LA TERCERA – Ya han transcurrido 13 años de sequía en el país y el año pasado fue evidente; 2021 fue el más seco y cálido del siglo. En este escenario, expertos y autoridades ya han alertado sobre un riesgo cada vez más latente en el país y, en particular, para la Región Metropolitana: el racionamiento del agua potable.
Frente a esta situación, los municipios de la capital han desplegado una serie de medidas destinadas a hacer un uso más racional del recurso. Una de ellas, probablemente la más evidente para los transeúntes, es el recambio de los suelos ornamentales.
Específicamente, lo que se está haciendo es reemplazar el tradicional pasto o flores por otras especies, como herbáceas, arbustos y cubresuelos, que requieren menos riego y poseen alta resistencia, además de bajos cuidados en la mantención frente a la exposición solar. En otros casos, también se está reduciendo la superficie plantada, a la vez que se amplían los senderos de maicillo o piedras.
En Las Condes estos cambios ya se han aplicado en la rotonda Atenas. La carpeta de pasto ornamental fue reemplazada por especies de arbustos y un diseño de paisajismo, para reducir la demanda de agua de la vegetación, que obligaba a regar el sitio hasta dos veces al día para impedir que se secara.
Este cambio en la rotonda Atenas, que redujo casi 4 mil m3 de pasto, implica para Las Condes un ahorro de 500 mil litros de agua al mes, considerando la temporada estival. Además, en el marco del Día del Agua, el municipio de Las Condes presentó ayer el programa “Plantemos Futuro”, que financiará a casi 1.000 vecinos que reemplacen el pasto de sus antejardines.
La alcaldesa de la comuna, Daniela Peñaloza, explica que “la crisis del agua es una situación realmente compleja y por lo mismo presentamos este nuevo programa. Lo que buscamos es reemplazar el pasto de los antejardines por especies de bajo consumo hídrico y reducir en un 70% el consumo de agua por metro cuadrado. El vecino podrá postular, se verá la factibilidad técnica y luego le entregaremos las plantas y la asesoría para que comience a plantar”.
Actualmente, la municipalidad ha logrado cambiar 180 mil metros cuadrados de áreas verdes por especies de menor consumo.
La comuna de Providencia también tomó cartas en el asunto. Y los resultados están a la vista en la avenida Pocuro, un área altamente transitada y especialmente los domingos, cuando cierra al tránsito vehícular y habilita su doble calzada para la práctica de deportes.
Las modificaciones se enmarcan en el proyecto “jardines sustentables” que inició la comuna en agosto de 2021 para racionar el agua de riego. Y en la primera etapa el área intervenida fue, precisamente, esta avenida: “Eliminamos más de 6.000 metros cuadrados de pasto y en su reemplazo plantamos especies que consumen un 90% menos de agua. Comenzamos dicha plantación en diciembre pasado, y ya se puede ver en algunos sectores el florecimiento de estas especies, con su diversidad de colores y aromas”, comenta la alcaldesa Evelyn Matthei.
El plan se replicará en otros sectores de la comuna. Al respecto, Matthei precisa que se busca intervenir 70 mil m2 de áreas verdes con especies sustentables, “lo que permitirá un ahorro superior a los 16 millones de litros al mes”.
Las iniciativas de Lo Barnechea van en la misma línea. La rotonda Los Trapenses es ejemplo de esto, tras la reducción de la superficie destinada al pasto y la inclusión de plantas con menor demanda hídrica.
Desde el municipio explicaron que, con la eliminación de “pastos inútiles en bandejones y rotondas” y su reemplazo por paisajismo sustentable se consumirá un 80% menos de agua en relación a la situación actual. “Esto significará una reducción de 7,3 hectáreas de pasto que equivalen al 14,23% de pastos de las áreas verdes de la comuna y se traduce en un ahorro de un 7.2% del consumo municipal de agua”.
Este nuevo paisajismo, según precisan en Lo Barnechea, considera el recambio por especies de bajo requerimiento hídrico “contribuyendo, además, a obtener ecosistemas más ricos en biodiversidad, sin afectar la calidad de vida de los vecinos y sin afectar los pastos recreativos, entendiéndose por aquellos que se utilizan para el esparcimiento”.
Mientras, en Vitacura, la municipalidad se encuentra en proceso de reemplazo de dos hectáreas de pasto por especies de bajo consumo en el Parque Bicentenario, que aportan biodiversidad y tienen un alto valor ornamental. Por eso, ahora se está dejando secar el pasto para reemplazarlo. También serán incorporadas especies arbóreas nativas como espinos, quillayes y algarrobos, que aportarán sombra.
Camila Merino, alcaldesa de Vitacura, expone que “nos estamos enfocando en áreas donde el pasto es más de uso ornamental, donde realmente no se ocupa. Necesitamos adaptar nuestros jardines y áreas verdes. Hay especies que consumen poca agua, que también son coloridas y entregan mayor biodiversidad. No es una mala noticia tener que sacar el pasto. Hay que entenderlo así, porque esta realidad llegó para quedarse”.
En el caso de La Reina, uno de los sectores que se han visto fuertemente afectados por la sequía son los senderos del Parque Mahuida. En el 2006, el paisaje estaba muy vivo: pasto, árboles y arbustos de distintos tipos eran parte del panorama. Pero la sequía ha pegado fuerte en esta área, provocando que se secara paulatinamente.
Sobre estas medidas, Martín Andrade, director Ejecutivo de Corporación Ciudades, afirma que “aportan a bajar en forma considerable el consumo, estamos hablando de pasar de un paisajismo que demanda nueve litros por metro cuadrado, a uno o dos, y si eso uno lo lleva a grandes superficies, hablamos de la incidencia que puede tener una municipalidad como Providencia, Vitacura o Las Condes de varias piscinas olímpicas de ahorro de agua en forma diaria”.
El también exdirector de Parquemet afirma que es responsabilidad tanto institucional como de las personas el ahorro de este recurso: “El foco de una política pública tiene que ser basada en las personas. Lo que se requiere es un cambio de mirada. Esto tiene que ser prioritario, también en la agenda ciudadana y, obviamente, tanto el gobierno como los municipios, gobiernos regionales y grupos de interés tenemos que, entre todos, empujar esto. Los cambios los vamos a sentir de verdad cuando empecemos a tomar medidas concretas de ahorro de agua”.
Andrade añadió que “en Chile no podemos darnos el lujo de seguir sin un reglamento de aguas grises. Hoy día existe una ley, pero no un reglamento que dé las reglas del juego para hacer que la ciudad pueda reutilizar sus aguas. Otra cosa es cómo cambiamos el paisaje de la ciudad, no solamente hacia afuera de las casas, también dentro de ellas con incentivos claros, para apoyar un cambio. Y también hay temas de legislación, pues hay que revisar muy bien todos los sistemas tarifarios referidos al agua”.
Fuente: La Tercera, Martes 22 de Marzo de 2022