Jueves, Noviembre 28, 2024

Cambio climático y acciones concretas, por Guillermo Pickering

DIARIO FINANCIERO – Una de las grandes consecuencias del cambio climático es el veloz e irreversible derretimiento de los glaciares. En Chile, se ha vuelto visible y crítico, preocupando no solo a la comunidad científica, sino que también a toda la sociedad porque es la única cuenta de ahorro hídrica que tenemos. De hecho, su reducción pone en peligro a algunas comunidades que corren incluso el riesgo de desaparecer. En el caso de Santiago, los glaciares aportan el 40% del caudal del Río Maipo durante el verano, el cual está previsto que en 30 años tenga un 12% menos del nivel actual.
El 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua, fecha que debe obligarnos a repensar cómo abordar este y otros temas relativos al cambio climático, y qué rol juegan el Estado, las comunidades, las empresas y los ciudadanos no sólo en el cuidado del medioambiente, sino también en cómo abordar el problema con urgencia, pero con visión de futuro. Este es un problema que debemos abordarlo entre todos, pero es a la autoridad a la que le corresponde dirigir el esfuerzo y generar una política que dé seguridad jurídica y sustentabilidad en materia de recursos hídricos, desde su otorgamiento, uso y reuso.
En ese sentido, estamos seguros que el camino es poner el concepto de economía circular al centro de las operaciones de las empresas, comprendiendo que la reutilización de los recursos es un factor clave y cambiando el paradigma para ser compañías amigables con el medioambiente. En particular, muchas iniciativas concretas se resumen en la regla nemotécnica de las 4R: rediseñar, reducir, reusar y reciclar.
Hay indicadores no financieros que inversionistas y distintos públicos de interés miran con atención y son clave para valorar el aporte de las empresas a la sociedad. Esta idea requiere de un cambio de mentalidad y en Aguas Andinas estamos enfocados en que estos indicadores relacionados con las dimensiones ASG (Ambiente, Social, Gobierno Corporativo) sean el motor de todo lo que hacemos.
Todas las organizaciones pueden aportar, desde su funcionamiento, a lograr este cambio de mentalidad. En Aguas Andinas, hemos instalado un sistema de reutilización de las aguas servidas de Santiago, que las convierte a su vez en gas natural, fertilizante orgánico, electricidad y agua limpia para uso industrial y agrícola. A su vez, hemos puesto en práctica un activo plan para enfrentar la sequía y construyendo grandes reservas de agua para enfrentar situaciones de emergencia ocasionadas por el cambio climático.
Iniciativas como éstas demuestran entonces que es necesario actuar y no sólo proponer. Las intenciones deben ser transformadas en acciones concretas para evitar en el futuro problemas mayores. El tiempo es ahora.
Ver Artículo
Fuente: Diario Financiero, Martes 26 de marzo de 2019

DIARIO FINANCIERO – Una de las grandes consecuencias del cambio climático es el veloz e irreversible derretimiento de los glaciares. En Chile, se ha vuelto visible y crítico, preocupando no solo a la comunidad científica, sino que también a toda la sociedad porque es la única cuenta de ahorro hídrica que tenemos. De hecho, su reducción pone en peligro a algunas comunidades que corren incluso el riesgo de desaparecer. En el caso de Santiago, los glaciares aportan el 40% del caudal del Río Maipo durante el verano, el cual está previsto que en 30 años tenga un 12% menos del nivel actual.
El 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua, fecha que debe obligarnos a repensar cómo abordar este y otros temas relativos al cambio climático, y qué rol juegan el Estado, las comunidades, las empresas y los ciudadanos no sólo en el cuidado del medioambiente, sino también en cómo abordar el problema con urgencia, pero con visión de futuro. Este es un problema que debemos abordarlo entre todos, pero es a la autoridad a la que le corresponde dirigir el esfuerzo y generar una política que dé seguridad jurídica y sustentabilidad en materia de recursos hídricos, desde su otorgamiento, uso y reuso.
En ese sentido, estamos seguros que el camino es poner el concepto de economía circular al centro de las operaciones de las empresas, comprendiendo que la reutilización de los recursos es un factor clave y cambiando el paradigma para ser compañías amigables con el medioambiente. En particular, muchas iniciativas concretas se resumen en la regla nemotécnica de las 4R: rediseñar, reducir, reusar y reciclar.
Hay indicadores no financieros que inversionistas y distintos públicos de interés miran con atención y son clave para valorar el aporte de las empresas a la sociedad. Esta idea requiere de un cambio de mentalidad y en Aguas Andinas estamos enfocados en que estos indicadores relacionados con las dimensiones ASG (Ambiente, Social, Gobierno Corporativo) sean el motor de todo lo que hacemos.
Todas las organizaciones pueden aportar, desde su funcionamiento, a lograr este cambio de mentalidad. En Aguas Andinas, hemos instalado un sistema de reutilización de las aguas servidas de Santiago, que las convierte a su vez en gas natural, fertilizante orgánico, electricidad y agua limpia para uso industrial y agrícola. A su vez, hemos puesto en práctica un activo plan para enfrentar la sequía y construyendo grandes reservas de agua para enfrentar situaciones de emergencia ocasionadas por el cambio climático.
Iniciativas como éstas demuestran entonces que es necesario actuar y no sólo proponer. Las intenciones deben ser transformadas en acciones concretas para evitar en el futuro problemas mayores. El tiempo es ahora.
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Fuente: Diario Financiero, Martes 26 de marzo de 2019

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