PULSO – Uno de los temas que se ha tomado el debate últimamente por la presentación del proyecto de ley de presupuestos 2023 es la ejecución fiscal del gasto de capital, que se destina principalmente a la inversión.
De acuerdo al último informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), El gasto de capital muestra un porcentaje de ejecución de 42,1% en relación con la ley aprobada y el Fondo de Emergencia Transitorio, con un avance de 33,3% en la ejecución de la inversión y de 50,5% en la ejecución de las transferencias de capital.
Considerando los cinco ministerios con mayor nivel acumulado de gasto de capital aprobado en la Ley de Presupuestos 2022, y en relación con el mismo período de 2021, destacan las caídas registradas en los ministerios de Salud (-44,3%), Vivienda y Urbanismo (-2,1%); Interior y Seguridad Pública (-3,4%)y Obras Públicas (-0,7%).
Un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) analizó el actual comportamiento de la ejecución fiscal en un contexto histórico muestras que el avance de la ejecución a agosto es la menor desde 2012. De acuerdo a este análisis en el período 2012-2019 el avance a la misma fecha era de 54%, en 2020 fue de 46% y en 2021 de 45%.
El economista del OCEC-UDP, Juan Ortiz, afirma que “el bajo nivel de ejecución ha sido una constante a lo largo del año, frente a los años previos. La razón obedece principalmente a los impactos que han generado en las licitaciones y ejecución de obras, el incremento de precios en la economía, el alza de costos y los problemas de la cadena logística a nivel mundial, que ha impactado las entregas de insumos”.
Menciona que en cuanto a al evaluar por los ministerios que suman la mayor proporción del gasto de capital, se observa que, al mes de agosto, que todos -excepto Educación- registran la más baja ejecución en los últimos años, llegando en el caso del Ministerio de Salud a solo un 25%.
El economista destaca que las medidas anunciadas por el ejecutivo para acelerar la ejecución de obras, tales como permitir una mayor flexibilidad respecto a desviaciones de gasto asociados a alza precios de precios, revisión del proceso de aprobación presupuestal, entre otros, van en la vía correcta. Sin embargo, “existe una alta posibilidad de finalizar el año con una baja ejecución, inferior al 90%, lo cual llevaría en la práctica a un alza real del gasto de capital entre 2023 y 2022, mucho mayor al 5,5% estimado en el proyecto de Ley de Presupuesto de 2023″.
En el análisis se precisa que este hecho denota un complejo panorama en lo queda del año. Esto porque en 2020 y 2021, la ejecución alcanzó un 85% y 84%, respectivamente. “En este escenario, si en lo que queda del año se mantiene la ejecución promedio 2012-2019, que entre septiembre y diciembre fue del 42%, la ejecución final este año respecto al presupuesto inicial estaría en torno al 84%”.
Por lo tanto, Ortiz enfatiza que “no solo el nivel de los agregados presupuestales es relevante, también la capacidad de ejecución es fundamental para la gestión optima de los recursos públicos y su impacto en actividad y empleo”.
Fuente: Pulso, Jueves 6 de Octubre de 2022