DIARIO FINANCIERO – Este miércoles, apenas se supo que los regantes de la primera, segunda y tercera sección del río Aconcagua desecharon toda posibilidad de diálogo, surgió la única opción de acopiar los 22 millones de m3 de agua que requiere el Embalse Los Aromos para abastecer a la población: una intervención por parte del Estado. Y durante esta jornada así fue confirmado por el Seremi de Obras Públicas de la V Región, Yanino Riquelme González, quien señaló que pese a los “numerosos intentos por lograr un acuerdo (…) e incluso se otorgaron nuevos plazos, no han logrado llegar a un consenso”.
Así, en este contexto, la autoridad regional recalcó la necesidad de iniciar un proceso de intervención por parte de la Dirección General de Aguas (DGA), y sostuvo que desde el Ministerio de Obras Públicas (MOP) continúan “propiciando la posibilidad de un acuerdo entre las Juntas de Vigilancia que permita, en el corto plazo, llevar adelante una redistribución en forma más consensuada”.
“Hemos llegado a un punto en el que, por el momento, no ha habido acuerdo y eso implica que la DGA está preparando un procedimiento para hacer la redistribución de las aguas en el Río Aconcagua y cumplir con lo que estipula el nuevo Código de Aguas, en el sentido de que debiera prevalecer el uso para el consumo humano, para el uso doméstico de subsistencia y saneamiento”, señaló la autoridad.
Y precisó que “el Código de Aguas y la normativa vigente no nos impiden poder seguir conversando y, en la medida en que se llegue a un acuerdo entre las partes, poder implementar dicho acuerdo”.
El Diferencias en las juntas
Cabe recordar que el 31 de mayo venció el primer plazo impuesto por el gobierno para que las tres juntas de vigilancias de las secciones que forman parte del río llegasen a un acuerdo, y pese a que ese día la primera y segunda junta presentaron una propuesta de racionamiento de agua, fue el rechazo de la tercera sección el que terminó por echar abajo toda opción de diálogo.
Esto, por la diferencia en el tiempo que propone cada junta en lo que respecta al cierre de las compuertas: por una parte, la primera y segunda junta dicen que la manera correcta de enfrentar la sequía es cesar el flujo de agua durante 132 horas a la semana y 36 horas los sábados y domingos. Mientras que la tercera sección indica que debe realizarse durante 112 horas a la semana y de 56 horas en los fines de semana.
Este contexto, la DGA otorgó una segunda oportunidad para alcanzar un consenso, hasta las 23:59 hrs de este miércoles 8 de junio. Pero durante ese día, las dos primeras secciones del Aconcagua enviaron una carta -por separado- a dicho organismo, y dieron “por terminadas las conversaciones”.
Así, en la misiva de la primera junta, firmada por Javier Crasemann, se explica que los términos impuestos por la tercera sección implicarían “graves consecuencias para nuestros usuarios”; y en lo que respecta a la segunda junta, su presidente, Mirko Yakasovic, dijo que la idea de la última sección, dirigida por Alfonso Rozas, “contiene información técnica que requiere de más tiempo de análisis y discusión, que no existe ahora”.
Por su parte, la tercera sección acusó que existe una situación “que se repite todos los años y consiste en poner trabas de cualquier tipo para impedir una distribución equitativa del agua”.
Fuente: Diario Financiero, Jueves 9 de Junio de 2022