DIARIO FINANCIERO – La subsecretaría de Telecomunicaciones, confiesa que todavía se debe trabajar para eliminar la “dolorosa” brecha digital que existe en el país.
En noviembre del año pasado, la consultora estadounidense Telecom Advisory Services dio a conocer el estudio “El valor de la transformación digital a través de la expansión móvil en América Latina”, que señala que Chile tiene mejor nivel de infraestructura e industrias digitales que el resto de Latinoamérica, destacando que se encuentra bien posicionado para el temprano desarrollo de la tecnología 5G.
Pero el informe también indica que, para maximizar las oportunidades de desarrollo social y económico, se hace necesario incrementar exponencialmente la calidad de
la conectividad móvil, que debe basarse en un despliegue masivo de infraestructura de redes inalámbricas, sobre todo de 5G.
“Hemos avanzado, pero aún no es suficiente”, sostiene la subsecretaria de la cartera, Pamela Gidi, asumiendo que a pesar de los datos positivos del informe y de la inversión
que han realizado los privados en infraestructura, hoy apenas el 56% de los hogares cuenta con una conexión fija a Internet, lo que se traduce en una brecha digital “dolorosa”.
– ¿Qué necesita el país, en términos de infraestructura, para funcionar de manera óptima?
– Lo óptimo sería que cada hogar y que cada escuela de este país tuviera una conexión a una red de alta velocidad, situación que hoy no ocurre. Por eso, impulsamos los proyectos
de Fibra Óptica Austral (FOA) y Fibra Óptica Nacional (FON), que suman una inversión de US$ 230 millones y que permitirán conectar el país a través de troncales de fibra óptica.
En cuanto al despliegue del 5G, necesitaremos duplicar el parque de antenas actual para llegar a las 28 mil. Para eso, realizamos distintos acuerdos con organismos públicos que
nos permitirán poner esas antenas en sus edificios o terrenos. Este mix de infraestructura disponible, fibra y antenas desplegadas, permitirán que exista una correcta implementación de la nueva red.
–¿Cómo analiza el rol que han tenido tanto los gobiernos como las empresas privadas en el desarrollo de la industria local de telecomunicaciones?
-El aporte de los privados ha sido fundamental para el crecimiento del sector de telecomunicaciones. Hoy hay varias iniciativas que buscan aumentar la cantidad de kilómetros de fibra óptica, mejorar los servicios que actualmente ofrecen en la última milla, y extender su oferta de servicios de telefonía móvil.
–¿Cuán importante es el trabajo coordinado de ambos sectores?
-El trabajo público–privado siempre será relevante en distintas materias. En lo regulatorio, por ejemplo, identificamos las medidas necesarias para agilizar la inversión en el sector, como la modificación al decreto 99 de 2012 –que establece los requisitos de instalación de antenas–, modernizando y haciendo más eficientes los distintos procesos que contienen barreras burocráticas de arrastre.
También han entregado su opinión en las distintas consultas públicas que hemos realizado en materias de 5G, entre tantos otros temas que requieren del trabajo coordinado entre ambos sectores.
– ¿De qué manera y en qué medida impacta la actual crisis sanitaria en los planes e inversiones del sector?
– Hoy atravesamos una importante crisis que tendrá distintas repercusiones, tanto para las personas como para las empresas. Es difícil realizar proyecciones, pero estimamos que el negocio de Internet seguirá creciendo, y se notará con más fuerza si continúa el aislamiento social.
–En ese sentido, ¿qué lecciones se pueden sacar de esta pandemia?
-Esta crisis ha mostrado la importancia de Internet, convirtiéndose en un servicio básico para quienes necesitan teletrabajar, educarse a distancia, o simplemente hablar con sus familiares o amigos.
Nuestra labor consiste en permitir que todo usuario que quiera contratar alguno de estos servicios no tenga dificultades debido a algún criterio geográfico o de oferta.
El sector puesto a prueba
El déficit de conectividad y de infraestructura en telecomunicaciones en diferentes zonas, es una realidad en nuestro país y una preocupación constante para la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
Algo que planean subsanar con iniciativas como la Fibra Óptica Austral (FAO), “que mediante troncales de fibra óptica, entregará conectividad a las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes”, especifica Pamela Gidi, subsecretaria de Telecomunicaciones, añadiendo que la reciente adjudicación de parte importante del proyecto Fibra Óptica Nacional (FON), a comienzos de abril,
“beneficiará a 186 comunas desde la región de Arica y Parinacota hasta Los Lagos”.
La importancia de la conectividad se ha visto fuertemente reflejada en las últimas semanas en Chile, producto del confinamiento que ha provocado el nuevo coronavirus: el teletrabajo, el homeschool y el aumento de las plataformas streaming derivó en un alza del tráfico de datos que a fines de abril se ubicó entre un 25% y 30%, según cifras de la Subtel.
Ante el aumento de tráfico, la entidad ofició a los proveedores a que informaran sus planes de continuidad de servicios y resguardo de su infraestructura. “Es su obligación asegurar la capacidad y tener canales de atención al cliente disponibles para que los usuarios puedan realizar sus labores a distancia y además mantenerse comunicados”, subraya Gidi.
No obstante, la subsecretaria dice que el país tiene una “buena infraestructura” de telecomunicaciones para soportar esta mayor demanda por servicios de Internet. “Puede que se presenten problemas, pero las redes fijas no van a colapsar o caer por el sobreconsumo”, afirma. Los problemas de congestión sí se podrían presentar en las redes móviles al tener muchos usuarios conectados en la misma antena, dice Gidi. Un punto no menor, ya que los teléfonos celulares se han convertido en herramientas clave de conectividad: del total de accesos a Internet
(22,4 millones de suscripciones), 84,7% es realizado desde un dispositivo móvil, según cifras de la Subtel a diciembre de 2019.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 18 de Mayo de 2020
“Hemos avanzado, pero aún no es suficiente”, Pamela Gidi
DIARIO FINANCIERO – La subsecretaría de Telecomunicaciones, confiesa que todavía se debe trabajar para eliminar la “dolorosa” brecha digital que existe en el país.
En noviembre del año pasado, la consultora estadounidense Telecom Advisory Services dio a conocer el estudio “El valor de la transformación digital a través de la expansión móvil en América Latina”, que señala que Chile tiene mejor nivel de infraestructura e industrias digitales que el resto de Latinoamérica, destacando que se encuentra bien posicionado para el temprano desarrollo de la tecnología 5G.
Pero el informe también indica que, para maximizar las oportunidades de desarrollo social y económico, se hace necesario incrementar exponencialmente la calidad de
la conectividad móvil, que debe basarse en un despliegue masivo de infraestructura de redes inalámbricas, sobre todo de 5G.
“Hemos avanzado, pero aún no es suficiente”, sostiene la subsecretaria de la cartera, Pamela Gidi, asumiendo que a pesar de los datos positivos del informe y de la inversión
que han realizado los privados en infraestructura, hoy apenas el 56% de los hogares cuenta con una conexión fija a Internet, lo que se traduce en una brecha digital “dolorosa”.
– ¿Qué necesita el país, en términos de infraestructura, para funcionar de manera óptima?
– Lo óptimo sería que cada hogar y que cada escuela de este país tuviera una conexión a una red de alta velocidad, situación que hoy no ocurre. Por eso, impulsamos los proyectos
de Fibra Óptica Austral (FOA) y Fibra Óptica Nacional (FON), que suman una inversión de US$ 230 millones y que permitirán conectar el país a través de troncales de fibra óptica.
En cuanto al despliegue del 5G, necesitaremos duplicar el parque de antenas actual para llegar a las 28 mil. Para eso, realizamos distintos acuerdos con organismos públicos que
nos permitirán poner esas antenas en sus edificios o terrenos. Este mix de infraestructura disponible, fibra y antenas desplegadas, permitirán que exista una correcta implementación de la nueva red.
–¿Cómo analiza el rol que han tenido tanto los gobiernos como las empresas privadas en el desarrollo de la industria local de telecomunicaciones?
-El aporte de los privados ha sido fundamental para el crecimiento del sector de telecomunicaciones. Hoy hay varias iniciativas que buscan aumentar la cantidad de kilómetros de fibra óptica, mejorar los servicios que actualmente ofrecen en la última milla, y extender su oferta de servicios de telefonía móvil.
–¿Cuán importante es el trabajo coordinado de ambos sectores?
-El trabajo público–privado siempre será relevante en distintas materias. En lo regulatorio, por ejemplo, identificamos las medidas necesarias para agilizar la inversión en el sector, como la modificación al decreto 99 de 2012 –que establece los requisitos de instalación de antenas–, modernizando y haciendo más eficientes los distintos procesos que contienen barreras burocráticas de arrastre.
También han entregado su opinión en las distintas consultas públicas que hemos realizado en materias de 5G, entre tantos otros temas que requieren del trabajo coordinado entre ambos sectores.
– ¿De qué manera y en qué medida impacta la actual crisis sanitaria en los planes e inversiones del sector?
– Hoy atravesamos una importante crisis que tendrá distintas repercusiones, tanto para las personas como para las empresas. Es difícil realizar proyecciones, pero estimamos que el negocio de Internet seguirá creciendo, y se notará con más fuerza si continúa el aislamiento social.
–En ese sentido, ¿qué lecciones se pueden sacar de esta pandemia?
-Esta crisis ha mostrado la importancia de Internet, convirtiéndose en un servicio básico para quienes necesitan teletrabajar, educarse a distancia, o simplemente hablar con sus familiares o amigos.
Nuestra labor consiste en permitir que todo usuario que quiera contratar alguno de estos servicios no tenga dificultades debido a algún criterio geográfico o de oferta.
El sector puesto a prueba
El déficit de conectividad y de infraestructura en telecomunicaciones en diferentes zonas, es una realidad en nuestro país y una preocupación constante para la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
Algo que planean subsanar con iniciativas como la Fibra Óptica Austral (FAO), “que mediante troncales de fibra óptica, entregará conectividad a las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes”, especifica Pamela Gidi, subsecretaria de Telecomunicaciones, añadiendo que la reciente adjudicación de parte importante del proyecto Fibra Óptica Nacional (FON), a comienzos de abril,
“beneficiará a 186 comunas desde la región de Arica y Parinacota hasta Los Lagos”.
La importancia de la conectividad se ha visto fuertemente reflejada en las últimas semanas en Chile, producto del confinamiento que ha provocado el nuevo coronavirus: el teletrabajo, el homeschool y el aumento de las plataformas streaming derivó en un alza del tráfico de datos que a fines de abril se ubicó entre un 25% y 30%, según cifras de la Subtel.
Ante el aumento de tráfico, la entidad ofició a los proveedores a que informaran sus planes de continuidad de servicios y resguardo de su infraestructura. “Es su obligación asegurar la capacidad y tener canales de atención al cliente disponibles para que los usuarios puedan realizar sus labores a distancia y además mantenerse comunicados”, subraya Gidi.
No obstante, la subsecretaria dice que el país tiene una “buena infraestructura” de telecomunicaciones para soportar esta mayor demanda por servicios de Internet. “Puede que se presenten problemas, pero las redes fijas no van a colapsar o caer por el sobreconsumo”, afirma. Los problemas de congestión sí se podrían presentar en las redes móviles al tener muchos usuarios conectados en la misma antena, dice Gidi. Un punto no menor, ya que los teléfonos celulares se han convertido en herramientas clave de conectividad: del total de accesos a Internet
(22,4 millones de suscripciones), 84,7% es realizado desde un dispositivo móvil, según cifras de la Subtel a diciembre de 2019.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 18 de Mayo de 2020