EL LÍBERO – Llama la atención que tanto el Presidente Gabriel Boric en la cuenta pública como el ministro de Vivienda y Urbanismo Carlos Montes se han referido sólo al déficit de vivienda, prometiendo la construcción de 65.000 por año, sin hacer hincapié en la importancia del desarrollo urbano en este plan.
Enfocarse sólo en el déficit de viviendas sin contemplar aspectos fundamentales para el buen vivir de las personas, como espacios públicos de calidad, conexión al transporte público, vialidad urbana, áreas verdes y oferta de servicios tanto públicos como privados, es un profundo error.
En efecto, desacoplar la política habitacional de la calidad de vida de las personas generará, por defecto, una política de vivienda que creará nuevos guetos, afectándola aún más, como ya ocurre en muchos barrios periféricos de la Región Metropolitana y regiones con fenómenos de conurbación e incluso con ciudades de tamaño medio.
Por otro lado, entendemos que a las nuevas autoridades también les preocupe el aumento de campamentos a nivel nacional. Según el último catastro de campamentos del Minvu, la cantidad de familias viviendo en estas condiciones ha aumentado en un 73.52% entre el año 2019 al 2021. Eso explica -en buena hora-que el gobierno haya impulsado el programa “Construyendo Barrios” que busca urbanizar integralmente los campamentos.
Más allá de que esta solución exista hace ya varios años, según información del propio Ministerio de Vivienda, al 2021 el 62% de los campamentos se encuentran en zonas de riesgo, de acuerdo al Plan Regulador respectivo. Por lo tanto, también en un tema de indiscutida urgencia como la necesidad de frenar el aumento de los campamentos para luego terminar con ellos, es fundamental que la política de vivienda converse, pero de verdad, con la planificación urbana. Solo de esa forma se pueden evitar casos como la ejecución de más de 60 viviendas sociales en plena zona de riesgo en Chaitén.
Po lo anterior, hacemos un llamado a las autoridades a incluir en la actual política de vivienda la planificación urbana, hacerse cargo de una vez por todas del suelo y al mismo tiempo contemplar todos los aspectos que mejoren la calidad de vida de los nuevos barrios. Una buena noticia es que el Ministerio cuenta con diversos programas de espacios públicos, ciclovías y parques urbanos, entre otros.
Sólo falta entender que las buenas y virtuosas políticas públicas no solo son las que logran coordinar los distintos esfuerzos/programas que se impulsan al interior de un gobierno o las que solo ponen foco en métricas estrictamente cuantitativas, sino las que ponen a las personas en el centro de su propósito.
*Sofía Uriarte Valenzuela es ingeniera comercial, Magíster en Economía y Políticas Públicas.
Fuente: El Líbero, Miércoles 15 de Junio de 2022