EL PAÍS – La crisis hídrica que azota a Chile central, desde Coquimbo al Biobío, ha alcanzado proporciones históricas, marcando el periodo más prolongado de sequía en mil años, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 2022. Trece años de aridez han dejado una profunda huella en la región, afectando no solo a las actividades económicas y la vida cotidiana, sino también poniendo al país en el centro de atención internacional por su preocupante nivel de estrés hídrico.
Incluso en las remotas tierras de Magallanes, donde históricamente se experimentaba un superávit hídrico, la emergencia agrícola declarada a principios de este año subraya la magnitud del problema. La crisis hídrica, que afecta diversas zonas del país, no solo tiene consecuencias locales, sino que también sirve como un recordatorio de la creciente amenaza global de la escasez de agua.
Chile, catalogado como el país con mayor estrés hídrico de América Latina en el informe del World Resources Institute de 2019, ocupa el puesto 18 a nivel mundial, siendo el único en la región con un estrés hídrico calificado como “extremadamente alto”. Esta situación, aunque tiene un impacto local evidente en la disminución de los niveles de lagos emblemáticos como el Caburga, Aculeo y Peñuelas, también refleja una preocupación a nivel global sobre la sostenibilidad del recurso hídrico.
El agua se ha transformado en un tema prioritario en Chile y el mundo, y por eso, autoridades y líderes empresariales nacionales e internacionales se reunieron durante esta semana en el seminario Alianza Público-Privada en gestión del agua: resultados y desafíos, organizado por el Consejo de Política de Infraestructura (CPI), en colaboración con la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la Asociación Nacional de Empresas Sanitarias (Andess) y Aguas Andinas.
En el encuentro se realizó un balance de los hitos y avances de estos 25 años y se abordó la necesidad de llevar adelante acciones para enfrentar el cambio climático y la escasez hídrica, ante lo cual se requieren nuevas obras de infraestructura.
En la oportunidad el expresidente de la República y presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), Eduardo Frei, destacó los avances de Chile en materia de abastecimiento y saneamiento de aguas -tras la aprobación de la ley de 1998 que permitió la participación de capitales privados-, lo que permite que nuestro país sea líder en este ámbito en América Latina. “Tenemos una cobertura de 99,4% de agua potable en las zonas urbanas; 91,6% en alcantarillado y 99,98% de tratamiento de aguas servidas”, afirmó.
Frei señaló además que es necesario abordar importantes desafíos ante la crisis hídrica y los impactos del cambio climático, por lo que -dijo- se hace necesario continuar con la construcción de embalses multipropósito y plantas desaladoras.
Fuente: El País, Miércoles 24 de Enero de 2024