Jueves, Diciembre 26, 2024

¿Argentina se abre paso hacia el Pacífico?

ÁMBITO – Argentina completó el ingreso al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, siendo el sexto país latinoamericano en acceder al organismo creado en 2014. La institución, liderada por China, tiene como objeto proporcionar la financiación para proyectos de infraestructura.

A fines de marzo de 2020, el BAII había aprobado iniciativas por 13.000 millones de dólares en proyectos para 21 países, bajo tres objetivos: financiar infraestructuras sostenibles, movilizar capital privado y promover la conectividad transfronteriza. Sus operaciones tienen la calificación más alta en el rating de Moody’s, Fitch y Standar & Poor’s.

La China de Xi Jinping trabaja en una estrategia denominada Una franja, una ruta (Ydài ylù), más conocida como nueva ruta de la seda. Argentina acordó con el país asiático la Asociación Estratégica Integral en 2014 y en 2015 el Plan de Acción Conjunta, renovado en 2018 para el período 2019–2023.

El desarrollo costero en detrimento de los Andes

Históricamente, Sudamérica se estructuró sobre el eje andino, tanto durante el imperio incaico como durante la expansión colonial española. Fueron las luchas de la independencia las que dividieron el territorio, y aunque Bouchard y San Martín retomaron la conexión con el Alto Perú, el triunfo del pensamiento rivadaviano-mitrista nos limitó a la estrategia atlántica basada en la pampa húmeda.

El BAAI puede invertir hasta el 15% de su capital fuera de Asia. Uno de los proyectos en carpeta es la concreción del Corredor Bioceánico Ferroviario NOA-Centro, a través del paso de San Francisco, en Catamarca. El Banco podría mejorar el ofrecimiento del Exim Bank chino, que calculó para esta obra un total de seis mil millones de dólares con un plazo de 30 años, 10 de gracia y 3% de interés anual.

El ahorro de costos para el comercio

El paso de San Francisco es el de mejores posibilidades de todos los que unen Argentina y Chile: se trata de un valle transversal a la cordillera, sin condiciones climáticas extremas, con la menor pendiente de todos los cruces. La ley 8.203 de 1911 y la ley 12.891 de 1946 promovieron la interconexión de Tinogasta, la estación terminal de tren en Argentina, con los dos tendidos de vía compatibles en suelo chileno: el de Copiapó con Puerto Caldera o el de Potrerillos con el puerto de Chañaral.

En el siglo XXI la mayor parte del comercio mundial pasará por el Pacífico, donde vive el 60% de la población mundial. Los puertos chilenos, por su calado o profundidad natural, son superiores a los del atlántico. Mientras Puerto Caldera posee un calado de 11,18 metros y puede ampliarse a 20 metros moviendo la escollera, Rosario tiene 9 metros y Buenos Aires 10 metros.

El costo de exportar por Buenos Aires es un 40% más caro que hacerlo por Puerto Caldera. En distancia, la necesidad de atravesar el Canal de Panamá insume 13.000 kilómetros más, y en tiempo, el ahorro por puertos chilenos es de 15 días. La ventaja del ferrocarril también es clara: una formación con 50 vagones puede transportar casi 3.500 toneladas, mientras que un camión ronda las 30 toneladas.

El tendido férreo a través del paso de San Francisco tiene además el consenso regional: al aval del mecanismo ATACALAR se le sumó el de la macrorregión Zicosur. La visión estratégica es que el Norte Grande puede incorporar valor agregado en proteína cárnica a los cereales de la pampa húmeda.

Aprovechar la oportunidad única

La Ley 27.090 del año 2014 declaró de interés nacional al Paso Internacional San Francisco y al Corredor Bioceánico del Noroeste Argentino. En la apertura de sesiones en el Congreso, el pasado 1 de marzo, el presidente Alberto Fernández avaló la concreción de este trazado y dispuso fondos para avanzar con ciertas obras.

La posibilidad de acceder al financiamiento institucional que impulsa la potencia emergente, China, logrando un eje transversal de comercio multimodal y orientación al Pacífico, puede ser la ocasión histórica inigualable para retomar la potencialidad andina, agregar valor a la producción cerealera y descentralizar el desarrollo del país.

Ver artículo

Fuente: Ámbito, Jueves 29 de abril de 2021

ÁMBITO – Argentina completó el ingreso al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, siendo el sexto país latinoamericano en acceder al organismo creado en 2014. La institución, liderada por China, tiene como objeto proporcionar la financiación para proyectos de infraestructura.

A fines de marzo de 2020, el BAII había aprobado iniciativas por 13.000 millones de dólares en proyectos para 21 países, bajo tres objetivos: financiar infraestructuras sostenibles, movilizar capital privado y promover la conectividad transfronteriza. Sus operaciones tienen la calificación más alta en el rating de Moody’s, Fitch y Standar & Poor’s.

La China de Xi Jinping trabaja en una estrategia denominada Una franja, una ruta (Ydài ylù), más conocida como nueva ruta de la seda. Argentina acordó con el país asiático la Asociación Estratégica Integral en 2014 y en 2015 el Plan de Acción Conjunta, renovado en 2018 para el período 2019–2023.

El desarrollo costero en detrimento de los Andes

Históricamente, Sudamérica se estructuró sobre el eje andino, tanto durante el imperio incaico como durante la expansión colonial española. Fueron las luchas de la independencia las que dividieron el territorio, y aunque Bouchard y San Martín retomaron la conexión con el Alto Perú, el triunfo del pensamiento rivadaviano-mitrista nos limitó a la estrategia atlántica basada en la pampa húmeda.

El BAAI puede invertir hasta el 15% de su capital fuera de Asia. Uno de los proyectos en carpeta es la concreción del Corredor Bioceánico Ferroviario NOA-Centro, a través del paso de San Francisco, en Catamarca. El Banco podría mejorar el ofrecimiento del Exim Bank chino, que calculó para esta obra un total de seis mil millones de dólares con un plazo de 30 años, 10 de gracia y 3% de interés anual.

El ahorro de costos para el comercio

El paso de San Francisco es el de mejores posibilidades de todos los que unen Argentina y Chile: se trata de un valle transversal a la cordillera, sin condiciones climáticas extremas, con la menor pendiente de todos los cruces. La ley 8.203 de 1911 y la ley 12.891 de 1946 promovieron la interconexión de Tinogasta, la estación terminal de tren en Argentina, con los dos tendidos de vía compatibles en suelo chileno: el de Copiapó con Puerto Caldera o el de Potrerillos con el puerto de Chañaral.

En el siglo XXI la mayor parte del comercio mundial pasará por el Pacífico, donde vive el 60% de la población mundial. Los puertos chilenos, por su calado o profundidad natural, son superiores a los del atlántico. Mientras Puerto Caldera posee un calado de 11,18 metros y puede ampliarse a 20 metros moviendo la escollera, Rosario tiene 9 metros y Buenos Aires 10 metros.

El costo de exportar por Buenos Aires es un 40% más caro que hacerlo por Puerto Caldera. En distancia, la necesidad de atravesar el Canal de Panamá insume 13.000 kilómetros más, y en tiempo, el ahorro por puertos chilenos es de 15 días. La ventaja del ferrocarril también es clara: una formación con 50 vagones puede transportar casi 3.500 toneladas, mientras que un camión ronda las 30 toneladas.

El tendido férreo a través del paso de San Francisco tiene además el consenso regional: al aval del mecanismo ATACALAR se le sumó el de la macrorregión Zicosur. La visión estratégica es que el Norte Grande puede incorporar valor agregado en proteína cárnica a los cereales de la pampa húmeda.

Aprovechar la oportunidad única

La Ley 27.090 del año 2014 declaró de interés nacional al Paso Internacional San Francisco y al Corredor Bioceánico del Noroeste Argentino. En la apertura de sesiones en el Congreso, el pasado 1 de marzo, el presidente Alberto Fernández avaló la concreción de este trazado y dispuso fondos para avanzar con ciertas obras.

La posibilidad de acceder al financiamiento institucional que impulsa la potencia emergente, China, logrando un eje transversal de comercio multimodal y orientación al Pacífico, puede ser la ocasión histórica inigualable para retomar la potencialidad andina, agregar valor a la producción cerealera y descentralizar el desarrollo del país.

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Fuente: Ámbito, Jueves 29 de abril de 2021

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