EL MERCURIO – Ubicado seis kilómetros al sur de Calama se encuentra el aeropuerto El Loa. Es uno de los complejos que serán mejorados como parte del plan que el Presidente Sebastián Piñera presentó el miércoles pasado.
Con una inversión de US$ 50 millones, aunque no es la más alta del programa, se trata del terminal que experimentará la mayor alza en usuarios: mientras el año pasado fue utilizado por 1,9 millones de pasajeros, luego de las faenas se proyecta que hacia 2035 reciba a 7 millones, es decir, 3,6 veces esa cifra.
En cuanto a otros aeropuertos —que en algunos casos ofrecerán operaciones internacionales—, también aumentarán los usuarios estimados.
Por ejemplo, el Andrés Sabella, en Antofagasta, en 2018 fue usado por más de 2 millones, lo que crecerá a 6,5 millones en 2040. Mientras, el Diego Aracena, en Iquique, que cerró el año pasado en 1,3 millones, se estima que recibirá a 4,3 millones en 2032. En ambos casos, supone 3,2 veces la cantidad actual.
Para el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, “los futuros terminales tendrán capacidad para recibir vuelos internacionales, facilitando la conexión de más chilenos con el mundo. Asimismo, se fomentará la entrada de aerolíneas low cost y se adoptará más y mejor tecnología en materia de radares y software de aproximación de vuelos”.
El plan, que incluye una inversión de US$ 1.442 millones, apunta a que a los 11 aeropuertos que hoy están concesionados se sumarán otros seis terminales: cinco administrados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) —Pucón, Valdivia, Osorno, Castro y Balmaceda— y uno por la Armada —Viña del Mar—.
Además, y en continuidad con anuncios de años anteriores, en el programa se contemplan las relicitaciones de los aeropuertos Chacalluta, Carlos Ibáñez del Campo, La Florida, El Loa, La Araucanía, Desierto de Atacama, El Tepual y Andrés Sabella.
Según Moreno, se planea que entre este y el próximo año se desarrollen los proyectos de ingeniería, además de los trámites necesarios para que, a más tardar en 2021, estén todas las infraestructuras licitadas.
Añade que “en la medida que nos vayamos acercando a los períodos de licitación vamos a abrir un proceso en que invitaremos a todas las empresas del mundo para que participen”.
Impacto
Los futuros aeropuertos también causarán cambios urbanos. Josip Jercic, gerente de Marketing de Mapcity, explica que deben repensarse “los planes reguladores de las ciudades donde van a llegar aeropuertos con operación internacional. Sería un buen ejercicio evaluar si hay zonas donde el uso de suelo puede reconvertirse a comercial u habitacional”.
Julio Nazar, urbanista de la U. del Desarrollo, concuerda en el tema de la movilidad y plantea que “es importante que la conectividad entre aeropuertos y ciudades mejore, porque si demorarse media hora en avión se traduce también en dos horas entre bajarse e ir al centro, será complejo. Es un desafío que se debe asumir”.
Con una inversión de US$ 50 millones, aunque no es la más alta del programa, se trata del terminal que experimentará la mayor alza en usuarios: mientras el año pasado fue utilizado por 1,9 millones de pasajeros, luego de las faenas se proyecta que hacia 2035 reciba a 7 millones, es decir, 3,6 veces esa cifra.
En cuanto a otros aeropuertos —que en algunos casos ofrecerán operaciones internacionales—, también aumentarán los usuarios estimados.
Por ejemplo, el Andrés Sabella, en Antofagasta, en 2018 fue usado por más de 2 millones, lo que crecerá a 6,5 millones en 2040. Mientras, el Diego Aracena, en Iquique, que cerró el año pasado en 1,3 millones, se estima que recibirá a 4,3 millones en 2032. En ambos casos, supone 3,2 veces la cantidad actual.
Para el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, “los futuros terminales tendrán capacidad para recibir vuelos internacionales, facilitando la conexión de más chilenos con el mundo. Asimismo, se fomentará la entrada de aerolíneas low cost y se adoptará más y mejor tecnología en materia de radares y software de aproximación de vuelos”.
El plan, que incluye una inversión de US$ 1.442 millones, apunta a que a los 11 aeropuertos que hoy están concesionados se sumarán otros seis terminales: cinco administrados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) —Pucón, Valdivia, Osorno, Castro y Balmaceda— y uno por la Armada —Viña del Mar—.
Además, y en continuidad con anuncios de años anteriores, en el programa se contemplan las relicitaciones de los aeropuertos Chacalluta, Carlos Ibáñez del Campo, La Florida, El Loa, La Araucanía, Desierto de Atacama, El Tepual y Andrés Sabella.
Según Moreno, se planea que entre este y el próximo año se desarrollen los proyectos de ingeniería, además de los trámites necesarios para que, a más tardar en 2021, estén todas las infraestructuras licitadas.
Añade que “en la medida que nos vayamos acercando a los períodos de licitación vamos a abrir un proceso en que invitaremos a todas las empresas del mundo para que participen”.
Impacto
Los futuros aeropuertos también causarán cambios urbanos. Josip Jercic, gerente de Marketing de Mapcity, explica que deben repensarse “los planes reguladores de las ciudades donde van a llegar aeropuertos con operación internacional. Sería un buen ejercicio evaluar si hay zonas donde el uso de suelo puede reconvertirse a comercial u habitacional”.
Julio Nazar, urbanista de la U. del Desarrollo, concuerda en el tema de la movilidad y plantea que “es importante que la conectividad entre aeropuertos y ciudades mejore, porque si demorarse media hora en avión se traduce también en dos horas entre bajarse e ir al centro, será complejo. Es un desafío que se debe asumir”.
“Vamos a abrir un proceso (de licitación) en que invitaremos a todas las empresas del mundo para que participen”.
Alfredo Moreno
Ministro de Obras Públicas
“Las ciudades se deben preparar mediante planes de mitigación o que permitan recibir un mayor tránsito”.
Josip Jercic
Gerente de Marketing de Mapcity
Fuente: El Mercurio, Domingo 23 de Junio de 2019
