Martes, Noviembre 26, 2024

La Alameda se alista para su mayor cambio en 50 años

LA TERCERA – Desde su origen como vertedero en la Colonia, cuando se le conocía como “La Cañada”, la principal arteria de Santiago ha sufrido importantes cambios. El primero, en los albores de la República, tuvo lugar cuando Bernardo O’Higgins ordenó transformar La Cañada en un paseo público, que en 1825 fue bautizado como la Alameda de las Delicias. Desde entonces, las transformaciones de este eje han marcado la pauta de la ciudad, con intervenciones para el ferrocarril, el tranvía, los vehículos motorizados y el metro en los años 70. En este marco, el eje Alameda-Providencia se prepara ahora para su mayor cambio en cinco décadas y entre las principales modificaciones figura que el lugar recupere su carácter peatonal.

Los orígenes del proyecto para la “Nueva Alameda-Providencia” se sitúan en 2015, a través del concurso internacional destinado a rediseñar el eje de la capital. La propuesta “Paseo Cívico Metropolitano” presentada por el estudio de arquitectos Lyon Bosch + Martic, fue la ganadora. A nivel general esta propuesta planteó implementar un corredor exclusivo de buses (denominado Bus Rapid Transit o BRT) para disminuir los tiempos de viaje, e importantes cambios orientados a mejorar el espacio público en las zonas de Pajaritos, Baquedano, Tobalaba y Estación Central. También propuso el reemplazo de la rotonda de Plaza Italia por una explanada para favorecer el tránsito peatonal.

Sin embargo, este primer gran proyecto quedó en pausa en 2019 durante la gestión de la intendenta Karla Rubilar, debido a problemas de factibilidad y de presupuesto. A partir de 2021, bajo la administración del gobernador regional Claudio Orrego, la iniciativa fue retomada, con algunos elementos de la propuesta ganadora inicial, aunque con una reducción de presupuesto.

Vista de Pajaritos y como será su remodelación según el gobierno regional.

El pasado 26 de diciembre, el Presidente Gabriel Boric, en conjunto con Orrego, anunció la puesta en marcha del proyecto de recuperación del eje Alameda-Providencia. La iniciativa volvió a reactivarse gracias a un convenio entre el gobierno regional, el Ejecutivo y los municipios de Santiago, Estación Central, Lo Prado y Providencia.

El presupuesto original contemplaba 227 mil millones de pesos, monto que finalmente se redujo a $ 115.200 millones. La disminución se debe principalmente a la exclusión del corredor único de buses contemplado en la primera instancia. “Era muy caro e iba a tomar muchos años y sentimos que el proyecto tiene un sentido de urgencia”, comenta Orrego.

Así, el proyecto, cuyas obras se espera comiencen en abril, conservará gran parte del diseño original de Pajaritos y Baquedano, mientras que el tramo de Tobalaba será descartado.

Una nueva cara

De acuerdo con la información entregada por el Gobierno Regional, el cambio en la Alameda incluirá cuatros grandes obras: una ciclovía metropolitana, la remodelación del “Nudo Pajaritos”, la transformación de Plaza Italia y la recuperación del espacio público. Esto último incluye el mejoramiento de fachadas en torno a la Alameda, la ampliación de áreas verdes y la implementación de más cámaras de seguridad.

Precisamente, para Orrego uno de los puntos más importantes es la recuperación del espacio público, en especial en el bandejón central de la Alameda: “Creo que el estado de la Alameda-Providencia es lamentable, está sucio, inseguro y feo. Más bien es motivo de vergüenza y miedo que de orgullo y de tranquilidad”.

El tramo que concentra la mayor inversión es el de Pajaritos, con $ 49.935 millones financiados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Las remodelaciones de este nudo vial estarán orientadas a solucionar los atochamientos que se forman en ese tramo de la Alameda y que conecta con la Ruta 68, Maipú y el aeropuerto. Entre las obras que se ejecutarán en el sector destaca un túnel, además de la remodelación del Parque Bueras, nuevas veredas, luminaria y árboles.

Sobre las modificaciones que se harán en Plaza Italia, Orrego explica que se va a “cambiar un icono de la ciudad, que es la rotonda de Baquedano, para transformarla en un lugar más bien de grandes encuentros ciudadanos y de privilegio a los peatones”.

El proyecto original de los arquitectos Lyon, Bosch y Martic, contempla una gran explanada en Plaza Italia. Eso sí, aún está pendiente el lugar por donde circularán los buses.

Al mismo tiempo, la Ciclovía Metropolitana contempla una inversión de $ 8.940 millones. La idea es construir una ciclovía de alto estándar de 24 kilómetros que atravesará seis comunas: Maipú, Lo Prado, Estación Central, Santiago, Providencia y Las Condes. Además, conectará con 13 ciclovías existentes y 5 proyectadas, por lo que sumarán 41,6 km de red, de acuerdo con el Gobierno Regional. Para ello se está trabajando desde octubre de 2022 con el Instituto Data Science de la Universidad del Desarrollo (UDD). Según Loreto Bravo, directora del Instituto Data Science, el trabajo que se está desarrollando consiste en obtener datos más oportunos y actualizados: “Utilizamos tecnologías como cámaras que hacen conteo de distintos modos de transporte con técnicas de inteligencia artificial, entrevistas a los potenciales usuarios para entender cuál es el perfil de las personas que podrían utilizar esta ciclovía, y todas las herramientas para poder estimar cual es la posible demanda de la ciclovía, como información de las tarjetas BIP e información de telecomunicaciones”.

Otro de los objetivos de la Nueva Alameda Providencia (NAP) es recuperar el espacio público. Sobre el área de progreso ambiental, la gobernación se encuentra colaborando con la Corporación Cultiva, con el objetivo de plantar entre 2.000 a 3.000 árboles en la zona. La iniciativa se enmarca en el programa de arbolado urbano para la conservación, prevención y recuperación del medio ambiente en la Región Metropolitana Sur, que espera concretar 20 km de plantaciones en comunas con déficit de áreas verdes y 30.000 nuevos árboles.

Imagen de la Estación Central y una de las ideas de cómo podría remodelarse.

Paseo cívico

Según un artículo publicado en 2016 por los arquitectos que diseñaron el proyecto, Arturo Lyon, Alejandra Bosch y Danilo Martic, lo principal sería “concebir nuevamente un espacio fundamental para la vida cívica de Santiago, recuperando el carácter original de la Alameda de las Delicias de Bernardo O’Higgins”.

A pesar de que a menudo se hace referencia a la Alameda de las Delicias como un ejemplo de paseo cívico, no siempre fue así. En el periodo colonial, la Alameda correspondía a un brazo seco del río Mapocho, que luego se convirtió en un basural. En un artículo en la revista Bifurcaciones, la historiadora Katherine Vyhmeister escribió que en La Cañada se instalaron conventos y el Hospital del Socorro, que consolidaron el carácter periférico del sector, puesto que por motivos de salubridad los hospitales debían ubicarse lejos de la concentración urbana. Sin embargo, entre los siglos XVII y XVIII, el centro urbano comenzó a expandirse hacia La Cañada, y O’Higgins firmó el decreto que estableció la creación de un paseo público en este sector, principalmente por su extensión y abundancia de agua. Los álamos que se plantaron y lo agradable que era transitar por ella, consolidó su denominación como “Alameda de las Delicias”.

Luego, en 1858, la Alameda se extendió hacia el poniente, hacia Estación Central, con la incorporación del ferrocarril. Según el historiador Marcelo Mardones, la inauguración hacia 1890 del ferrocarril del Llano del Maipo -entre la actual Plaza Italia y la posterior construcción de la estación Providencia o Pirque en el mismo lugar- contribuyó a la expansión hacia el oriente, que se consolidó hacia el primer tercio del siglo XX.

Décadas después, debido al uso de automóvil y las nuevas exigencias del transporte, la Alameda cambió su orientación peatonal a una más accesible para los vehículos, pasando por importantes modificaciones en la década del 70 con la construcción de la Línea 1 del Metro y la Panamericana. El documental La Alameda de Chile (1987), del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, asevera que la construcción del metro acentuó el predominio de la vialidad por sobre cualquier requerimiento urbanístico, dejando la accesibilidad a las personas en último lugar.

Además de ser un testimonio de la historia del país, la Alameda se configura como un reflejo de la contingencia y de la desigualdad en la capital. De hecho, a lo largo del bandejón central -entre la Universidad de Chile y la Estación Central-, hay al menos 30 carpas o rucos. Respecto a las medidas que se tomarán, la subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Perales, declara que han realizado traslados voluntarios de personas y grupos familiares a los diferentes dispositivos de alojamiento. Todo, a la espera de la nueva cara que tendrá la Alameda.

29/12/2022 CARPAS EN LA ALAMEDA FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Fuente: La Tercera, Viernes 20 de Enero de 2023

LA TERCERA – Desde su origen como vertedero en la Colonia, cuando se le conocía como “La Cañada”, la principal arteria de Santiago ha sufrido importantes cambios. El primero, en los albores de la República, tuvo lugar cuando Bernardo O’Higgins ordenó transformar La Cañada en un paseo público, que en 1825 fue bautizado como la Alameda de las Delicias. Desde entonces, las transformaciones de este eje han marcado la pauta de la ciudad, con intervenciones para el ferrocarril, el tranvía, los vehículos motorizados y el metro en los años 70. En este marco, el eje Alameda-Providencia se prepara ahora para su mayor cambio en cinco décadas y entre las principales modificaciones figura que el lugar recupere su carácter peatonal.

Los orígenes del proyecto para la “Nueva Alameda-Providencia” se sitúan en 2015, a través del concurso internacional destinado a rediseñar el eje de la capital. La propuesta “Paseo Cívico Metropolitano” presentada por el estudio de arquitectos Lyon Bosch + Martic, fue la ganadora. A nivel general esta propuesta planteó implementar un corredor exclusivo de buses (denominado Bus Rapid Transit o BRT) para disminuir los tiempos de viaje, e importantes cambios orientados a mejorar el espacio público en las zonas de Pajaritos, Baquedano, Tobalaba y Estación Central. También propuso el reemplazo de la rotonda de Plaza Italia por una explanada para favorecer el tránsito peatonal.

Sin embargo, este primer gran proyecto quedó en pausa en 2019 durante la gestión de la intendenta Karla Rubilar, debido a problemas de factibilidad y de presupuesto. A partir de 2021, bajo la administración del gobernador regional Claudio Orrego, la iniciativa fue retomada, con algunos elementos de la propuesta ganadora inicial, aunque con una reducción de presupuesto.

Vista de Pajaritos y como será su remodelación según el gobierno regional.

El pasado 26 de diciembre, el Presidente Gabriel Boric, en conjunto con Orrego, anunció la puesta en marcha del proyecto de recuperación del eje Alameda-Providencia. La iniciativa volvió a reactivarse gracias a un convenio entre el gobierno regional, el Ejecutivo y los municipios de Santiago, Estación Central, Lo Prado y Providencia.

El presupuesto original contemplaba 227 mil millones de pesos, monto que finalmente se redujo a $ 115.200 millones. La disminución se debe principalmente a la exclusión del corredor único de buses contemplado en la primera instancia. “Era muy caro e iba a tomar muchos años y sentimos que el proyecto tiene un sentido de urgencia”, comenta Orrego.

Así, el proyecto, cuyas obras se espera comiencen en abril, conservará gran parte del diseño original de Pajaritos y Baquedano, mientras que el tramo de Tobalaba será descartado.

Una nueva cara

De acuerdo con la información entregada por el Gobierno Regional, el cambio en la Alameda incluirá cuatros grandes obras: una ciclovía metropolitana, la remodelación del “Nudo Pajaritos”, la transformación de Plaza Italia y la recuperación del espacio público. Esto último incluye el mejoramiento de fachadas en torno a la Alameda, la ampliación de áreas verdes y la implementación de más cámaras de seguridad.

Precisamente, para Orrego uno de los puntos más importantes es la recuperación del espacio público, en especial en el bandejón central de la Alameda: “Creo que el estado de la Alameda-Providencia es lamentable, está sucio, inseguro y feo. Más bien es motivo de vergüenza y miedo que de orgullo y de tranquilidad”.

El tramo que concentra la mayor inversión es el de Pajaritos, con $ 49.935 millones financiados por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Las remodelaciones de este nudo vial estarán orientadas a solucionar los atochamientos que se forman en ese tramo de la Alameda y que conecta con la Ruta 68, Maipú y el aeropuerto. Entre las obras que se ejecutarán en el sector destaca un túnel, además de la remodelación del Parque Bueras, nuevas veredas, luminaria y árboles.

Sobre las modificaciones que se harán en Plaza Italia, Orrego explica que se va a “cambiar un icono de la ciudad, que es la rotonda de Baquedano, para transformarla en un lugar más bien de grandes encuentros ciudadanos y de privilegio a los peatones”.

El proyecto original de los arquitectos Lyon, Bosch y Martic, contempla una gran explanada en Plaza Italia. Eso sí, aún está pendiente el lugar por donde circularán los buses.

Al mismo tiempo, la Ciclovía Metropolitana contempla una inversión de $ 8.940 millones. La idea es construir una ciclovía de alto estándar de 24 kilómetros que atravesará seis comunas: Maipú, Lo Prado, Estación Central, Santiago, Providencia y Las Condes. Además, conectará con 13 ciclovías existentes y 5 proyectadas, por lo que sumarán 41,6 km de red, de acuerdo con el Gobierno Regional. Para ello se está trabajando desde octubre de 2022 con el Instituto Data Science de la Universidad del Desarrollo (UDD). Según Loreto Bravo, directora del Instituto Data Science, el trabajo que se está desarrollando consiste en obtener datos más oportunos y actualizados: “Utilizamos tecnologías como cámaras que hacen conteo de distintos modos de transporte con técnicas de inteligencia artificial, entrevistas a los potenciales usuarios para entender cuál es el perfil de las personas que podrían utilizar esta ciclovía, y todas las herramientas para poder estimar cual es la posible demanda de la ciclovía, como información de las tarjetas BIP e información de telecomunicaciones”.

Otro de los objetivos de la Nueva Alameda Providencia (NAP) es recuperar el espacio público. Sobre el área de progreso ambiental, la gobernación se encuentra colaborando con la Corporación Cultiva, con el objetivo de plantar entre 2.000 a 3.000 árboles en la zona. La iniciativa se enmarca en el programa de arbolado urbano para la conservación, prevención y recuperación del medio ambiente en la Región Metropolitana Sur, que espera concretar 20 km de plantaciones en comunas con déficit de áreas verdes y 30.000 nuevos árboles.

Imagen de la Estación Central y una de las ideas de cómo podría remodelarse.

Paseo cívico

Según un artículo publicado en 2016 por los arquitectos que diseñaron el proyecto, Arturo Lyon, Alejandra Bosch y Danilo Martic, lo principal sería “concebir nuevamente un espacio fundamental para la vida cívica de Santiago, recuperando el carácter original de la Alameda de las Delicias de Bernardo O’Higgins”.

A pesar de que a menudo se hace referencia a la Alameda de las Delicias como un ejemplo de paseo cívico, no siempre fue así. En el periodo colonial, la Alameda correspondía a un brazo seco del río Mapocho, que luego se convirtió en un basural. En un artículo en la revista Bifurcaciones, la historiadora Katherine Vyhmeister escribió que en La Cañada se instalaron conventos y el Hospital del Socorro, que consolidaron el carácter periférico del sector, puesto que por motivos de salubridad los hospitales debían ubicarse lejos de la concentración urbana. Sin embargo, entre los siglos XVII y XVIII, el centro urbano comenzó a expandirse hacia La Cañada, y O’Higgins firmó el decreto que estableció la creación de un paseo público en este sector, principalmente por su extensión y abundancia de agua. Los álamos que se plantaron y lo agradable que era transitar por ella, consolidó su denominación como “Alameda de las Delicias”.

Luego, en 1858, la Alameda se extendió hacia el poniente, hacia Estación Central, con la incorporación del ferrocarril. Según el historiador Marcelo Mardones, la inauguración hacia 1890 del ferrocarril del Llano del Maipo -entre la actual Plaza Italia y la posterior construcción de la estación Providencia o Pirque en el mismo lugar- contribuyó a la expansión hacia el oriente, que se consolidó hacia el primer tercio del siglo XX.

Décadas después, debido al uso de automóvil y las nuevas exigencias del transporte, la Alameda cambió su orientación peatonal a una más accesible para los vehículos, pasando por importantes modificaciones en la década del 70 con la construcción de la Línea 1 del Metro y la Panamericana. El documental La Alameda de Chile (1987), del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica, asevera que la construcción del metro acentuó el predominio de la vialidad por sobre cualquier requerimiento urbanístico, dejando la accesibilidad a las personas en último lugar.

Además de ser un testimonio de la historia del país, la Alameda se configura como un reflejo de la contingencia y de la desigualdad en la capital. De hecho, a lo largo del bandejón central -entre la Universidad de Chile y la Estación Central-, hay al menos 30 carpas o rucos. Respecto a las medidas que se tomarán, la subsecretaria de Servicios Sociales, Francisca Perales, declara que han realizado traslados voluntarios de personas y grupos familiares a los diferentes dispositivos de alojamiento. Todo, a la espera de la nueva cara que tendrá la Alameda.

29/12/2022 CARPAS EN LA ALAMEDA FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Fuente: La Tercera, Viernes 20 de Enero de 2023

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