EL DESCONCIERTO – Chile es uno de los países más vulnerables del mundo ante el cambio climático, y situaciones actuales como la mega sequía, las inundaciones y las olas de calor extremo ya han puesto en jaque a las ciudades del país.
Para adaptarse a eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes, la ministra de Medio Ambiente y el de Transporte firmaron un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para ejecutar una estrategia de infraestructura verde en noviembre de 2025.
El llamado a agregar infraestructura verde en el país ha sido largamente reclamado desde la academia cuando ocurren eventos de calor extremo o también cuando zonas de la ciudad se inundan con las lluvias.
Esto porque las zonas con vegetación ayudan a regular la temperatura local, sirviendo como refugios climáticos ante olas de calor, y como infiltradores de aguas lluvia, lo que ayuda tanto a mitigar las inundaciones cuando llueve, como a absorber agua y rellenar los acuíferos para momentos de sequía.
“El conocimiento ya está, las experiencias existen, la tecnología está probada y sabemos qué vegetación utilizar para que sea viable en la aridez de la zona central del país. Solo falta una política pública para poder expandir esta solución a nivel comunal, regional y del país”, declaraba Waldo Bustamante, director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS).
La estrategia que comienza a desarrollar el Gobierno contemplará fuentes de financiamiento, estudios técnicos y una política pública interinstitucional para fomentar la instalación de infraestructura verde en las distintas ciudades del país. Se trata de un proyecto denominado «Estrategia ciudades verdes», financiado por el Fondo Verde del Clima de la ONU.
¿Qué es la infraestructura verde?
Una de las infraestructuras verdes más comunes en las ciudades son los techos verdes y los jardines verticales, que agregan vegetación a los techos o paredes de edificios privados o públicos. Desde la academia ya existen propuestas de diseño de este tipo de infraestructura, donde se ha clasificado la mejor vegetación para usar, que requiera de poca agua y que resista altos niveles de radiación solar.
Los techos verdes no solamente mitigan el calor sino que reducen la contaminación del aire, captan el agua lluvia y ofrecen un área verde y un espacio propicio para la polinización en las ciudades, propagando flora nativa y sirviendo de refugio para la biodiversidad.
Otra tendencia que se propone en la estrategia son los ecopavimentos; un tipo de pavimento o piso permeable que permite la infiltración de las aguas lluvias al suelo, soportando además el paso de transporte mediano y habilitando la resistencia de la vegetación que se mantiene en el suelo o el arbolado urbano.
Bosques de ciudad
La infraestructura verde más completa de todas es el bosque urbano, y se trata de una intervención que se ha comenzado a aplicar en lugares como Concepción, Pirque, e incluso en zonas del centro de Santiago.
Durante la presentación de la estrategia de infraestructura verde, también se expuso sobre los bosques de rápido crecimiento que se han estado plantando en el Cerro San Cristóbal, de Parquemet en la Región Metropolitana.
Estos micro bosques han sido plantados utilizando la técnica japonesa Miyawaki, que permite el rápido crecimiento de vegetación en alta densidad y con un bajo costo de mantención.
Se les denomina núcleos de restauración urbana y ya existen tres en la zona de Pedro de Valdivia Norte. Las especies más usadas para estos bosques han sido el quillay, el pimiento, el quebracho, el maitén, el litre y el espino, además de arbustos como colliguay, parqui y bacharis. Se trata de especies características del bosque esclerófilo de la zona central de Chile.
Fuente: El Desconcierto, Miércoles 05 de Junio de 2024