EL MERCURIO DE ANTOFAGASTA – Un puente que unirá la localidad brasileña de Puerto Murtinho con Capitán Carmelo Peralta en Paraguay, así como la pavimentación de dos tramos carreteros que cruzan el Chaco paraguayo -que en conjunto suman unos 600 kilómetros-, son las obras pendientes para completar el Corredor Bioceánico que conectará el sur de Brasil con los puertos de Antofagasta.
Cuando el 28 de octubre pasado Jair Bolsonaro resultó electo como Presidente de Brasil, una de sus primeras declaraciones fue para anunciar su intención de estrechar la colaboración económica con Chile. Y entre las iniciativas prioritarias mencionadas por el Mandatario está la concreción del denominado Corredor Bioceánico.
La materialización de esta ruta terrestre responde a un compromiso asumido en 2015 por los Presidentes de los cuatro países participantes: Brasil, Paraguay, Argentina y Chile.
“Ciertamente el interés del próximo Presidente de Brasil es un importante espaldarazo para la culminación del Corredor Bioceánico desde ese país hasta los puertos del norte de Chile, pasando por Paraguay y el noroeste de Argentina”, comentó Herman Cortés, consultor en asuntos internacionales.
El ejecutivo destacó que pese a que este proyecto “corresponde a un compromiso oficial de los gobiernos -expresado en la Declaración de Asunción el 21 de diciembre de 2015- es importante que los sucesores de los Presidentes que suscribieron tal acuerdo cuatripartito hayan mantenido y renovado el interés de sus respectivos gobiernos por la ejecución de lo que falta de este corredor y por generar las condiciones operativas del mismo en los sucesivos controles fronterizos”.
OBRAS
En línea recta, la distancia que separa a Puerto Murtinho (estado de Mato Grosso do Sul) con Antofagasta es de 1.300 kilómetros, similar a la que separa a la capital regional con Talca. El trayecto, en tanto, alcanza los 2.500 kilómetros.
Respecto del avance de las obras, el subdirector de la dirección de América del Sur del ministerio de Relaciones Exteriores, Oscar Fuentes, explicó que entre Brasil y Paraguay está pendiente la construcción del puente internacional que unirá Puerto Murtinho con Carmelo Peralta.
“Esta obra debería iniciarse antes de que concluya el mandato del Presidente Temer en Brasil, es decir, antes del 31 diciembre próximo”, aseguró. No obstante, no tienen información de cuánto podría demorar su construcción.
Asimismo, agregó que dentro del territorio paraguayo existen dos tramos viales pendientes de construcción: entre Carmelo Peralta y Loma Plata (230 kms. aproximadamente) y entre Mariscal Estigarribia y Pozo Hondo (215 kms.).
“En el primer tramo, la obra ya fue adjudicada a un consorcio, bajo modalidad llave en mano. Se estima que tendría un costo superior a los US$400 millones y una duración de alrededor de 42 meses. En tanto, el proceso del segundo tramo va más retrasado. Aún están trabajando en el desarrollo de las bases del pliego de licitación”, detalló.
En lo que compete a Argentina, sostuvo que solo existe un tramo vial pendiente para asfaltar, el cual es entre Salta y el Paso Sico. La estimación es que el conjunto de estas obras tomará entre tres y cuatro años.
POTENCIAL
El avance que presenta cada uno de estos procesos será presentado en el marco de la VII Reunión del Grupo de Trabajo del Corredor.
Ésta fue convocada hace pocos días por el gobierno paraguayo -será realizada en Asunción-, para el 29 y 30 de este mes, sin embargo, es posible que sea aplazada por inconvenientes de agenda de varios países, entre ellos Argentina, por cuanto coincide con la realización de la Cumbre del G20 en Buenos Aires.
Respecto de los beneficios que esta conexión puede traer a la zona, el gerente del Programa Territorial Integrado Plataforma Logística, Ramón Luis Muñoz, explicó que como puerta de entrada o salida de mercancías hacia los mercados del Zicosur o Apec, la región empezará a generar nuevos servicios logísticos para este comercio exterior, tanto en servicios internacionales de transporte carretero -como hoy se da con la importación de paneles solares chinos hacia Jujuy- o transporte ferroviario -por exportación de litio argentino a través del paso de Socompa- o el transporte aéreo con la exportación chilena de arándanos, salmones a Estados Unidos o de pulpo a Japón.
A su vez, estos modos de transporte generan servicios complementarios de almacenaje de carga, gestión de agentes de aduanas, servicios de operaciones en puerto, incluso la exportación de servicios industriales especializados hacia países vecinos para el montaje, mantenimiento u operación de proyectos mineros o energéticos en países vecinos, enriqueciendo la base productiva regional.
Fuente: El Mercurio de Antofagasta, Viernes 16 de noviembre de 2018
