajando con Walmart y permite a los consumidores comprar excedentes de comida y así evitar el desperdicio. En ese sentido, es impresionante cómo son los jóvenes los que están potenciando el desarrollo de mentalidades más sustentables.
Algo fundamental es la cooperación público-privada. En ese sentido, ¿cuáles son las sinergias que se podrían lograr en Chile para combatir el cambio climático?
Creo que debería haber políticas o leyes que favorezcan que las empresas se atrevan a incursionar en incorporar estas tecnologías. El mayor obstáculo que tienen las empresas para implementar este tipo de iniciativas es que el día a día las consume, y es algo que le pasa a todos, por eso creo que debería haber herramientas que se le entreguen a las empresas para que vayan de a poco implementándolas. Hoy en día la forma de controlar todo es bajo la lógica de que si tú no disminuyes tu huella de aquí a este tiempo, vas a tener una multa. No creo que ese sea el camino. La colaboración es la base para que podamos abordar este problema que estamos viviendo, porque no es un desafío del Gobierno y no es un desafío de las empresas, es un desafío mundial y la base de eso debe ser la colaboración. Ver qué están haciendo los países más desarrollados, qué políticas públicas están implementando y cómo se pueden adaptar a Chile. Creo que como país no es necesario que reinventemos la rueda. Obviamente esto es un tema de largo plazo, pero si adoptamos medidas haremos que las cosas vayan cambiando desde ahora, porque es algo que nos está afectando ahora ya, no es algo en el futuro. Es algo fundamental que tenemos que entender todos: estamos en una etapa de autodestrucción y ya no podemos pensar solo en las generaciones futuras, tenemos que pensar en las de ahora.
Fuente: País Circular, Lunes 9 de Mayo de 2022