Domingo, Noviembre 24, 2024

Avanza el 5G

EL MERCURIO – El Gobierno ha completado la apertura de las ofertas de la licitación para la operación en Chile de la tecnología de telecomunicaciones conocida como 5G —o de quinta generación—, que permitirá acelerar sustantivamente la velocidad de transmisión de datos. En este proceso se ofrecía la posibilidad de operar dicha tecnología en distintas bandas del espectro radioeléctrico. La licitación funciona bajo el modelo conocido como “concurso de belleza”, en que las empresas compiten según la rapidez en el despliegue de la nueva tecnología en zonas que representan el 90% de la población y otras contribuciones que puedan proponer para mejorar sus puntajes. Si hay empate, se resuelve sobre la base de un pago al Estado.

La subasta tiene algunas complicaciones, porque la Corte Suprema estableció límites a la cantidad de espectro que pueden poseer las empresas en las distintas frecuencias. Por ejemplo, en la banda de 700MHz (la más importante para el 4G, pero que también es útil para el 5G) solo pueden participar WOM y firmas que actualmente no operan en Chile (como la finesa Borealnet, que está buscando entrar al país). Claro, Entel y Movistar superan aquí los límites impuestos por la Corte Suprema. En las otras bandas, la situación es más competitiva, con más participantes que pueden hacer ofertas. Por ejemplo, en la banda AWS, hay tres competidores por 30MHz que se asignan como un todo. Las bandas de 3.6GHz y de 26GHz, actualmente no utilizadas para servicios móviles, permiten que todas las empresas participen y que varias obtengan una fracción del espectro licitado.

Las bandas de frecuencia tienen características que las diferencian: el espectro bajo (700MHz) tiene largo alcance y penetración, pero baja capacidad, con velocidades mínimas de bajada requeridas por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de 6 o 18 Megabits por segundo (Mbps), dependiendo de si se trata de tecnología 4 o 5G. Las frecuencias altas, de 26GHz, son las que ofrecen más rapidez, exigiéndose mínimos de 420 Mbps de bajada y 80 de subida, lo que las asemeja a una conexión con fibra óptica. El problema de esta frecuencia es que tiene un corto alcance, pues cualquier obstáculo (incluso la lluvia) degrada su capacidad. Las frecuencias intermedias tienen una velocidad y un alcance intermedios, pero no pueden atravesar paredes en los hogares. Pese a ello, algunos expertos sugieren que esta última es la banda más atractiva, por su combinación de distancia y velocidad de transmisión de datos.

Se ha hablado mucho de las ventajas del 5G, pero incluso en el mediano plazo ellas serán incrementales. Esta tecnología permite que los usuarios puedan transmitir y recibir información en varias bandas simultáneamente, por lo que las velocidades para ello deberían aumentar, aunque inicialmente no en forma dramática si se tiene un servicio 4G de buena calidad. Las mucho mayores velocidades de las frecuencias de 26GHz o milimétricas solo serán utilizables por usuarios móviles cuando las celdas emisoras —que pueden miniaturizarse— sean ubicuas, de manera que los obstáculos no constituyan un problema. En el intertanto, ese espectro permitirá que los habitantes de edificios, que a menudo no disponen en la práctica de más de una opción de internet, puedan acceder a más proveedores: la empresa de 5G podrá servirlos instalando un emisor en el exterior y una antena en línea directa, sin necesidad de cables, dando un servicio similar al de una conexión cableada (aunque más inestable). Otros servicios que se han señalado, como cirugías a distancia y comunicaciones para vehículos autónomos o para el manejo de equipos en grandes empresas, parecen algo más lejanos.

La participación en la licitación de una empresa que no estaba en el mercado muestra que la Subtel ha hecho un buen trabajo generando interés por este proceso. La mayor competencia ha transformado el mercado de las comunicaciones en un negocio menos rentable que en el pasado, lo que explica, por ejemplo, que Telefónica esté intentando vender sus activos en Chile. Hasta ahora, los consumidores se han beneficiado de mejor calidad y menor precio por los servicios; cabe esperar que esto siga siendo así y que las empresas dispongan de los recursos necesarios para sus inversiones en 5G.

Fuente: El Mercurio, Jueves 14 de Enero de 2021

EL MERCURIO – El Gobierno ha completado la apertura de las ofertas de la licitación para la operación en Chile de la tecnología de telecomunicaciones conocida como 5G —o de quinta generación—, que permitirá acelerar sustantivamente la velocidad de transmisión de datos. En este proceso se ofrecía la posibilidad de operar dicha tecnología en distintas bandas del espectro radioeléctrico. La licitación funciona bajo el modelo conocido como “concurso de belleza”, en que las empresas compiten según la rapidez en el despliegue de la nueva tecnología en zonas que representan el 90% de la población y otras contribuciones que puedan proponer para mejorar sus puntajes. Si hay empate, se resuelve sobre la base de un pago al Estado.

La subasta tiene algunas complicaciones, porque la Corte Suprema estableció límites a la cantidad de espectro que pueden poseer las empresas en las distintas frecuencias. Por ejemplo, en la banda de 700MHz (la más importante para el 4G, pero que también es útil para el 5G) solo pueden participar WOM y firmas que actualmente no operan en Chile (como la finesa Borealnet, que está buscando entrar al país). Claro, Entel y Movistar superan aquí los límites impuestos por la Corte Suprema. En las otras bandas, la situación es más competitiva, con más participantes que pueden hacer ofertas. Por ejemplo, en la banda AWS, hay tres competidores por 30MHz que se asignan como un todo. Las bandas de 3.6GHz y de 26GHz, actualmente no utilizadas para servicios móviles, permiten que todas las empresas participen y que varias obtengan una fracción del espectro licitado.

Las bandas de frecuencia tienen características que las diferencian: el espectro bajo (700MHz) tiene largo alcance y penetración, pero baja capacidad, con velocidades mínimas de bajada requeridas por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de 6 o 18 Megabits por segundo (Mbps), dependiendo de si se trata de tecnología 4 o 5G. Las frecuencias altas, de 26GHz, son las que ofrecen más rapidez, exigiéndose mínimos de 420 Mbps de bajada y 80 de subida, lo que las asemeja a una conexión con fibra óptica. El problema de esta frecuencia es que tiene un corto alcance, pues cualquier obstáculo (incluso la lluvia) degrada su capacidad. Las frecuencias intermedias tienen una velocidad y un alcance intermedios, pero no pueden atravesar paredes en los hogares. Pese a ello, algunos expertos sugieren que esta última es la banda más atractiva, por su combinación de distancia y velocidad de transmisión de datos.

Se ha hablado mucho de las ventajas del 5G, pero incluso en el mediano plazo ellas serán incrementales. Esta tecnología permite que los usuarios puedan transmitir y recibir información en varias bandas simultáneamente, por lo que las velocidades para ello deberían aumentar, aunque inicialmente no en forma dramática si se tiene un servicio 4G de buena calidad. Las mucho mayores velocidades de las frecuencias de 26GHz o milimétricas solo serán utilizables por usuarios móviles cuando las celdas emisoras —que pueden miniaturizarse— sean ubicuas, de manera que los obstáculos no constituyan un problema. En el intertanto, ese espectro permitirá que los habitantes de edificios, que a menudo no disponen en la práctica de más de una opción de internet, puedan acceder a más proveedores: la empresa de 5G podrá servirlos instalando un emisor en el exterior y una antena en línea directa, sin necesidad de cables, dando un servicio similar al de una conexión cableada (aunque más inestable). Otros servicios que se han señalado, como cirugías a distancia y comunicaciones para vehículos autónomos o para el manejo de equipos en grandes empresas, parecen algo más lejanos.

La participación en la licitación de una empresa que no estaba en el mercado muestra que la Subtel ha hecho un buen trabajo generando interés por este proceso. La mayor competencia ha transformado el mercado de las comunicaciones en un negocio menos rentable que en el pasado, lo que explica, por ejemplo, que Telefónica esté intentando vender sus activos en Chile. Hasta ahora, los consumidores se han beneficiado de mejor calidad y menor precio por los servicios; cabe esperar que esto siga siendo así y que las empresas dispongan de los recursos necesarios para sus inversiones en 5G.

Fuente: El Mercurio, Jueves 14 de Enero de 2021

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