PULSO – Chile acumula ya doce años de sequía y, mientras tanto, la demanda por los recursos hídricos del país, tanto para consumo humano como para actividades productivas, sigue aumentando.
Sin duda alguna, es el momento de que el reúso de las aguas servidas tratadas se incorpore como alternativa para enfrentar la menor disponibilidad de agua en Chile. Esto significa mirar el ciclo urbano del agua como parte de la economía circular, y de la sustentabilidad. Debemos dejar de considerar las aguas servidas como un desecho, sino como un recurso para ser reusado en destinos específicos. Efectivamente, con los tratamientos adecuados, las aguas servidas son una nueva fuente de agua para diversos usos, así como generador de subproductos provenientes de los lodos estabilizados que resultan del tratamiento. Estos biosólidos hoy son reutilizados en varios casos al 100% a nivel industria, como insumos para generación de energía o nutrientes para mejorar suelos agrícolas.
La reutilización de las aguas servidas tratadas es una realidad hoy en muchos países y zonas que han enfrentado escasez hídrica. Australia, Israel, Singapur, California, entre otros, la utilizan para recargar acuíferos, riego urbano y agrícola, procesos industriales y, algunos, para consumo humano. Australia, que enfrentó la sequía del milenio en los años 2000, instaló redes dobles de distribución de agua en las nuevas viviendas, con agua potable para consumo humano y agua grises recuperadas para el riego. Singapur la recupera por completo y la repotabiliza para consumo humano.
Esto ocurre porque las aguas servidas tratadas incrementan la disponibilidad total de agua y reducen la presión sobre las cuencas, al sustituir el agua potable que hoy se usa para el riego de áreas verdes urbanas, o en procesos productivos industriales y de la construcción, o en la recarga de acuíferos, entre otros usos posibles. Ello permite asegurar de mejor forma el consumo humano.
Chile, hace 20 años, resolvió tratar todas las aguas servidas de las ciudades, y lo consiguió casi al 100%. El agua que hoy utilizan las personas en sus hogares y que descargan en las redes de alcantarillado, es tratada en su totalidad, por lo que hoy disponemos de un volumen creciente de agua recuperada que es apropiada para un nuevo uso. Hoy, las aguas servidas tratadas sólo se devuelven a cuerpos receptores, como ríos y lagos, donde se utiliza en “reúso indirecto”, como puede ser el riego.
Sin embargo, la crisis hídrica que vivimos hace necesario hacer un uso consciente y dirigido de esos volúmenes de agua, como parte de una política de gestión integral del agua. La reutilización del agua tratada debe formar parte de la batería de medidas de largo plazo para gestionar mejor el agua que usamos hoy y necesitaremos mañana.
-La autora es presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess AG)
Fuente: Pulso, Miércoles 3 de Marzo 2021