Lunes, Diciembre 23, 2024

Al menos 8 ríos y esteros de la Región están contemplados para estudio sobre zonas inundables

DIARIO CONCEPCIÓN – Con el objetivo de realizar estudios de sobre el comportamiento de los cauces, que se priorizaron en base a la afectación que generaron en inundaciones de 2023 y 2024, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) se encuentra en etapa de gestión interna del financiamiento de recursos sectoriales del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Estos deberían estar definidos para el último trimestre de este año e inicios de 2025 en su totalidad.

Los principales sectores a evaluar, están localizados en el Río Laja, aguas arriba del Salto del Laja, este se encuentra avanzado dado un convenio con el Instituto Nacional de Hidráulicas. Se trata de una de las partes más pobladas en la ribera norte del río Laja, Chillancito, y abarca el río en una extensión de varios kilómetros aguas arriba.

En la comuna de Arauco, se estudiará el río Pichilo y el Lía, además del Carampangue, que es el cauce principal de los dos afluentes.

Se priorizó también el río Andalién agua arriba, excepto la obra emblemática en el Estero Nonguén, pero restaba realizar un estudio que modele el cauce agua arriba, de Santa Rita hasta Puente Uno.

También se tienen contemplados los ríos principales en Curanilahue: en el estero Plegarias, estero Ranas y río Curanilahue.

“La necesidad de estos estudios tiene que ver con las inundaciones de 2023 y 2024. Y considerando que hubo un periodo de sequía bien prolongado de más de 10 años, en muchos de los sectores afectados, hubo acercamiento de la población a espacios inundables”, detalló Claudio Morales, jefe de la Dirección de Obras Hidráulicas de la Región del Biobío.

Este acercamiento de los poblados a zonas inundables se agrava con las precipitaciones más abundantes en corto periodo de tiempo, fenómeno registrado últimamente.

Morales señaló sobre los resultados esperados de los estudios que “permitirán entender bien los cauces y ver cuáles son las zonas de inundación, definir zonas de riesgo, en qué sectores se pueden definir obras hidráulicas que mitiguen los efectos de las inundaciones. En qué sectores lo recomendable, probablemente sea, sugerir que no se habite ahí”.

Cabe definir que el estudio no será vinculante directamente para otros estamentos, pero será una información pública que será útil como insumo para la toma de decisiones. “La idea es tener un estudio base que esté disponible tanto para los municipios respectivos, autoridades regionales con información técnica de cómo se comportan estos cauces”, indicó el director de la DOH.

Respecto de lo anterior, Morales agregó que “eso no es un resorte directo de los estudios en términos de la decisión administrativa. No obstante, se puede añadir esa información cierta, técnica, que permite tomar decisiones adecuadas. Básicamente permite, en base a definir zonas de inundación, definir zonas de riesgo, definir zonas en donde es posible hacer alguna infraestructura de defensa. Es un primer elemento que no estaba disponible hasta el día de hoy en la Región, para que los tomadores de decisiones lo consideren en su análisis”, explicó.

Los informes de resultados incluirán una topografía de estos cauces, su morfodinámica y su morfología. Además de modelarlos para distintas condiciones hidrológicas de precipitación. “Hay un concepto hidrológico que contempla cierto periodo de retorno. Entre mayor periodo de retorno es un evento más extremo, un periodo de retorno de 5 años, 10 años, 50 años, 100 años”, describió Morales.

El tiempo estimado para obtener conclusiones, dado que son necesarias mediciones de campo y topografía, tienen una duración entre 9 meses, 300 días y a un año, especificó el director de la DOH. “Deberíamos tener los primeros resultados a fines del 2025, al menos para los primeros cauces como el río Carampangue, el Pichilo y Lía y los otros al 2026”, afirmó.

Acorde a la metodología del MOP, se incluirá la participación ciudadana. “Las comunidades que viven en torno a los ríos probablemente nos vean durante el 2025 en instancias de participación de ciudadanas, mostrándoles cómo funciona su río. Los organismos locales son clave, buscamos que las comunidades conozcan el entorno en donde viven”.

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Fuente: Diario Concepción, Viernes 06 de Septiembre de 2024

DIARIO CONCEPCIÓN – Con el objetivo de realizar estudios de sobre el comportamiento de los cauces, que se priorizaron en base a la afectación que generaron en inundaciones de 2023 y 2024, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) se encuentra en etapa de gestión interna del financiamiento de recursos sectoriales del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Estos deberían estar definidos para el último trimestre de este año e inicios de 2025 en su totalidad.

Los principales sectores a evaluar, están localizados en el Río Laja, aguas arriba del Salto del Laja, este se encuentra avanzado dado un convenio con el Instituto Nacional de Hidráulicas. Se trata de una de las partes más pobladas en la ribera norte del río Laja, Chillancito, y abarca el río en una extensión de varios kilómetros aguas arriba.

En la comuna de Arauco, se estudiará el río Pichilo y el Lía, además del Carampangue, que es el cauce principal de los dos afluentes.

Se priorizó también el río Andalién agua arriba, excepto la obra emblemática en el Estero Nonguén, pero restaba realizar un estudio que modele el cauce agua arriba, de Santa Rita hasta Puente Uno.

También se tienen contemplados los ríos principales en Curanilahue: en el estero Plegarias, estero Ranas y río Curanilahue.

“La necesidad de estos estudios tiene que ver con las inundaciones de 2023 y 2024. Y considerando que hubo un periodo de sequía bien prolongado de más de 10 años, en muchos de los sectores afectados, hubo acercamiento de la población a espacios inundables”, detalló Claudio Morales, jefe de la Dirección de Obras Hidráulicas de la Región del Biobío.

Este acercamiento de los poblados a zonas inundables se agrava con las precipitaciones más abundantes en corto periodo de tiempo, fenómeno registrado últimamente.

Morales señaló sobre los resultados esperados de los estudios que “permitirán entender bien los cauces y ver cuáles son las zonas de inundación, definir zonas de riesgo, en qué sectores se pueden definir obras hidráulicas que mitiguen los efectos de las inundaciones. En qué sectores lo recomendable, probablemente sea, sugerir que no se habite ahí”.

Cabe definir que el estudio no será vinculante directamente para otros estamentos, pero será una información pública que será útil como insumo para la toma de decisiones. “La idea es tener un estudio base que esté disponible tanto para los municipios respectivos, autoridades regionales con información técnica de cómo se comportan estos cauces”, indicó el director de la DOH.

Respecto de lo anterior, Morales agregó que “eso no es un resorte directo de los estudios en términos de la decisión administrativa. No obstante, se puede añadir esa información cierta, técnica, que permite tomar decisiones adecuadas. Básicamente permite, en base a definir zonas de inundación, definir zonas de riesgo, definir zonas en donde es posible hacer alguna infraestructura de defensa. Es un primer elemento que no estaba disponible hasta el día de hoy en la Región, para que los tomadores de decisiones lo consideren en su análisis”, explicó.

Los informes de resultados incluirán una topografía de estos cauces, su morfodinámica y su morfología. Además de modelarlos para distintas condiciones hidrológicas de precipitación. “Hay un concepto hidrológico que contempla cierto periodo de retorno. Entre mayor periodo de retorno es un evento más extremo, un periodo de retorno de 5 años, 10 años, 50 años, 100 años”, describió Morales.

El tiempo estimado para obtener conclusiones, dado que son necesarias mediciones de campo y topografía, tienen una duración entre 9 meses, 300 días y a un año, especificó el director de la DOH. “Deberíamos tener los primeros resultados a fines del 2025, al menos para los primeros cauces como el río Carampangue, el Pichilo y Lía y los otros al 2026”, afirmó.

Acorde a la metodología del MOP, se incluirá la participación ciudadana. “Las comunidades que viven en torno a los ríos probablemente nos vean durante el 2025 en instancias de participación de ciudadanas, mostrándoles cómo funciona su río. Los organismos locales son clave, buscamos que las comunidades conozcan el entorno en donde viven”.

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Fuente: Diario Concepción, Viernes 06 de Septiembre de 2024

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