DIARIO FINANCIERO – Una estrategia de contención es la que está llevando a cabo la empresa constructora Astaldi en Chile.
Esto luego que su matriz en Italia anunciara la reestructuración de pasivos por unos US$ 2.300 millones con su proveedores, noticia que desató la preocupación entre los bancos y proveedores en Chile por los eventuales efectos que podría traer a nivel local.
Por ello, su representante en Chile, Paolo De Luca, ha desplegado una estrategia que busca tranquilizar a los financistas dándoles la garantía que las obras en Chile no se encuentran en peligro.
El miércoles, De Luca aprovechó una cita previamente agendada con el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, para entregarle un estatus de las obras.
En la cita, el ejecutivo le manifestó su preocupación por el efecto que pudiera tener en los bancos la situación internacional del conglomerado. Aseguró que la inversión de las obras se encuentran “calzadas con los ingresos futuros”, por lo que no existiría riesgo.
Una de las obras que ha causado más ruido es la construcción del hospital Félix Bulnes, cuyos proveedores acusaron deudas impagas por $ 11.000 millones.
De Luca también se reunió con los proveedores del hospital y se comprometió a entregarles un completo plan de pago el próximo miércoles.
En tanto, esta semana llevará a cabo una ronda de negociaciones con la banca para inyectarles tranquilidad y poder seguir contando con su apoyo.
La sociedad a cargo de esta obra, que tiene un 98% de avance, cuenta entre sus financistas con el Banco Santander (37,5%), BBVA (25%) e Itaú (37,5%) con un crédito por $ 169.000 millones, dividido en dos tramos. El primero consta del 90% de la inversión y el resto en un segundo tramo.
El financiamiento tiene una serie de garantías y covenants, y cuyo primer pago está contemplado para abril de 2019. Además, cuenta con una línea de crédito rotativa de UF 228 mil, unos $ 6.200 millones adicionales.
La idea de Astaldi es contar con el apoyo de la banca hasta que se resuelva el futuro de su matriz, que tiene 180 días para llegar a acuerdo con sus acreedores.
Otro paso de que dio la italiana en Chile fue la contratación del abogado Nelson Contador, especialista en crisis financieras para asesorar el plan de contención con la banca y los proveedores.
Embalse Punilla
Uno de los proyectos que más preocupación concentra para Fontaine es la construcción del embalse Punilla, en la región de Ñuble. Esto porque después de dos años de estar entrabado, la autoridad logró sacar adelante el trámite ambiental de este proyecto, el que requerirá una inversión de US$ 398 millones.
Esta obra está dentro de las prioridades de la autoridad y esperaba su pronto inicio de obras.
Astaldi está 100% a cargo de la construcción y concesión de la obra, por lo que no se descarta en caso de se complique el panorama de su matriz en Italia, que ésta se pueda poner a la venta en su totalidad, para agilizar su construcción.
La ampliación del aeropuerto de Santiago es otro de los proyectos insigne de Astaldi, y si bien aclaran desde la concesionaria Nuevo Pudahuel que ni su construcción ni su operación están en riesgo -Astaldi tienen el 15% de participación y es responsable del 50% de la construcción-, en la industria no se descarta que la francesa Vinci pueda aumentar su participación en el consorcio, donde la italiana tiene una participación minoritaria.
“Esto no pone en duda la solidez del sector”
El presidente de Copsa, Leonardo Daneri, se refiere la situación que enfrenta Astaldi.
– ¿Qué le parece la situación de Astaldi?
– No es primera vez que una empresa constructora entra en falencia, es algo que puede suceder y, afortunadamente, esto sucede con un hospital que está siendo construido bajo la Ley de Concesiones, que contempla un mecanismo para esto, porque si hubiera estado siendo construido directamente por Minsal o mandato del MOP, podría haber sido un problema muy grave. Por ejemplo, el hospital de Calama, que pasó por una situación parecida pero fue construido por el Minsal, desde que quebró la constructora hasta que se terminó, pasaron más de siete años.
– ¿Qué dice la Ley respecto a esto?
– La Ley de concesiones establece que si entra en falencia el concesionario, se traspasan las acciones que están en prenda a los financistas y ellos se encargan de terminar la obra.
– El que empresas que tienen problemas así puedan participar en concesiones, ¿no pone en duda la solidez del sistema?
– Es normal que empresas en todas las áreas del quehacer económico pueden quebrar, eso es parte de la vida. Cuando ha sucedido otras veces, se ha demorado mucho y por eso le cito específicamente el hospital de Calama. En este caso no debiera suceder aquello. Esto no pone en duda por ningún motivo la solidez de la industria, ni mucho menos.
Fuente: Diario Financiero, Viernes 12 de octubre de 2018